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Lunes. Yeojin amaba los lunes. Su clase de teoría musical era una de sus favoritas, pero por alguna razón (dos, para ser específica) este hacia que su día se volviera malo.

No podía concentrarse. Su cuerpo estaba en la clase, pero su pensamiento andaba un 50% en cierta carta que Haseul le había entregado y el otro 50% en Choi Yerim, aunque, desde que la vió no había podido dejar de pensar en ella, de cuánto había cambiado y el cómo su corazón aún latía fuerte con el simple hecho de imaginarla.

"Esto estaba jodido" recordó las palabras de Hyunjin.

Era verdad. Estaba jodida, el simple hecho de pensar en Yerim la jodía tanto que no podía concentrarse en sus estudios y menos en la banda.

Recordó el sábado y lo bien que se sintió el apoyo de sus amigas.

"Yeojin". Escuchó que su maestra la llamaba. "Necesito que lleves estas hojas a la sala de impresiones, las necesitamos para hacer la actividad"

Yeojin asintió y salió del salón con las hojas. Ayudar a los profesores era uno de los roles de la representante de aula.

De su salón a la sala de impresiones había mucho espacio. Prácticamente este se encontraba en el edificio de letras que quedaba en la esquina opuesta de su facultad, así que, si quería llegar antes de que la clase termine tenía que apurar el paso.

Cuando pasó al edificio de letras todo era diferente, más calmado, sin ningún sonido de algún instrumento; mas bien, las voces de los profesores se podían escuchar a través de las paredes.

Su apresurado caminar fue detenido cuando la puerta del salón del frente se abrió revelando a los estudiantes que salían con apuro.

De entre toda esa gente, Yeojin vio a quien no quería volver a ver.

El destino sí que me odia.

Con rapidez entró al salón de impresiones. No quería volver a ver a Choi Yerim. No quería volver a sentir ese nudo en el estómago, ese mismo nudo que sintió cuando la vio por primera vez.

"¿Viste un fantasma, Im?"

La tan peculiar voz chillona hizo que Yeojin volteara un poco los ojos.

"Aunque no lo creas, estoy agradecida de que estés aquí". Confesó. Dió paso al lado de la rubia un poco más alta que ella. Esta la miraba con el ceño fruncido.

"Raro". Dijo la chica. "Pero bueno, tengo una noticia buena". Continuó hablando.

Yeojin hizo un sonido para que continuara. Estaba concentrada con la impresora. Había pasado tiempo desde que le pidieron hacer eso, así que se le había olvidado un poco como hacerla funcionar.

"Pero antes de decírtelo déjame ayudarte antes de que malogres eso"

En solo un par de minutos Yeojin ya tenía las copias listas para ser entregadas.

"No sé cómo te resulta fácil manejar esta cosa". Dijo Yeojin, en vez de decir "gracias"

"Es la marca de mi familia, obviamente debo de aprender a manejarlas. Tengo como cinco en mi casa". Habló con disgusto.
A pesar de que Chaewon era muy apegada a su familia, a la empresa no lo era tanto.

"Dirás mansión". La interrumpió Yeojin. "Dejando de lado tu vida de millonaria, señorita Park, ¿Podrías decirme la noticia de antes?"

"Ciento, cierto". Chaewon dejó salir un suspiro, signo de que no le agradaba mucho el tema anterior.

"Entonces....conseguí que tocaran en otra universidad"

"¿En serio?" Yeojin preguntó con un tono un poco más aniñado, como si no lo pudiera creer.

Less than friends [yeorry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora