CAPITULO 2

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A penas Saiki abrió sus ojos, lo primero que vino a su mente fue el beso que Reita le había robado. Se dio un golpe mental por pensar en estupideces a primera hora de la mañana y comenzó con su rutina para alistarse para la escuela.

Una vez arreglado, bajó al comedor donde su madre lo recibió con el desayuno listo.

— ¡Buenos días Ku!, el desayuno está servido. — Su madre lo saludó tan enérgica como siempre.

Gracias — Saiki se sentó y dio un sorbo a su café.

— Ku, ¿tu amigo se encuentra bien?, ayer salió corriendo de la casa. — El psíquico se quedó en shock unos segundos por la pregunta repentina. La reacción no pasó desapercibida por su madre, lo conocía muy bien como para notar el más mínimo cambio en el monótono rostro de su hijo menor.

No le pasó nada, es solo que olvidó que tenía que ayudarle en algo a sus padres y tuvo que volver rápido a su casa. — No le gustaba mentirle a su madre, pero tampoco es como si fuera a contarle que ese "amigo" se le había declarado, haría un enorme escandalo al respecto.

— Vaya, espero que no se haya metido en problemas — Aún con la rara reacción de su hijo, Kurumi no lo cuestionó más.

El resto del desayuno pasó de manera normal, su padre le rogó porque lo teletransportara a su trabajo, pero como de costumbre, se negó.

Después de caminar unos minutos se encontró a Nendo, éste se le pegó y llegaron juntos al aula, fueron recibidos por el resto de sus amigos. Saiki se sintió algo aliviado de que el médium no hubiera llegado aún, pero fue cuestión de segundos para que el alivio se esfumara.

— ¡Buenos días chicos!, ¡Buenos días Kusuo! — Era evidente para todos que Reita se encontraba mucho más animado de lo normal y nadie pasó por alto el echo de que llamara por su primer nombre al de cabello rosa.

— ¿Eh?, ¿desde cuándo tú y Saiki son tan cercanos? — Chiyo fue quien se animó a preguntar, no se iba a quedar con la duda.

— Kusuo y yo siempre hemos sido cercanos, pero desde ayer nuestra relación se volvió más...íntima — Mientras terminaba aquella frase, buscó la mirada del psíquico y le guiñó con una sonrisa coqueta. En ese momento el recuerdo de aquel beso robado invadió la mente de Saiki y le fue imposible evitar sonrojarse.

¡Tenemos que hablar! — Saiki se puso de pie de forma brusca, pero al ver la cara de confusión de Reita, recordó que el chico llevaba puesto el anillo.

— Acompáñame afuera, Reita. — El médium se sorprendió al ser llamado por su primer nombre y no dudó en seguir al psíquico; quienes presenciaban la escena se quedaron en shock. Era la primera vez que Saiki pedía que alguien lo acompañara, ¡aún más!, era la primera vez que llamaba por su primer nombre a alguien. Cabe mencionar que había una persona que no estaba para nada contenta con la situación.

Se trataba de Kokomi, la chica llevaba tiempo enamorada de Saiki y no había logrado siquiera que el chico suspirara por ella y ahora venía ese idiota que se autoproclama médium a robarle su atención.

Por otro lado, Aiura también se encontraba interesada en la escena, hacía tiempo que había entendido el hecho de que el psíquico solo la veía como una amiga, pero no fue hasta que vio con sus propios ojos (gracias a sus poderes) que entre Saiki y Toritsuka se había formado un hilo rojo que los conectaba y eso fue pieza fundamental para que comprendiera que Kusuo había quedado fuera de su alcance por completo.

No estaba enojada, la vida sigue, después de todo, ella no tenía un hilo que la conectara a Saiki, a pesar de que su bola de cristal le dijera que estaban predestinados...tal vez, el destino quería que se conocieran para que los ayudara a ser felices, ¿por qué?, simple, Reita tenía otro hilo atado a él; sin embargo, ese hilo se encontraba roto.

UN AMOR INUSUALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora