OO3- 契約する❟

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Kyo se preparaba para su turno en la heladería, guardó el blanco vestido y tacones en su bolso, había olvidado devolverlos el día anterior, cuando salió de la mano de su maestro de aquel lugar. Hoy al salir de su turno acudiría al recinto, devolvería las prendas.

Una semana de la entrega del collar ya atrás ha quedado. Kyo se preguntaba cuándo realizarían el primer acto meramente sexual, pero se había ‘preparado’ para llevarlo a cabo; algunas noches anteriores después de volver a casa y no lograr conciliar el sueño, decidió experimentar sola un poco. No queriendo desepcionar a su Dom. Tomó una cuerda e intento atar sus muñecas y tobillos, investigó un poco más sobre el tema y se sentía menos nerviosa con el juego.

No se concideraba tímida, cuando de experimentar se hablaba. jamás lo había sido y por supuesto tampoco era virgen. sabía que con su comportamiento el día anterior su maestro debió de creer aquello. No había sido su intención proyectar aquello, estaba nerviosa por la cercanía con aquel hombre, sumado a que el moreno era más de veinte centímetro más alto que ella y se sentía pequeña a su lado. Ella había intentado practicar su sumisión frente al espejo, intentando poner cara inocente, pero se convenció de que actuar como ella misma era suficiente, siempre era obediente y sabía colocar sus necesidades en ‘segundo plano’, todos sus a llegados eran conscientes de aquello. Por lo que actuar sumisa y complacer al alto, no sería difícil.

Pasadas las seis de la tarde se dispuso a marcharse y tomó un taxi rumbo al club “Rising Twilight”, ubicado en uno de los más prestigiosos distritos de Seúl.

El taxi aparco cerca del lugar, la chica pagó la cuota y se aproximó hacía la entrada del sitio. Se topó con Tayler que rápidamente se hizo a un lado y la dejó entrar, escucho a las demás personas en la fila, quejándose por no poder pasar. los ignoro y se dirigió al ya conocido pasillo y tocó la madera de la puerta, encontrando a HwaSa con un moño atando su rojiza cabellera. esta le sonrió orgullosa y farbullo un —Funciono— la pálida solo asintió y seguido contó a detalle lo sucedido aquella semana, terminando con el motivo de su visita esa noche. La pelirroja estaba sorprendida cuando la pálida describió a su maestro y de la sorpresa exclamo —Atrapaste a So... Él es un hombre difícil— La pálida pensaba que quien la atrapo fue él, pero no dijo nada.

A las siete en punto, la chica recorrió el pasillo dirguiéndose a la zona de la barra. No sabía a que hora llegaría su maestro, pero lo esperaría en aquel lugar. Pidió un Luna azul* y momentos después llegó a su lado una figura alta, estaba dispuesta a girarse y protestar ‘amablemente’ creyendo que sería un fetichista como los que se le acercaban antes de poseer su collar, Para pedir  oler sus manos o besar sus pies. pero para su grata sorpresa se trataba de su alto maestro, que la había estado observando desde unas mesas alejadas de ella, observando como rechazaba a los tipos que él había mandado, al menos a dos de ellos sí los había mandado. quería poner a su chica aprueba antes de poner sus nombres en los papeles importantes. Estaba complacido de como la pálida había rechazado a todos y cada uno de ellos, dándose cuenta también de que no era del todo sumisa. le agrado esa idea y se levanto de su asiento para llegar hasta ella; se poso a su lado y sonrió ante la mirada de fastidio que la chica le obsequio, siendo sustituida rápidamente a una más amigable, cuando se percato de quien se trataba.

—Buenas noches maestro —se puso en pie y pidió permiso para besar su mejilla.

—¿Llevas esperando mucho tiempo? —preguntó, sabiendo la repuesta.

—No demasiado —sonrió para él.

—Vayamos a una habitación para mayor comodidad.

La chica asintió y se encaminaron a una habitación diferente a la de la otra noche, en en trayecto al nuevo destino. Kyo logro conocer lugares del recinto a los cuales no podia tener acceso. Se quedo asombrada con la cantidad de habitaciones extravagantes de luces rojas o neones brillantes, una que otra de las que se encontraban abiertas poseían columbios con arneces en medio de la estancia, en otras se podían visualizar hasta jaulas en una esquina lejana.

𝕽𝖎𝖘𝖎𝖓𝖌 𝕿𝖜𝖎𝖑𝖎𝖌𝖍𝖙 ⋰⋰ 𝑺𝒐𝒏𝒈 𝑴𝒊𝒏𝒈𝒊 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora