Zacky se encontraba bailando el primer bals junto a su esposa, que lindo sonaba eso, y por supuesto que se veían lo más hermoso juntos. Me quedé mirándolos como feliz sonriendo.
Los chicos comenzaron a sacar a sus novias a la pista. Sentí unas manos muy conocidas que tomaban mi cintura dándome la sensación de que estaba a salvo. Pero mierda, nunca había bailado un bals antes, los nervios comenzaron a brotar, casi sentí como comencé a sudar.
—Estás hermosa, mi amor. Mi chica, mi vida...el amor de mi vida.—Me susurro al oído haciendo que mi piel se erizara, solté una sonrisa de quinceañera enamorada. Podía sentir su pecho subir y bajar por su respiración detrás mío.—
Me di la media vuelta topándome con sus ojos, eso hermosos ojos que me tenían pérdida.
Lo único que pude decir fue...
—No sé bailar.—Me sonrojé como loca y él sonrió con un gesto enternecido.—
Sin decir más me tomó de las manos y me dirigió a la pista donde ya estaban los chicos encerrados en sus mundos junto a las chicas y otros invitados.
Por cierto, no había dicho cuan hermoso e irresistible se veía en aquel traje.
Me acercó a su cuerpo, puso su mano en mi cintura y me ayudó guiando la mía a su hombro para después unir nuestras manos sobrantes, nuestros cuerpos se balancearon al ritmo de la Música. Al principio sentí un montón de nervios pero al pasar los minutos me relaje y me dejé llevar. Fue un momento mágico, sin palabras para comunicarnos, sólo con nuestras miradas. Ahí nos quedamos solo mirándonos mientras nos movamos al ritmo del vals.
La música terminó.
—Te amo, mi amor.—Me dijo susurrando para después besar dulcemente la punta de mi nariz y luego mis labios, beso que respondí, un beso rápido.—
—Te amo.—Le respondí sonriendo con los ojos cerrados.—
Todos aplaudieron, nos unimos sonriendonos y mirándonos a los ojos.
—Tengo que presentarte a alguien, bueno a unos cuantos.—Se rió.—
Sentí como los nervios entraron en mi cuerpo.
—Tranquila, son personas normales, nada de demonios. Por cierto...—Dijo y se voltió para mirarme.—Ellos no saben nada.
Asentí y le sonreí para tranquilizarlo.
—Vamos.—Me tomó la mano, entrelazo nuestros dedos y me guió.—
Sentí como siglos hasta que llegamos, de lejos pude saber quienes eran, habían dos chicas idénticas a mi novio.
—Familia.—Habló, yo me mantuve atrás de él, para darle un poco de privacidad por así decir.—
—James, mi niño.—La señora, su madre, se acerco para besarle la mejilla y abrazarlo apretado.—Mírate, estás tan grande.—Acarició su rostro, yo sonreí al ver el gesto de cariño y también al notar que Jimmy estaba sonrojado.—
Lo alejó y le permitió abrazar a su padre quién le dio unos golpes en la espalda en muestra de cariño.
—Mi hijo, te extrañamos mucho, pensamos que sería tú quien se casaría pero al parecer Zachary fue más rápido.—Bromeó.—
Jimmy saludó a dos chicas que claramente eran sus hermanas porque eran el vivo retrato de mi novio en versión mujer.
—¿Y quién es esta muchachita tan hermosa?—Preguntó su madre.—
Mi cara enrojeció, sonreí avergonzada.
—Familia, ella es Alice, mi novia. —Jimmy me presentó y me hizo dar un paso adelante.—
