-You're My Mate🍃-[yoonmin]

Final pt1

Jimin ancló sus cuatro patas en la nieve, a la espera de los omegas.
Podía oírlos, cada vez acercándose más y más. En su mente rogaba que Jin y Taehyung estuvieran ya a salvo, les había dado el tiempo suficiente para esconderse.

Los lobos finalmente llegaron a donde él estaba, eran cinco contando a Young Mi, quien al parecer había decidido tener un cambio de apariencia. Las marcas de su rostro comenzaban a cicatrizar pero no lo suficientemente rápido.

Ella le mostró los dientes gruñendo, satisfecha de que finalmente iba a cobrarse su tan ansiada venganza.

Busquen a los otros y matenlos, yo me haré cargo de este zorro.

Los otros lobos iban a protestar pero ella ya estaba llegando al límite de su cordura, había esperado tanto tiempo que las ansias por acabar con la vida de Jimin y de su hermano eran demasiadas como para querer liquidar a los otros canes en el proceso.
Sin más remedio que obedecer los cuatro lobos restantes pasaron junto a Jimin, quien adrede les dejó el paso. Intuía que esos chichos no eran demasiado listos por cuenta propia. Los demás estarían bien, no lo dudaba.

Él no cometió el error de bajar la guardia ni de quitarle los ojos encima, esperando el ataque. Si fuera por él intentaría razonar con ella aunque fuese una última vez, pero sabía que nada lograría con ello, Young Mi estaba completamente entregada a la venganza.

Un nuevo gruñido fue lanzado al aire y en un rápido movimiento ella decidió atacar primero, por suerte y aún con su gestación en curso Jimin no había perdido la velocidad que su pequeño tamaño le otorgaba. Esquivó por los pelos aquellas grandes fauces para luego ponerse a correr dentro del bosque. Alejarla de todo parecía un buen plan.
Ella lo seguía podía oírla, su peso sobre la tierra, el crujir de las hojas y las ramas que no alcanzaban a ser cubiertas por las nieves debido a las espesas copas de los árboles. Jimin no iba a mentir estaba asustado, terriblemente asustado de lo que podría pasar, no obstante lo único que lo seguía manteniendo seguro de todas las decisiones que iban tomando era poder regresar a casa junto a los demás y conocer a su cachorro.
No, él no iba a morir, no esa noche al menos, tan seguro como el infierno que no lo iba a hacer. Young Mi se había atrevido a ir contra él, y eso tenía sus consecuencias.

Jimin se detuvo una vez que se quedó sin camino en el cual ir, solo quedaba un acantilado y las congeladas aguas de las cascadas.
Miró hacia atrás para toparse con la brillante mirada de la loba al ver que finalmente lo había atrapado.
Con goce relamió su hocico.

Todo acabó maldito bastardo.

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Con las manadas la situación era aún más salvaje, manchas de sangre por doquier cuerpos inertes siendo cubiertos por la nieve, gruñidos y aullidos resonando en cada rincón.
Tanto los lobos del este como del oeste no daban tregua, demostrando por qué eran ávidos guerreros. Tal vez la manada de Khan los superaran en números pero en cuanto a inteligencia y fuerza bruta, bueno, no todos fueron beneficiados.

Yoongi podía sentir la adrenalina recorrer su cuerpo como podía oír el latir apresurado de su corazón. Un constante martilleo en su cabeza. Hacía escasos segundos había podido sentir las emociones de Jimin, miedo, enojo, frustración, todas y cada una de ellas golpeaban su mente como bofetadas.
El lobo de Yoongi gruñó, ordenando que fueran en busca de su pareja, él y su cachorro los necesitaban. No obstante, él no se movió de su lugar, debía quedarse allí y hacerle frente a todos esos omegas.

En eso su vista viaja en una mancha a lo lejos, una mancha que conoce demasiado bien. Khan, el omega renegado que había matado a sus padres. 
Ese bastardo, él era el inicio y el final de todo.

