«Mátame»

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Una media hora me tomo del trabajo a la casa, solo me queda una hora y media para llegar al apartamento de Dexter.

Pongo un poco de música para ser exactos una playlist que tengo de Beyonce y «Haunted» empieza, esa canción es perfecta para hoy y me relaja mientras me baño.

Me paro frente al espejo repaso mi vestimenta, un pantalón palazo color blanco, tengo puesto un body en encaje y unos tacones de punta color rojo pasión. Mi cabello color negro en recogido moño, mi maquillaje es suave, mis labios no, eran rojos como mis tacones. Me giro un poco para ver mi mejor atributo, perfecta.

Tomo mi bolso Channel a color con mi atuendo, abandono mi Penthouse.

El ascensor se me hizo un poco largo. Se abren las puertas y en el camino saludo al portero del edificio, desde dónde se ubica me devuelve el saludo, cuándo salgo de el estacionamiento, las carreteras y los semáforos se me hacen eternos. Miro hacia la luz roja y dejó caer mi cabeza en el respaldo del asiento. Estoy a dos cuadras de llegar a su departamento y siento un desespero por verlo.

Cuándo me estaciono cerca de el edificio, observo que tenga lo necesario antes de bajarme de el auto.

No hago más que poner la alarma de seguridad de la Corvette, entonces le veo. Trago saliva. Está recostado en su Porsche color negro, Su intimidante mirada me hace desear saltar sobre él y hacerlo mío de «Una y mil maneras.»

Tiene el pelo hoy que da la sensación que haya intentado arreglarselo, Lleva las mangas de la camiseta negra recogidas, conserva la corbata colgando delante de su gran pecho. Cómo si se la hubiera quitado a último minuto. Sus ojos grises brillantes, una barba bien echa, unos labios carnosos, luce muy varonil.

El es alto, atlético y totalmente elegante... Muy recto. «Es el tipo de hombre que hace humedecer las bragas

Entonces bajo su atenta mirada camino contoneando mis caderas y paso de él para llegar al ascensor.

—A dónde crees que vas, amor? —Siento su voz detrás.

—Me querías en el departamento o ¿no? —lo provoco aún más.

Cómo no recibo respuesta, sigo caminando, cuándo ya estoy en ascensor y me giro. Me quedo completamente estática al tener semejante hombre tan cerca. Todo el es poderoso.

—Te la estás buscando.

Me echó a reír porque sé que sí.

El ascensor abre sus puertas y me deja pasar primero colocando su mano derecha encima de mi cintura. Tan respetuoso como siempre. Suspiro. De momento siento su perfume masculino invadir mis fosas nasales, enviando un calor dónde antes creía sentir frío. Me quedo paralizada. Tantas veces viéndonos y aún no me acostumbro a estar cerca de él.

Se abre la puerta del ascensor.

—¿Sucede algo? —pregunta, notando que había parado y me observaba curioso.

Una respuesta salió de mi boca tan rápida como llego a mi cabeza.

«Hueles muy bien.»

El pareció divertido porque su hermosa sonrisa se enganchó. Dios santo.

Empiezo a caminar justo al frente de él y el apretó mi cuerpo de tal manera que di una media vuelta y quedé hacia atrás justo frente a él mientras continuamos dando pasos hacia atrás

Amor... —susurra, mirándome como el solo sabe hacerlo. —Me estás tentando con ese hermoso conjunto qué traes puesto. —dice, marcando ese acento que tiene.

«Mil Maneras» [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora