El peliverde escribía lo más rápido que podía en el teclado digital, la I.A su única compañía debes en cuando le marcaba sobre algún desperfecto, recordatorio o en este caso le advertía sobre los dolores. La música en vez de relajarlo le torturaba ya que quería bailar unos cumbiones, pero un movimiento brusco era suficiente para que el dolor llegará como una patada en los huevos
-Dolor en 5
Tan rápido como termino de avisar el dolor llego, solo se retorció en su asiento en espera que pase. Poco rato después le llegó una llamada era su hermano Puebla
-Hola capitalino- lo vio con la frente pegada en el escritorio -¿También te duele?- solo pudo asentir -Ni me lo digas a mi tambien me están matando los dolores, más cuando parece que te pegan en los huevos es horrible
-¿Para que llamaste?
-Uy no sabía que el joven estaba tan ocupado
Al parecer ninguno de los 2 estaba de humor, CDMX se había vuelto insoportable y con poca paciencia. Puebla se volvió resongon y sentía que todo el mundo estaba en su contra. Veracruz se volvió hermitaño y grosero, solo salía de su cuarto por comida y cuando le querían hablar los insultaba o solo les mostraba el dedo de en medio y Estado a él le entró peor que todos, era meloso siempre abrazando a alguien, berrinchudo y muy celoso
-No estoy de humor para tus idioteces...- por fin pudo reincorporarse
-Y ni yo para verte la maldita cara- se escuchó el movimiento de una bolsa -Pero tengo que hacerlo
-¿Por?
-Que te valga pendejo- "Idiota" le contesto -¿Cuál era el remedio para quitar el dolor?
-No te lo voy a decir búscalo por tu cuenta perra
-Ven para que te haga gritar como una perra, porque eso es lo que quieres verdad puerca
No le pudo contestar porque sintió como un pequeño chorro manchaba sus boxers, de nuevo. Soltó un pequeño suspiro que pareció gemido, Puebla trago en seco, solo necesito eso para que su miembro reaccionara. Estaba en problemas, al ver eso de su hermano lo encendió mejor que el pornhub que se acababa de ver
-Oye- le llamo José -¿No quieres venir?
-Jodete- coloco un poco de información en su computador, era mejor a tener que ver a su hermano
-Chinga tu madre, solo intento ser amable por una vez en el año y así recibes mi amor, maldito bolillero
-Callate solo estás castre y castre, si voy ahora mismo terminaremos fornicando como conejos y alguno de los dos o los dos más fácil terminaremos en cinta
-No pareció que eso te importará antes
Se tomó la frente -Es diferente ahora
-¿Por? Es la misma chingadera
-No animal ¿Tú quieres cargar un chamaco? ¡No!
-Ciber sex- propuso
-¡¡ No voy a tener ciber sexo contigo y menos en mi oficina !!
-¡Ay pinche apretada!
Con eso último Puebla cortó la llamada, se quedó pensando un rato agitado esperando que el trabajo u otra cosa pueda disminuir su necesidad de sexo. ¿Eso tenía que pasar México? ¿Llegó hacerlo con alguno de sus hermanos con tal de bajarse la calentura? ¿Tuvo que utilizar algo para evitar mojarse?
Era realmente incómodo. Primero los dolores, esos eran provocados por su cuerpo que se movía para poder estar en cinta, segundo la constante lubricación natural, sumamente incómodo ya que te moja los calzones en el momento menos esperado y el tercero la necesidad de sexo, por dios, lo tercero es lo peor. Le veía a los hombres el paquete para ver cuál estaba más grande, incluso cuando México les explicaba sus constantes cambios de humor le vio el paquete y lo peor es que se imaginó que el lo sometía y era sometido, con sus hermanos viendo