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《𝓞𝓹𝓸𝓻𝓽𝓾𝓷𝓲𝓭𝓪𝓭》
"No porque el cielo este nublado, las estrellas murieron"
***
El cielo gris de un amanecer, donde no parecía haber luz al final del camino, iluminaba la casa que se encontraba a las afueras de la ciudad. Aquella casa que gritaba dolor, aquella que había sido víctima de todo el sufrimiento de niños. Te transmitía emociones en cuanto la veías, sin embargo nadie era capaz de interpretarlas correctamente. Dicen que las personas encuentran el conocimiento a partir del análisis, pero este no era el caso, las personas solo veían lo que quería ver, se negaban a aceptar lo que realmente pasaba.
Dentro de ella cuatro jóvenes, de entre 16 y 18 años, llevaban casi toda su vida encerrados en esas paredes. Para ellos esa casa lo era todo y lo era nada, sufrían pero era la única manera de estar vivos, y juntos. Hace casi 12 años los cuatro se habían encontrado en una base militar, ninguno entendía la razón de estar ahí. Eran niños, insensatos e inmaduros. Efectivamente en esos tiempos no entendían la situación. Eso cambió cuando llegaron a los 10 años. Vieron el mundo desde una perspectiva diferente, su mundo se volvió diferente. Pero tan pronto como entendieron que pasaba, descubrieron que no podían escapar de esa realidad.
Misiones tras misiones, intentaban encontrar una manera de escapar. Huir. Ese fue objetivo. Nunca, o al menos hasta ahora, lo lograron. Tenían una oportunidad. Una nueva oportunidad. Debían aprovecharla, eso pensaba ella.
— Esta es la oportunidad de escapar — hablo la menor de los cuatro en la habitación.
Una pequeña adolescente de cabellera rubia, con la piel tan clara como la de blanca nieves. Sin embargo lo más resaltaste de ella eran, sus ojos. Tan celestes como el cielo, mostrando la pureza que una niña de su edad debía tener. Una camiseta negra holgada vestía su cuerpo, aquel que evidenciaba los entrenamientos a los que se sometía por ordenes de sus superiores.
— Sofía, sabes que eso es casi imposible — dijo el mayor de todos — Estamos aquí, no sabría decirte si para siempre, pero estoy seguro que este no es el momento.
— James, eres su hermano, deberías darle esperanzas — hablo el chico de cabello rizado y castaño.
— No debo ilusionarle, es una niña Lee. Sofía, tal vez la vida quiere que seamos peones para siempre — hablo James con seriedad
— No soy una niña, entiendo que seas el mayor y mi hermano James, pero soy todo menos una niña — hablo Sofía desafiante — Tengo 16 años y puedo cuidarme sola.
