Era sábado por la noche y varias personas tenían planes que, o bien habían hecho el viernes o bien, días anteriores.
Entre toda esa gente estaba Chaewon. "Princesa" Park Chaewon como le decían todos, menos sus amigas.
Ahora, en medio del salón de su mansión suspiraba mirando hacia el gran reloj de pared esperando a que sean las ocho y media para que al fin pueda salir.
Tenía un plan todos los sábados a esas horas. Un plan que llevaba ejecutando desde hace un mes y era llamada una lunática por haberse mantenido hasta ahora con este, considerando que a ella los horarios no se le daban bien hacerlos ni menos seguirlos.
Escuchó la alarma de su celular y miró la hora en este, luego puso sus ojos en el gran reloj, como para reafirmar
Ocho y media.
Cogió su abrigo y una bolsa de tela de la cocina sus pasos eran acelerado ni bien abrieron el gran portón.
Ella esperaba encontrarla esa noche.
##
La luces de lo faroles le daban una tenue vista de lo que tenía en frente.
Sus ojos se iluminaron cuando, a través del cristal pudo ver a la pelinegra leyendo un libro.
Una pista. Eso la separaba a ella de la tiendo de convivencia.
Otra vez los golpeteos en su pecho hicieron que sus orejas se pusieran calientes ni bien entró al local.
No había casi nadie, solo unas dos personas discutiendo por el sabor de un ramen.
Chaewon lo tenía claro. Desde hace varios sábados cogía los mismo dulces y ramen instantáneo. De todas formas ella no era la que consumía eso.
Podía ir directo a coger lo de siempre, pero eso no era por lo que venía. Claro que no.
Era la chica detrás de la caja. La chica que tenía cara de estar aburrida teniendo que estar sentada en ese lugar.
Chaewon no se sienta mal por ella, no cuando ese lugar era el único en el que podía encontrarla.
Dió un vistazo rápido hacia ella cuando estaba en la sección de bebidas. Pensaba que no iba a ser descubierta.
Pensó mal.
Intentó volver a mirarla, pero, ¡Oh! Sorpresa, ella ya la estaba mirando.
Tan rápido como pudo abrió una de las puertas en donde se encontraban las bebidas y metió su cabeza. Su cara, aún así, se sentía caliente.
"Que estúpida me debo de ver". Pensó mientras miraba una lata de jugo de tomate.
Lo pensó por un momento y al final se iba acercando hacia la caja con los dulces, el ramen y la lata de jugo antes vista.
"Serían cuatro con cincuenta". Habló la cajera sin mirar a Chaewon.
"Un ¿Disculpa?" Salió de manera indignada (aún si eso no quería) y vaya que se arrepintió al abrir la boca cuando la misma chica miró hacia sus ojos y luego hacia las cosas en la mesa.
"Cada vez que vienes escoges lo mismo que ya me aprendí el precio de todos, pero hoy llevas algo más"
El corazón de Chaewon quería salirse de su pecho por dos cosas: primero porque lo que había dicho y segundo porque le había dirigido más de dos palabras.
La chica en frente de ella cogió las cosas y las pasó por la máquina. Lo único que podía ser escuchado era el sonidito al pasar los productos y a la distancia la pareja que aún seguía discutiendo.
Ahora que Chaewon tenía más tiempo para verla podía asegurar que era una de las personas más bonitas que haya visto. Ese cabello negro que caía por un lado y la forma peculiar de sus labios eran lo que más le atraían
"Entonces, sería siete con veinte"
Chaewon casi se rompe al cuello al bajarlo para buscar el dinero en sus bolsillo y de paso evitar la mirada de la otra chica.
Si ella no tuviese puesto desde siempre una chaqueta encima de su camiseta, que tenía su tarjeta de identificación, ya hubiese sabido su nombre.
Tendió el dinero para que lo cogiera y ni bien sintió un toque en su mano la alejó y empezó a meter las cosas en la bolsa de tela.
Justo antes de irse, la chica se dirigió a ella.
"Muy buena elección"
Chaewon al no querer hablar inclinó su cabeza a un lado. No entendía a qué se refería.
"El jugo de tomate". Señaló la chica a su bolsa. "Es bueno, mi favorito"
Chaewon no sabía qué decir y si lo tuviera probablemente sería algo estúpido. Esa chica la hacía actuar de manera estúpida.
Cuando el silencio empezaba a notarse ella solo asintió e intentó formar una sonrisa a la vez que salía de la tienda.
Ahí, en medio de la calle. Chaewon paró su caminar, se tapó la cara con sus manos y dió un pequeño grito de la emoción.
Sin duda este era un sábado para recordar.
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Less than friends [yeorry]
FanfictionEn donde Yerim reconoce a la baterista de la banda de su nueva universidad como su mejor amiga de la primaria. Y En donde Yeojin reconoce entre la multitud a la chica de gran sonrisa como su primer amor.