Confundido.

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Esa noche me llevó a casa, durante el camino no hablo en lo absoluto. Lo único que llegó hacer fue mirarme unos segundos de vez en cuándo y nada más. Estaba tan nervioso que por el muy tarado que soy me mantuve viéndolo, por un largo tiempo, sin disimulo.

— ¿Es cierto lo que dicen? —preguntó de repente cuándo detuvo el auto, ya que habíamos llegado a mí casa.

Fruncí el ceño e hice una mueca, me encogí de hombros.

— ¿A qué te refieres exactamente? —inquerí.

Dió un suspiro y volteó a verme con detenimiento, empezó acercarse lentamente a mí rostro, quería formular alguna palabra pero solamente solté titubeos de mí parte. ¿Porqué se estaba acercando a mí rostro? ¿Que intenta hacer?

Quedó a unos centímetros de distancia, pero eran suficientes como para que nuestras respiraciones se mezclaran. Estaba colocandome jodidamente nervioso, nunca habíamos tenido tanta cercanía, su hermoso rostro cerca del mío es...

No, no, despierta Youngjae. Esto no es normal si proviene de Jaebeom.

— Veo que sí...—susurró y se alejó, volvió a encender el auto sin dejar de mirarme. —, ahora puedes irte, no es que tenga toda una  noche para tener que aguantar tu presencia Youngjae. — dijo con una pizca de sequedad.

Estaba más que confundido por su actitud, ¿Porqué actuaba así? ¿Que era lo que todos dicen? ¿Acaso él acaba de confirmar algo? ¿Con qué motivos se me acercó tanto? ¿Que carajos Lim Jaebeom? Me dejas más confundido que antes.

Me quedé analizando la situación por varios segundos más, su rostro expresaba neutralidad pura. ¿Que será lo que está pensando? Me dan tantas ganas de preguntarle, pero por alguna razón algo dentro de mí teme saber si a lo que se refiere es sobre...mis sentimientos.

— ¿Acaso no escuchaste? —volvió a decir, sacándome de mis pensamientos.

Relamí mis labios y miré hacía todas partes.

— ¿Que? ¿Que c-cosa? —dije sin entender.

Chasqueó la lengua y desvió la mirada hacía el frente, apuntó mi casa con el dedo índice.

– Lárgate. – dijo hastiado.

Eso me dolió, ósea, no tiene porqué hablarme siempre de esa manera cada vez que tiene oportunidad. ¿Que le hice yo aparte de amarlo? De hecho hasta eso no sabe, nunca lo molesté con mis cosas. Realmente no puedo entenderlo.

¿Porqué me tiene que gustar un idiota?

— Me acuerdo el día que te ví con ese gatito en manos, ese día donde me sonreíste por primera vez sin ningún problema. No entiendo dónde quedó ese Jaebeom agradable que ví apenas unos minutos ese día, pero desde ahí en adelante has sido un idiota —suspiré — tampoco debería sorprenderme por aquello, bien, adiós y disculpa por las molestias. — me saqué el cinturón de seguridad y abrí el auto para bajarme de una maldita vez.

No esperé ninguna clase de respuesta de su parte, quizá y si sólo lo pienso bien, puede que haya sido bonito conmigo...o haber mostrado esa hermosa actitud frente a mí porque no me conocía. Creo que lo estoy pensando demasiado, no vale la pena, ya da exactamente igual, de todos modos si es frío conmigo ahora igualmente me tiene a sus putos piés.

Incrusté la llave en la cerradura, giré la manija y dí unos cuantos pasos hacía dentro antes que unas manos me tomaran del brazo y me hicieran entrar rápidamente. Me apoyaron en la puerta ahora cerrada, ¿Qué carajos...?

— ¿A quién mierda tratas de idiota?

Me quedé inmóvil al oír aquella voz, era obvio. ¿De quién otra persona se iba a tratar? ¿Pero porque me adentró a mi casa solamente para enfrentarme? Más encima no lo distingo por la oscuridad.

𝐺𝑎𝑡𝑖𝑡𝑜𝑠 || 2JAE ✓ [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora