Las luces se han vuelto a apagar.
Cuando me miró vehemente aferrado a mis manos, sus ojos furiosos rompieron jadeantes como ambos, entrecortados en un familiar sentimiento de asfixia
Tenía la piel erizada,ante el roce nocivo de su boca al murmurar.
Una constante guerra entre almohadas,que no dejaba herido más que al mero orgullo en la pasividad de cada queja.
Somos aquellos que siempre nos hacemos gritar sin un fin a largo plazo
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Fragmentos
Short StoryEscenas aleatorias que no nos llevarán a ninguna parte. Cada capítulo tendrá un comienzo y un fin para ese momento en mi cabeza que pasa,pero no sigue.