5.-Noches

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Las luces se han vuelto a apagar.
Cuando me miró vehemente aferrado a mis manos, sus ojos furiosos rompieron jadeantes como ambos, entrecortados en un familiar sentimiento de asfixia
Tenía la piel erizada,ante el roce nocivo de su boca al murmurar.
Una constante guerra entre almohadas,que no dejaba herido más que al mero orgullo en la pasividad de cada queja.
Somos aquellos que siempre nos hacemos gritar sin un fin a largo plazo

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