Capítulo 8: Confianza.

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¡Buenas, lectores! En esta ocasión el drama de por qué me ausenté está al final para que los que han esperado por mucho puedan leer de inmediato el capítulo. xD
Ya sin más, espero que disfruten de la lectura.
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En el patio interior, Foxy caminaba de un lado para otro sin ningún rumbo aparente mientras escuchaba el molesto griterío de los demás. Ni el propio pelirrojo tenía claro por qué escogía ese lugar para buscar un poco de paz.

Desde anoche estaba impresionado de como dos simples frases le habían arruinado el día, y posiblemente el resto del semestre escolar. O toda su vida.

"Mira, allí está Meg"

—Tch.

En la noche del martes realizó uno de sus acostumbrados paseos nocturnos a donde lo llevara el viento. Permaneció solo hasta que se cruzó con Toddy por casualidad. Ambos decidieron continuar su camino juntos y en silencio. Fue algo incómodo pero a la vez agradable. Cuando rompían el sosiego era para tener una breve conversación sobre cosas triviales. Pero aún con esas seguía habiendo cierto aire de incomodidad porque el pelirrojo quería hablar sobre el tema del lunes en la mañana a sabiendas que Toddy realizaba esa caminata para despejarse un poco, así que decidió quedarse callado.

Su caminar terminó en la primera cafetería que encontraron. Ya más calmados, se dirigieron a una mesa sin prestar mucha atención a los alrededores. Charlaron un rato escuchando como al fondo alguien interpretaba una agradable canción ideal para quienes buscaban tranquilidad. No parecían interesados en la letra porque estaban más enfocados en lo suyo.

Luego de unas risas, hicieron una breve pausa para mirar su entorno. En eso escucharon con más atención la voz del intérprete, arrugando el rostro casi al mismo tiempo.

—Esa voz... —murmuraron al unísono.

No pasó mucho para que supieran de quien se trataba, cosa que incomodó tanto al pelirrojo que en sus adentros deseaba con fuerza que se estuviera equivocando.

Cuando la voz dejó de cantar:

—Mira, allí está Meg —anunció la morena con su visión fija en el pequeño escenario.

El joven no supo explicarlo. Su cuerpo se movió solo, como si algo lo obligara a hacerlo. Se movió para echarle un vistazo a la persona que se encontraba en el escenario para darse cuenta de que efectivamente se trataba de ella. La albina que recorría con su mirada al público aplaudiendo. Una mirada que se detuvo en seco cuando su ojo chocó con los del joven.
Casi de inmediato ella miró a su acompañante, subiendo la mano con timidez. Él movió su muñeca un poco, pero a tiempo supo que a quien estaba saludando era a Toddy. Quizá en respuesta o quizá no. No importaba. La escena se le hizo muy difusa por la cantidad de sentimientos encontrados, pero lo poco que recordaba de eso fue que Meg arrugó un poco el semblante mientras respondía al saludo de su amiga.

—¿No vas a saludar? —preguntó Toddy mientras le daba un golpe en el hombro a su compañero.

Más que eso. Fox quería acercarse para felicitarla con una gran sonrisa acompañada de algún comentario ocurrente y halagador. Preguntarle hasta el cansancio por su estado de ánimo y asegurarse de que estuviera bien. Reír con ella, llorar a su lado, tontear con cualquier cosa. Escuchar sus penas y triunfos.

Ese era su anhelo desde que se enteró que estudiarían en la misma escuela.

Pero no. Esa mirada de odio fue suficiente para hacerle saber que ella no quería saber nada de su existencia. Al joven solo le quedaba concentrar todas sus fuerzas para no romper en llanto allí mismo. En no dejar que todo lo que había estado aguantando durante todo el tiempo escapara de la misma forma en la que él había estado escapando por gran parte de su vida: miles de huidas que de alguna u otra forma le hacía encontrarse con la misma barrera que a día de hoy no ha podido superar.

Sombras del pasado.  (Fnafhs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora