-You're My Mate🍃-[yoonmin]

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Tidi histirí biin" arremedó con burla a sus propias palabras que Jimin había repetido horas antes, la tregua que se habían entregado se había destruido tan rápido como había llegado. Yoongi se sentía molesto y con ganas de cortar cabezas, la cabeza de Jimin específicamente, ahora que lo pensaba, la cabeza del insufrible cambiaformas zorro sería un bonito adorno en la entrada de la reserva.

Miró hacia el cielo con una mueca de completo enfado, en su cabeza podía visualizar a todos los dioses del universo disfrutando de la travesura que habían hecho con ellos.

—Espero que estén malditamente disfrutando de todo esto. —Gruñó encaminandose a cualquier lado que sirviera para despejar su mente, necesitaba un tiempo a solas, un tiempo para meditar que era lo que iba a hacer de ahora en adelante, ya que como líder de toda una manada y protector de la reserva aún tenía deberes para con su gente, cualquier decisión que tomase debía pensarlo dos veces o más.

Llegó a la entrada del bosque, su lobo picaba interior para que lo dejase salir, sus ojos se volvieron dorados y el pelaje negro comenzó a brotar de su inmaculada piel, se dejó llevar por su animal interno hasta que se vio completamente peludo y en cuatro patas, sus sentidos se habían agudizado y sin esperar más tiempo salió a correr en busca de liberación.

Aquello se sentía maravilloso, el crujir de las hojas y ramas bajo sus patas, el viento sobre su hocico, los diversos aromas de la naturaleza entrando por su nariz, recorriendo cada fibra de su cuerpo calmando a la bestia que llevaba dentro, su mente poco a poco iba saliendo de aquella espesa bruma en que los eventos recientemente acontecidos habían formado en él. Podía verlo todo más claramente, estaba listo para tomar las decisiones que debían ser tomadas.

Cuando estuvo de regreso el aroma a frutas silvestres lo golpeó con fuerza, una bofetada espiritual que le decía que su pareja estaba cerca, y así era, a lo lejos pudo divisar a Jimin sentando en la entrada de su casa, quien se levantó apenas cruzaron sus miradas.

—¿Viniste a arrancarme la cabeza finalmente? Porque déjame decirte que no voy a ponertela fácil, planeo poner la tuya como un lindo adorno en la entrada de la reserva —dijo antes que nada el alfa. Jimin encaró una de sus cejas.

—Que encantador machote. —Jimin rodó los ojos—. Mmuy lindo la verdad. Un decorado estupendo. Pero no, no vine a que dejes mi cabeza como un estandarte, vine porque (supongo) ya estoy más calmado y debemos hablar, otra vez. —Sin dar lugar a cualquier réplica Jimin se adentró a la casa del alfa como si fuese la suya propia.

—Puedes pasar —susurró poniendo los ojos en blanco. El zorro sin miramientos se echó en el sillón de la pequeña sala como si nada, hasta que al parecer  cayó en la cuenta de ello y miró a Yoongi como si de verdad estuviese esperando a que él lo hiciera puré—
… Tendremos que trabajar en eso, pero será para después, ahora escuchemos lo que el buen zorro tiene para decir. —Exhaló un suspiro profundo colocándose en el sillón individual.

—Si, sobre eso...yo...—Muy pocas veces Jimin se disculpó en su vida, tres para ser exacto, cuando hizo llorar a Taehyung cuando tenían cuatro años, cuando le robó a su mamá unas galletas y la última...la última fue cuando no fue capaz de salvarlos a ambos de aquel enorme incendio forestal a causa de los cazadores.

Ninguna de esas situaciones era remotamente parecidas a la actual pero muy dentro suyo Jimin necesitaba disculparse de verdad, el arrebato que había tenido con anterioridad había estado mal. Así que tirando su roja cabellera hacia atrás y relamiendo nerviosamente sus labios miró a Yoongi a los ojos.

—Lo siento, de verdad lamento la discusión que tuvimos, yo soy así o peor, dependiendo de la situación. Quizá fue una pequeña probada de lo que podría esperarnos, sin intención por supuesto. —Aclaró cuando vio como el alfa arqueaba una de sus cejas—. Juro que lograré entenderte si después de todo no quieres que nos enlacemos.

Yoongi asintió sin ninguna pizca de sorpresa en su rostro, comprendiendo cuales eran las intenciones de Jimin y que era lo que intentaba lograr con ellas pero no era así como funcionaban las cosas, Jimin estaba totalmente aterrado por el cambio que estaba sufriendo su vida pero debía demostrarle que todo estaría bien;

—Jimin...

—Aun así —Lo interrumpió antes de que pudiera decir algo más y él perdiera el valor de enfrentar la situación —…espero que no decidas eso porque después de meditarlo lo suficiente y de que Taehyung y Jin hyung cansaran mis oídos de tanta charla, intentaré hacer todo lo posible para que tu nombre no sea ridiculizado por ser mi pareja o poner en riesgo esta reserva.

No obstante, Yoongi también sabía que ese pequeño demonio de cabellera roja era el ser más testarudo de toda la historia del universo que había tenido la desgracia de conocer  y no daría su brazo a torcer con facilidad, incluso si tenía que luchar consigo mismo y eso era algo que era digno de su admiración.