El peliverde acompañaba a su madre en las compras, ambos mantenían ropas que les cubrieran parte de su rostro.
Izuku Midoriya era un niño que solía participar en comerciales,su madre,Inko Midoriya era una actriz al igual que su amiga de cabellos ceniza.
Además,la madre del peliverde hacía un pequeño trabajo como maquillista profesional, así había comenzado su trabajo; Mitsuki la había recomendado ante los directivos de la agencia,los cuales aceptaron ante tantas amenazas de parte de esta.
— Izuku,¿Podrías esperar aquí?.— Cuestionó su madre, acariciando levemente su mejilla.— Sólo iré por unas cosas cerca de aquí.
El peliverde asintió,sonriente. Su madre le miró por última vez no sin antes entregarle uno de sus figuras de acción favoritas.
El pequeño Izuku se distraía con eso,por un variado tiempo,su preocupación llegó al ver cómo su madre aún no llegaba,mirando desesperado a los lados.
El peliverde comenzó a formar puños, resistiendo las ganas de llorar.
— ¿Te encuentras bien,niño?.
El peliverde con miedo miró el suelo,para ver unos zapatos marrones,con unos pantalones grises poco a poco siguió la mirada hacía aquel cuerpo,no queriendo ver el rostro del extraño.
Sus ojos mostraron asombro al ver los ojos bicolores de cierto chico,además de su extraño color de cabellos.
El bicolor sonrió,tranquilizando al pequeño Izuku.
— ¿Todoroki Shoto?.
El nombrado le miró con sorpresa.— ¿Cómo-
— ¡Soy admirador tuyo!.— Respondió, limpiando sus lágrimas y sonreír ampliamente.— Me llamo Izuku Midoriya,¡Recuérdeme!.
Todoroki mantenía ese semblante sereno,para sonreír de forma Diminuta; extendió su mano,siendo correspondido por el menor.
— Por supuesto.
El peliverde sonrió una vez más.— Y dime,¿Te has extraviado?.
El peliverde negó,dejando que sus cabellos verdes se movieran al compás.— Estoy esperando a mi mamá.
—¿A tú mamá?.— El peliverde asintió.— ¿Dónde está?.
— Dijo que iría por ese camino,por unas compras rápidas. — Señaló el menor,pidiendo divisar a su madre caminando de forma apresurada hacía ambos.
— ¡Izuku!.— Su madre me tomó del hombro,mirando a aquel Joven, sorprendida.— Todoroki Shoto. El nombrado asintió.— ¿Qué hace aquí?
— Me decidí dar un paseo para despejarme un poco,me encontré a él y parecía preocupado.
La madre del pequeño le sonrió.— le agradezco que Usted se le haya acercado y no una persona extraña.
— No es nada,si me disculpa me tengo que ir.
— Está bien. — Inko se despidió con una sonrisa, Todoroki asintió para mirar una vez más al pequeño peliverde y acariciar sus cabellos; sonriéndole.
Madre e hijo miraban como aquel joven comenzaba a alejarse,una vez ver qué este haya atravesado la calle,volvieron a su hogar.
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Kirishima insistía por última vez a sus amigos,quienes le habían llamado para invitarlo a salir.
— Lo siento,tengo que cuidar de Minibro, no sería nada varonil dejar a un niño sólo.— El nombrado simplemente desvió su mirada comiendo de su cereal,ya recuperado.
— ¡Es cierto! Pero.. ¿Sólo por un rato,si?.—
El pelirrojo hizo un puchero, decidiendo.
— Ve.
Escuchó aquella voz ronca del menor, mirándolo dudoso.— Puedo cuidarme mejor sólo que cuando lo haces tú.
Kirishima soltó una risa nerviosa.— Amigo,ya lo escuchaste ¡Vamos!.
— ¿Estás seguro?
— ¡¿Quién crees que soy,escoria?!¡Sólo ve de una puta vez!.
— Vaya,que modales.— se escuchó la voz de Sero al otro lado, quién se encontraba recargado en el hombro del rubio,dejando que esté le sostuviera el celular.
— ¡Shh!.— Kirishima Miró una vez más al menor.— Bakugou,te prometo llegar temprano.
El pelirrojo corrió a su habitación, dejando en absoluto silencio al menor. Este presionó sus labios — Creí que te negarías, perra fácil.
El cenizo continuó comiendo de su cereal,para dirigirse al televisor.
Una vez que el pelirrojo había salido de su habitación con ropa nueva y aseado,se dirigió una vez más al menor; presionando le las mejillas.
— ¡Suelta me!¡¿Qué haces?!.
Pateó al Joven,tratando de alejarlo,se detuvo al ver una sonrisa De parte de Kirishima.
— ¿Me recibirás?.
El cenizo Se sonrojó ante tal pregunta.— ¡¿Qué pregunta es esa?!¡Por supuesto que no, lárgate!.
Kirishima soltó una carcajada, disculpándose y dirigirse a la puerta.
— Adiós~. — Cerró la puerta,abriendo nuevamente, mostrando el rostro de kirishima.— Te traeré algo.
Katsuki lanzó una almohada ante el rostro de este, impactando de forma acertada.
— está bien,me voy.
Kirishima cerró la puerta, cambiando esa expresión de felicidad a una preocupada, le dió la espalda y continuó caminando; regresó una vez más a la puerta queriendo tocar el picaporte.
Suspiró profundamente.— Estará bien, él lo dijo.
Con mucho esfuerzo se retiró del lugar,quedando en silencio.
Katsuki abrió la puerta,fijando solamente los cabellos puntiagudos de kirishima,bajando las escaleras.
Suspiró,con su mirada baja,cerrando por última vez aquel pobre trozo de madera.
[…………….....………..……]
Las Horas pasaban,preocupando internamente al pequeño y no lo admitiría,los pasillos estaban oscuros y su única luz era la sala.
Miró el reloj,eran ya la media noche.
— Ese Bastardo es pésimo en la puntualidad.
Katsuki se levantó de su asiento, para dirigirse ya a la habitación,el sonido de la puerta abrirse, captó su atención. Incluso ante aquellos tambaleos de parte del pelirrojo.
Corrió a su auxilio; moviéndose inconscientemente.
— ¡Oye,¿Por qué has bebido alcohol?, apestas!.
— ¿Bakubro?... ¡Si! Eres tú pequeñín.
Kirishima soltó un sonido,dejando que el menor le mirara; con esfuerzo lo llevó a la habitación, lanzando a este sobre el colchón.
— Ven aquí Bakubro.
Kirishima tomó la mano del pequeño y dirigirlo hacia él, dejándolo caer sobre su pecho. El Rubio comenzó a temblar una vez sintiendo el tacto del moreno sobre sus cabellos hasta las mejillas y con la otra mano su hombro,bajando lentamente hasta la espalda.
—¡¿Qué hace- ¡Oye!.
Kirishima en un movimiento no tan fuerte, cambió de posición con el cenizo,quedando este bajo el cuerpo del Pelirrojo.
Este tenía una sonrisa maliciosa. Katsuki mantenía un sonrojo,esa sonrisa no era común en él.
