Parte 1.

275 19 7
                                    

Año 1736, era victoriana.

Su padre lloraba de felicidad, su preciado hijo había llegado al mundo para ser alguien bueno, alguien que nacería con el super poder de amar y ser amado, con el poder de juntar corazones; un orgullo para su padre. Naruto Uzumaki, alguien pobre.

Un bebé lloraba en una habitación pequeña hecha de madera frágil, que parecía que en algún momento todo se vendría encima de esa nueva familia; Boruto, un lindo bebé.

- ¡Hijo! Feliz cumpleaños. Sabes que este año no te podemos dar nada, ¿verdad? - dijo el rubio mayor con una sonrisa triste, la verdad le entristeció bastante aquel hecho, pero a decir verdad, estaba acostumbrado. Sonrió con dificultad y se levanto de la cama la cuál anteriormente estaba acostado.

Desde pequeño jamás le habían dado un regalo de cumpleaños o sea de cualquier otra festividad.

- Pero si quieres podemos ir a algun lugar. Es mi momento libre ya que mi jefe estaba de buen humor.- dijo entre dientes mi padre mientras tocaba su cabello nervioso, la verdad mi padre era bastante buenmoso, su cabello rubio mal cuidado y su bella piel acaramelada, y sin dejar de hablar de sus ojos color cielo, y algo extraño en el; sus marcas en la piel. Yo también las tengo pero las de el son más hermosas.

Siempre e admirado a mi padre.

- Por supuesto, vamos. - han pasado ya 7 años junto a el, y estoy más feliz que nunca.

El me dejo solo para vestirme, que más da, soy pequeño pero me daría vergüenza que mi padre me viera así.

Cuando ya había acabado estaba mi madre y mi papá, me estaban esperando. Me dieron la mano y fuimos caminando hacía un pequeño parque que había por ahí cerca. Hasta que paso lo que yo contaría cómo irreal.

- ¡Ayuda! Porfavor, mamá, ¡mamá! .- lloraba mares, era una pesadilla.

- Uno menos, debería ser esto una carrera. Jaja, niño, ¿te dolió ver esto? .- dijo un noble, su expresión de insensibilidad total me hacía sacar totalmente de quicio.

.- Ojala jamás hubiera dicho que si al viejo, ella seguiría aquí.

Con el tiempo la dejaron morir, ya no importaba. Ahora si dolía, contar esto siempre es estresante.

- ¡Todo esto es tu culpa, papá! .- desde pequeño siempre culpe a mi padre, le echaba la culpa de que mi mamá haya muerto.

Por las noches lloraba, me sentía muy mal. Mis piernas parecían enflaquecer. Buscaba consuelo en mi mismo y quería gritar, recordar la manera en la cual murio mi madre y la reacción de aquel maldito que la mato.

Pero todo cambió en día que escuche por primera vez llorar a mi padre, ahogaba sus lágrimas en una lágrima y se mordia las manos tratando de no gritar. Se veía deplorable. Supongo que hasta los más felices solían tener sus momentos tristes.

No me importo la verdad.

- Hina...- escuche que había mencionado, ¿habré escuchado mal?

Me quede quieto un segundo, ¿desde cuando oculta así sus sentimientos? El siempre ha estado feliz, creo que lo hacía para transmitirme tranquilidad, sin embargo ahora que lo veo así no puedo moverme. Siento mi corazón correr moverse más rápido por cada sollozo ahogado que daba mi triste padre.

- Me gustaría que ya la olvidarás...- dije con un aura distinta. El seguía llorando y yo seguía ahí, escuchándolo, mentira si dijese que no lloré.

Al dia siguiente me dirigí hacía la pequeña cocina que hizo el viejo antes que yo naciera, saque algo de pan y me lo comí despacio. El bajo. Diablos, ¿por qué me puse tan nervioso? Me estoy ahogando.

- Ah...- dije apuntando mi garganta para que el me ayudara. Me estaba muriendo.

El se dirigió rápidamente hacía mi mientras me daba golpes en la espalda. Yo no sabía si moriría con un pedazo de pan o por que el estaba tan cerca de mi.
Cuando porfin estaba bien suspire de felicidad y lo mire con una mirada perdida.

