Capítulo 22

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Otto fue a su oficina, prendió su laptop e inserto el USB, abrió el archivo y al ver la foto de la hija del asesino de su padre, se volvió como loco tiro todo, la laptop despedazada, todo a su paso, lloraba, no podría ser la mujer que amaba, su furia salia por todas parte, gritaba, su corazón se desgarraba, su vida se desmoronaba, como cumplir esa promesa y destruir al amor de su vida?

Una batalla interna, todo arrojaba a que Angélica era la que tenía que pagar aquella promesa que hizo en la tumba de su padre, pero porque el destino le jugaba esa mala pasada, cómo es que debes de destruir lo que amas? Será que por eso siempre fui imposible su amor? Es que uno no puede escoger de quién enamorarse, siempremente sucede, se da, se siente. Y es que si pudiéramos elegir a quien amar y a quien no sería un éxito rotundo, pero hay que volver a la realidad, no es así.

Por su lado Angélica sentía una opresión en su pecho, cómo que le faltaba el aire, un presentimiento, una angustia inexplicable y bueno claro como no, si el hombre que amaba estaba sufriendo. Hay personas con las que llegamos a formar vínculos que forman conexiones que nos hacen vivir y sentir sus emociones. Pero porque sentía esto y solo pensaba en Otto?

Así que sin más decidió ir a su casa y buscarlo, ya que Camilo estaba con su hermano Rafael que acababa de llegar cuando se enteró de lo ocurrido.

Le fue avisar a ellos que iba a salir porque tenia que resolver unas cosas del trabajo. Ella se cambió y se puso un jeans, blusa blanca y converse, se hizo una trenza en su cabello, bajo tomo las llaves del carro y se fue.

Otto seguía furioso, su vida ya había sido lo suficientemente dura, para que volviera a vivir algo así. Tomo una botella de whisky y empezó a tomarsela como si fuera agua, así tomo y abrió otra, en eso llegó Angélica y el portón estaba abierto así que entró en su coche, a Otto se le olvidó cerrarlo cuando se fue el investigador, parqueo, se bajó de su coche y dejó su celular ahí. Iba a tocar pero en eso vio la puerta entreabierta y dijo -Otto? Estas ahí? Abrió un poco más y vio todo el tiradero y se preocupó. -Será que alguien le quizó hacer daño a Otto? Entro con cautela y cuando vio a Otto tirado en el piso y ella corrió y lo tomo en sus brazos.

Angélica: Otto que te paso? Estas tomado?
Otto: irá que bonito, ya hasta te imagino, jajaja y eso que debo odiarte.
Angélica: Otto que dices? Porque tomaste? Qué pasó aquí?
Otto: debes irte no quiero lastimarte, no quiero matarte. No puedo (empezando a llorar)
Angélica no entendía nada de lo que decía Otto, pero pensó que era por la borrachera y porque ellos no podían estar juntos. -Ven ayudame, te daré una ducha de agua bien fría y después te acostarse. A cómo pudo y a rastras metió a Otto a la ducha se quitó los tenis para no mojarlos, a cómo pudo lo baño, lo seco, le puso la pijama y lo acostó en la cama. Busco una camiseta de Otto y se puso mientras bajo a lavar su ropa y secarla, se puso hacer una buena sopa, Otto la necesitaría por la cruda que de seguro le daría.

En eso iba ir a recoger y salió Perseo de pronto y ella amaba los animales, así que le dijo -Hola amigito, tu debes de ser Perseo verdad y estirando su mano para acariciarlo (Otto le había hablado de él) empezó a mover la cola de contento y así ella lo acarició y luego fue a recoger el reguero, encontro la USB y decidió verla, quizás por eso entendería que fue lo que puso así a Otto.

Fue a su coche, busco su laptop y la encendió, metió la llave y ahí está su foto, su información y la de su hermano, y le extrañó y al ver lo que decía el reporte calló en cuenta que Otto creía que su padre había sido el culpable y recordó cuando él le dijo que le había prometido en la tumba a su padre vengarse.

Ella empezó a llorar, cómo era posible aquello, cómo sus vidas estaban más unidas y de esa manera. Luego de unos minutos, dijo debe de saber la verdad, se limpio las lágrimas, se bajó del auto, entro, sacó su ropa de la secadora y se la puso, fue a la cocina y apagó la sopa que ya estaba y sirvió un poco para llevarle a Otto y este estaba despertando con un fuerte dolor de cabeza, pero se sorprendió al ver a Angélica y le dijo -Que haces acá?

Angélica: estaba preocupada por ti y vine y te encontré borracho y te traje, bañé y cambié, luego te hice esta sopa para la cruda y recogí todo, así que tomatela y luego hablamos, ya es tarde y debo irme. Le puso la sopa y se marchó.

Miradas mortalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora