«Mil Maneras» [+18]

«Nuevo negociante»

El GPS me indica que giré hacia la derecha y salga de la carrera, luego me dirigió a un pequeño pueblo dónde se supone que se encuentre la cafetería que me ha dicho Irialis.

Voy hacia dónde me indica, avanzó un poco y logro conseguir un aparcamiento justo al lado de una cera llena de parquímetros.

Vaya que tendré que pagar si se alarga la reunión.

Apago el motor y me suelto del cinturón de seguridad, tomo mi bolso para salir del coche, miro mi alrededor y localizo la cafetería.

Un amable chico me abre la puerta, le susurro un bajito «Gracias.»

Ay, Jesucristo.

Trago saliva, me quedo parada, mirando el semejante hombre que tengo a unos metros de distancia. Mi respiración se atasca y de repente me siento un poco mareada. Justo siento la voz de Irialis en mi mente «Es un verdadero Adonis, Vanessa» y la verdad ella no mentía.

Se levanta de su mesa, camina hacia dónde me encuentro y me sonríe.

—Señorita Campbell. —me saluda, su mano viene hacía mí y consigo devolverle su saludo. —Es un placer conocerle.

—Señor Denovan. —le respondo. —Es un placer conocerlo también.

Me han hablado mucho de usted. —Me sorprende un poco. —Me he dado cuenta que se han quedado corto. —Lo dice mientras me da un repaso.

—Espero que fueran cosas buenas. —le sonrió un poco.

Y el en respuesta me guiña el ojo. —Por supuesto.

—Por favor. —Me señala una mesa pequeña con dos sillones. —Pediré, ¿Quieres algo? —Aparta un asiento para mí, y camina hacia un lado.

—Gracias. —Le devuelvo la mirada y asiento. —Agua, por favor.

Se aleja un poco y lo veo pedirle dos botellas de agua a la cajera, desde aquí puedo ver cómo ella le hace ojitos y él solo se limita a observar lo que venden allí. Me río para mí.

Cuándo se acerca y coloca las dos botellas de agua en la mesa, se sienta enfrente de mí y se recuesta en el asiento. Tomo un poco de agua y me siento derecha para lo que viene.

—Cuéntame, ¿a que se debe está reunión? —le pregunto, levantando mi vista hacia él, siempre soy directa y sin rodeos.

—Deseo expandirme en el mundo del mercadeo, Quiero hacer negocios con usted señorita. Seria un honor hacer negocios con usted.

—Bueno ha dado con la persona correcta, lo escucho.

—Estoy interesado. Estoy desarrollando un complemento y si es posible un buen producto que complemente con un nuevo perfume.

—Sería como un paquete completo. —susurro, interesada.

—Sería como probar algo nuevo.

—Bueno, gracias por la confianza. —respondo con suavidad. —No le tengo miedo a los cambios.

—Buena respuesta. —me sonríe con aprobación.

—¿Qué le parece crear una campaña? —Le propongo. —Podemos recrear un nuevo perfume. Tengo varias ideas que pueden incluir productos de piel con la esencia del mismo perfume, le interesaría?

—Me gusta su idea, Señorita Campbell. —Le sonrió un poco. —Eres muy joven para ser una empresaria a decir verdad. —susurra, tomando de su botella de agua. —No me mal entienda, soy muy bueno analizando a las personas, sé lo que los hace mejores, lo que los inspira y los he visto tener mucho éxito. Y usted señorita Campbell. Usted es una de ellas.

«Wow» Es verdad, lo soy.

—Le agradezco esas palabras. Si no fuera por la terquedad de mi padre, tenía diecisiete años cuándo me salí de la escuela, me tomé un descanso y a los dieciocho años ingresé en la universidad, estudié Administración de empresas y un poco de economía; me gradué y cuándo tenía mis veinte años fue cuando abrí camino en esta industria de empresarios. No me arrepiento, he tenido éxito a los veinticuatro años.

—Eso es admirable, me alegro mucho que su padre no se haya rendido con usted y la haya motivado hasta observarla convertirse en exitosa.

»Era muy joven cuando decidí entrar en este mundo de negocios, mi padre ya había creado su empresa, el me ponía muchos desafíos. Nunca me lo dejó fácil y se lo agradezco. Eso me hizo ser la persona que soy hoy en día.

—Creo que ambos somos muy afortunados con los padres que nos dió la vida.

—No lo dudo. Me tengo que ir, estaremos en contacto, señorita. —Se levanta de su asiento y me tiende su mano, la acepto y lentamente, la aprieta. La corriente que sale por nuestras manos hace que me ponga nerviosa, retiro mi mano.

—Mi secretaria se pondrá en contacto con su secretaria para coordinar otra reunión y establecer los detalles. —le sonrió un poco.

—Perfecto. Espero que tengas un buen día. —susurra, pensativo.

—Igualmente, señor Denovan.

—Christopher, por favor. —hace énfasis en «Por favor»

—Christopher. —Susurro, con suavidad.

Me acompaña hacia la salida y ahí nuestros caminos se dividen cuándo el se pierde en un Ashton Martin color negro, a una velocidad considerada.

Miro el reloj son las diez a penas. Tomo mi celular y escaneo el parquímetro; pago mi factura por solo estar media hora estacionada ahí.

Camino hacia mi carro, procedo a montarme, una vez encendido empiezo a conducir por la carretera directo a mi oficina siguiendo los pasos que me indica mi GPS.

*****

—¡Cuenta, cuenta! —me presiona Irialis. —¿Es o no es un Adonis? —me sonríe pícara.

Ella sabía muy bien como era de atractivo, decidió callarlo y no me advirtió sobre ello.

—Un hombre seguro de sí mismo, es atractivo, y supo impresionarme. —murmuro pensativa. — Cuándo nos despedimos sentí una electricidad por todo el cuerpo, no sé; ¡qué se yo! Me puse muy nerviosa y sé que el también lo sintió.

—¿Como sabes eso? —Sus ojos se iluminan.

—Porque se puso tenso, Lis.

—¡Los mejores tíos te tocan a tí, no es justo! —me echó a reír. —No te rías. sabes que es verdad.

—Qué mentirosa. Tú si tienes pretendientes, y a Matt, ese, ¡ese sí es un bombón!

La veo mirarme con los ojos muy abiertos y señala detrás de mí. «¿Qué pasa?» me giro y me quedo helada a ver a Carter Brown. Está de pie en la puerta de mi despacho y por su mirada se que ha escuchado lo último que ha salido de mi boca.

Está impresionante con un traje negro y camiseta blanca y un corbata negra. Me niego a mirarlo a los ojos porque sé que quedaré hechizada por sus ojos grises. Me pongo tensa mientras lo veo acercarse.

–Señoritas. —su voz profunda, no me ayuda a estar tranquila y menos a su alrededor.

¡Holaaa!
¡Otro capítulo! ¿les gusta cómo va quedando?