Sus antecesores le habían inculcado resolver cualquier tipo de problemas con diplomacia, con mano firme pero sin recurrir a la violencia y a la obediencia por tiranía.
Ser un buen alfa era que la gente los siguiera por la paz y la seguridad que se les brinda, por oír todo lo que el pueblo tiene para decir y lograr una armonía absoluta.
Khan no estaba de acuerdo con eso, para él ser un buen alfa era que la gente te siguiera por temor, ser la voz cantante aún si lo que hiciera no fuera lo que el pueblo quería o pensaba.  Por eso se había opuesto a su padre, por esos ideales mezquinos y egoístas su familia había muerto.

Lo siento papá, abuelo, esta vez no hay palabra que pueda decir para cambiar las cosas.

Más pronto que tarde Khan dio la cara. Y Yoongi fue testigo del recuerdo físico que dejó su padre, una cicatriz en forma de dientes en la parte del cuello.
El cambiaformas transmutó a humano, los vestigios de la edad comenzaban a hacer mella en aquel hombre.
Su cabello trenzado era del color de la plata, y las arrugas comenzaban  a marcar aquel cetrino rostro de facciones duras.
La piel humana estaba cubierta de cicatrices, pero a pesar de su apariencia casi normal Yoongi sabía que ya no era el delta que una vez fue.

—Vaya, vaya, ha pasado un tiempo Min Yoongi —dijo con una sonrisa carente de emociones—. Oh, perdón alfa Min.

—Khan. ¿Qué es mi que quieres? ¿Por qué haces esto?

—Oh, no me veas así —dijo en tono burlón—. Sólo vengo a reclamar lo que debió ser mío y no del estúpido de tu padre. Él no era un alfa, era un mediocre que creía que todo se solucionaba con paz. No es nada personal.

No, él estaba equivocado, desde el momento que su padre sucumbió a la locura de perder a su mate todo lo que se relacionase con Khan ya era personal.
Yoongi apretó con fuerza sus puños, y los recuerdos de su padre desapareciendo por el bosque para no volver nunca más pasaron como flashes en su cabeza.

Su madre, peleando sola contra el enemigo, sacrificándose por él..la nieve contra su piel, el pánico apoderándose de cada fibra en su ser.

《Mamá te ama Yoongi, nunca lo olvides》

《Algún día hijo, serás un gran alfa, estoy tan orgulloso de ti. 》

—No Khan, esto ya es personal. Vas a pagar de una vez todo el daño que causaste, esto se termina aquí y ahora.

—Entonces, no hay nada más que decir.

Ambos volvieron a cambiar, el combate que se estaba por llevar a cabo sería el final del legado de uno de ellos y por su honor Yoongi juraría que sería él  el vencedor.

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—Taehyung quédate quieto me estás desesperando —dijo Jin tomando al zorro del brazo para que se sentara en el suelo.

—¡Pero Jin, Jiminnie está solo con esos lobos! Necesito saber que está bien.

—Jimin estará bien, debemos confiar en él y en los demás.

—¿Qué ha ocurrido? —pregunta Sunny desde su lugar. Ella era la encargada de revisar que todos cachorros estuvieran bien.

—Young Mi nos encontró a mitad de camino, venía con otros lobos siguiendola. Jimin se quedó para darnos tiempo para escapar.

Los murmullos no se hicieron esperar. No es que los lugareños esperaran menos de pareja del alfa pero jamas pensaron que daría su vida por ellos.

—Guarden silencio —pidió Jin de golpe, asomándose lentamente por la pequeña ventana escondida entre la nieve.

En sus excursiones, los zorros hallaron una  madriguera subterranea abandonada, quizá de algún cambiaformas conejo o incluso podría ser de zorros, su estructura era redonda, y solo contaba con dos puertas, la principal y la del baño y conectaba a otras tantas del mismo estilo, tres para ser precisos.

Los lobos que Jimin había dejado que siguiesen su camino estaban merodeando la zona, sin embargo gracias a las hierbas que rodeaban la madriguera era imposible hallarlos aunque estuviesen a simple vista.
Sunny y Taehyung se pusieron como escudo para los cachorros en un rincón mientras que los demás betas esperaban atentos, el sacrificio que todos estaban haciendo por ellos despertó aquel lado de sus lobos que jamás creyeron volver a necesitar.
El animal que vivía dentro de ellos comenzó a rasgar la superficie, deseosos de unirse a la lucha para defender a sus cachorros y detener las injusticias de Khan.