-Gracias viejo...- dije mirando a otro lado sonrojado, sentía que moriría. Esto es un cariño inapropiado. ¿Por qué estoy encontrando al viejo tan guapo de la nada? debo hablar de esto con alguien, esto no es normal.

Lo mire buscando respuestas pero el me miro con una sonrisa. Si tan solo supiera que ayer lo vi devastado y roto. Yo inmediatamente mire a otro lado, okay esto es raro.

Debo hablar de esto con alguien.

- Viejo, me voy, adiós. -dije con indiferencia, joder, ¿por qué ahora me duele esto? No recibí respuesta de su parte y eso me impacto en cierta manera.

-Esto es raro, jamás e sentido esto por nadie. ¿Por qué con un chico? ¿POR QUÉ CON MI PADRE? debo de estar enfermo...mierda.- a lo lejos pude ver una cabellera peli-azul, automáticamente supe que era Mitsuki, era mi mejor amigo y creo que debería desahogarme con el.

Si pudiera devolver el tiempo.

Me arrepentí, lloré y sobre todo lamenté tanto haber conocido ciertas personas.

- Mitsuki.- dije, sin encargo, me miro con una expresión triste, de soledad profunda. Me sorprendió bastante su cambio de actitud.- ¿Podemos hablar?.

Nos diriguimos ambos a un lugar tranquilo para poder conversar en paz, abrí la boca.

- Estoy enamorado, bueno, no sé, creo que sí...- dije tapando mi cara de la vergüenza. Obviamente no puedo decirle que es un chico, la tortura que me vendría sería mortal.

En este mundo la homosexualidad es un tema que no debes tocar ni de broma. Espero que más adelante ya no sea igual y que todos seamos felices con las personas que elijamos amar.

- ¿Ah sí? ¿Quién es el afortunado? .- ¿qué? debo ir a curarme el oído, estoy escuchando cosas raras últimamente. - ¿No es así, Boruto?.-

-¿Qué? ah, sí, es una chica increíblemente hermosa, tiene una piel suave, y su piel es tan sedosa...es cómo un bello muñeco, digo, muñeca..- dije nervioso, es mi mejor amigo, jamás diría nada.

El se quedo en silencio y así estuvimos todo el rato, hasta que tuve que ir a hacer un trabajo para poder ganar algo de dinero para la casa.

10:21 PM Domingo. (18 años, Boruto)

Había llegado a la casa ya decidido a conversar con mi padre ya han pasado años desde aquel día y necesito hacer que sepa todo esto, ya no puedo más con este sentimiento.

Cuando ya estaba caminando hacía la sala escuche risas de una mujer, estaba una chica rubia con ojos azules y un largo vestido, por lo que veo era una noble, pero, ¿por qué?

- ¿Quien es esa, viejo?. - dije con una vena ya saliendo, yo le tenia un odio enorme a los nobles y el tenía el descaro de invitar a una.

- Ella es Ino, Boruto, es mi...se podría decir que novia. -dijo riendo en lo bajo. Ella me miro de arriba a abajo y se lamió el labio de abajo, asqueroso. Y no era por que no me gustarán las mujers
mujeres, si no que tenía más edad que yo y fácilmente podría tener la edad de mi difunta madre.

Yo lo mire con cara de desagrado. Obvio que el viejo tenía que rehacer su vida, pero conmigo.

- No la quiero aquí. - dije con simpleza, me daba lo mismo si se enojaba o no, solo la queria fuera de mi casa, así que con una muestra de molestia en mi rostro agarre del brazo a la tal Ino dirigiendome a la salida y literalmente la tire a la calle; mi padre me trataba de detener y me gritaba pero no podía, no era más fuerte que yo.

- ¿¡Qué mierda te pasa viejo, por qué trajiste a esta?! .- mencione hecho completamente una furia, me habían dado ganas hasta de llorar.

- Hey, respeto con Ino, yo tengo derecho a rehacer mi vida con quiera. ¿okay? No te metas en donde no pidieron tu opinión.

Maldito viejo.



Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 08, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Hoguera. - BoruNaru.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora