Estoy desesperada porque las cuentas no alcanzan, mis recursos no son suficientes para lograr mantenerme sola y lograr mi vida independiente, según mis cálculos tendré que suspender la escuela el semestre que viene; solo podría seguir si sucediera un milagro y últimamente no me han sucedido muchos. Escucho que tocan la puerta y temo que sea mi arrendador con la noticia de que le debo más de la cuenta, me levanto fatigada y con un poco de mareo pero sé que es por la falta de desayuno pero no pasa nada: al mal paso, darle prisa.
-Ayúdame -dice el muchacho antes de desplomarse en la puerta.
Volteo a todas partes y me doy cuenta de que ha venido prácticamente de la nada por lo que sin pensarlo lo meto a la casa y reviso sus pertenencias pero solo trae un llavero con sus iniciales, supongo. Le curo las heridas y lo dejo descansar en el sillón, le llamo a Mike que está practicando medicina y necesito que lo diagnostique porque yo no tengo ni idea de lo que le pasó y me debe un "sin hacer preguntas" aunque tal vez termine contándole todo.
***
-No te aseguro nada hasta que despierte pero tiene contusiones en la cabeza ¿se cayó cuando entró a tu casa? -dice Mike preocupado- si se muere en el sillón podrías ir a prisión.Tal vez ese sea mejor destino que el dejar la universidad, no puedo creer que voy a tener que renunciar a ese sueño pero supongo que por algo suceden las cosas. Dejo a Mike en la sala y me levanto al baño, me siento mal. Le cuento entre jadeos que no alcancé a sostenerlo y fue a dar hasta el suelo, a penas y puedo sostenerme a mi. Mike ahora va a diagnosticarme a mi.
-¿Qué hiciste Sofía? -pregunta Mike mientras me mide la presión- ¿desayunaste?
Niego con la cabeza y le digo que no he desayunado porque estaba cansada y mareada, sigue haciendo más preguntas y me pongo nerviosa al punto de temblar.
-Sabes que si estuviste con alguien hay posibilidad de que... -deja la frase al aire y asiento con pesar- Sofía no entiendo cómo pudiste, es el siglo veintiuno y tú eres brillante, lo suficiente como para evitar estas cosas.
Ni siquiera puedo recordar si fue con el profesor de economía intermedia o con el de lenguas, con el que sea que haya sido probablemente tenga que hacerme responsable yo sola y el chico del sofá tiene que despertar porque no puedo dar a luz a un bebé en prisión, comienzan a rodarme las lágrimas y Mike me tranquiliza.
-Debes hacerte una prueba casera al menos -dice Mike y yo siento que me arden las mejillas.
Pienso en aquella que he tenido desde hace unas semanas y por fin la abro, leo el instructivo y espero los minutos necesarios. Le he sumado una nueva mala noticia a mi vida que no necesitaba más cosas malas. Solo puedo llorar y pensar qué haré ahora que somos dos, tal vez no sea tan necesario tener calefacción en casa. Supongo que podría irme bien de ser así, con el poco tiempo que debe tener el bebé seguramente me ayudará a conseguir un empleo de tiempo completo en alguna fábrica. Pienso en algo que también podría ayudarme aunque me haría mucho daño y también a otras personas.
-¿Qué tan graves son los golpes que recibió? -pregunto con curiosidad- entiendo que probablemente pueda despertar con amnesia temporal como en películas.
Mike saca un cuaderno de notas y me mira molesto, siento que las películas probablemente me han engañado.
-No es como en las películas -dice con seriedad- no quieres ni puedes llevarlo a un hospital pero ya te digo que lo de él probablemente no sea temporal sino permanente.
Le cuento detalle a detalle mi idea y él solo niega con la cabeza mientras veo como mi tan exitoso plan se viene abajo. No sabría cómo obtener documentación para trabajar o seguro médico siquiera. Mi plan es un total fracaso.
-Enfócate en ayudarlo -dice porque él es la persona perfecta- ¿traía alguna pertenencia?
Le tiendo el llavero y me mira como si conociera los secretos del universo, yo no entiendo nada todavía pero le sigo la corriente. Buscamos las letras del llavero y resulta que es de una empresa de decoración y restauración de casas, probablemente obrero a juzgar por su ropa.
-Va a funcionar -digo en voz alta mientras acaricio mi cabello para tranquilizarme- debe funcionar, es mi única oportunidad y le devolveré el favor.
Mike me ayuda a llevar al muchacho a la cama pata que al menos esté más cómodo en lo que reacciona, espero sea pronto porque necesito que me ayude con mis deudas y lo del bebé. Improviso la cama que según el instructivo contiene el sofá y no parece tan terrible pero podré con esto de aquí a que el chico despierte.
-Te vas a meter en un problema enorme si él se atreve a decir algo cuando te descubra -dice Mike que al parecer olvida que es mi cómplice- aunque no creo que quiera irse cuando te descubra.
Ignoro ese último comentario por el bien de ambos, él se va a su casa y yo me quedo con un extraño en el último cuarto. Ahora bien, solo debo pensar cómo decirle al mundo entero que estoy embarazada y tengo mucho miedo de que mi profesor deje de ponerme buena nota cuando se entere de eso. Miro a mi alrededor, en ocho u ocho meses y medio voy a tener un bebé gritando, no creo estar mentalmente preparada para tal cambio en mi vida pero sin embargo aquí está.
Me quedo mirando al extraño mientras pienso qué nombre ponerle; podría ponerle Erick aunque no creo que vaya mucho con mi nombre si alguien nos mencionara como pareja, preferiría algo que sea un poco más dulce, tal vez Charlie como Charlie Brown de Snoopy o Charlie de la fábrica de chocolate.
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Papá por accidente
ChickLitNecesitaba un milagro y curiosamente se presentó a mi puerta.