Daddy ○ HopeV.

스물.²⁰

스물. / veinte.

○

HoSeok.

No pude retener más mis lágrimas de auténtica felicidad y alivio al saber que jamás le fui infiel a TaeHyung, no podía expresar con palabras la euforia que sentía por tenerlo al fin en mis brazos, probando la adicción que eran sus delgados labios y su voz ronca susurrando cuanto me amaba y me extraño.

Después de pensarlo mucho, decidí por fin mostrarle a TaeHyung la habitación de puerta oscura a la cual nadie tenía permiso de entrar, ni siquiera Sana. Un lugar que durante todos los meses junto a mi chico remodele y agregue los últimos toques finales.

Suspiré, realmente enamorado. Amaba ver sonreír a mi chico, con sus ojitos en forma de media luna, como sus mejillas tenían un rubor natural y su mirada llena de amor, con sus preciosos lunares decorando su rostro. Jamás me cansaré de admirarlo y jurarle devoción por siempre, solo esperaba que él nunca se cansé de mi...

Al terminar la cena junto a RyuJin y despedirnos de YoonGi y JiMin, subimos a mi auto, directamente a nuestra hogar, porque es de nosotros y de nadie más.

- Hobi-hyung -sonreí, extrañé tanto su voz diciendo el apodo especial que me hizo, lo mire, embobado con su lindo puchero en sus labios.

- ¿Qué pasa, mi amor? -entrelace nuestras manos y bese el dorso de la suya.

- Lo l-lamento tanto -sollozo con dolor.

Negué una y otra vez- No has hecho nada malo, mi amor...

- Desconfíe de ti, dude del amor que siempre me has confesado y me aleje de ti... sin importarme tus sentimientos y no escuchar tus explicaciones... -lloró, detuve el auto fuera de nuestra casa y lo abrace contra mi pecho.

- No te preocupes por eso, mi amor. Nada de las acciones que hiciste estuvieron mal, no te puedo negar que fue el mes más horrible que he vivido desde la muerte de mi padre... -cerró sus ojos y beso su frente- también me hubiera decepcionado de una noticia así, pero lo importante es que nada de eso paso, vamos a olvidarnos de todo, ¿sí, bebé? -junto sus frentes- te tengo una sorpresa.

- Amo las sorpresas -me miro emocionado.

Baje del auto y le abrí la puerta, me guiño un ojo coqueto y no pude evitar abrazarlo y besarlo, extrañé tanto sus labios junto a los míos, su voz ronca, sus abrazos, su cuerpo... era un alivio por fin tenerlo a mi lado.

Beso mi mejilla cuando entramos a la mansión- Se siente tan bien estar de nuevo en casa.

- Lo sé, mi amor -bese su cuello, hasta que los ladridos llenos de emoción de Mickey interrumpieron.