Preguntas y retos a KHR

Propuesta

Tik! Tik! Tik! Tik! Tik!

La habitación está oscura, iluminada únicamente por una tenue fuente de luz. El brillo, tan tenue y apagado, no es suficiente para lograr distinguir otra cosa más que siluetas y sombras.

Tik! Tik! Tik! Tik!

Todo está en quietud y calma, mientras afuera se desenvolvía una tormenta. Sin embargo, el cuarto parece aislado de ella. El único sonido que rebota en estas cuatro paredes, además de las lejanas gotas de agua sobre el tejado, es el de teclas siendo presionadas.

Tik! Tik! Tik! Tik! Tik! Tik!

Frente a la fuente de claridad —un computador portátil— hay una muchacha en una silla giratoria. Su gafas, las cuales han visto mejores días, reflejan como un espejo el texto en la pantalla.

Tik! Tik! Tik!

—Rawl~

Emergente desde las sombras, apreciándose desde un fondo tan oscuro y lúgubre como lo es el de aquella habitación, hay una pequeña figura con un ojo iluminado y una sonrisa, de apariencia de un peluche de león, de un costado blanco con melena azulada u el otro de pelaje naranja y melena rojo, con aquella iris que lo representa, muy sonriente por cierto.

Entonces, el peluche habla. Su voz no es en lo más mínimo humana.

—Señorita Sunset, alias Mint. Es un honor verla en su pro~pia morada~.

Tik! Tik! Tik!

—Oh, Fuoco-Leone-San —dice la chica distraídamente sin detener su escritura. No parece alarmada por la nueva presencia allí con ella—. Supongo que has venido a discutir los detalles de nuestro acuerdo.

Tik! Tik! Tik!

—En efecto, he venido aquí a tratar ese bello trato más a detalle de la situación... He notado que algunos se niegan a realizar sus retos, ¿No es así?

Un flash de luz se hace presente en la oscuridad. Proviene del ojo mecánico del recién llegado.

El león toma asiento en la silla que tiene en frente, arreglando un poco su melena de color rojiza con azul con suma delicadeza.

Tik-!

La muchacha deja de lado su maquina, acomodando su silla para mirar frente a frente al recién llegado.

—Sí, tienes razón. Algunos de los personajes se niegan a cumplir retos o responder preguntas a menos que no sea nada perjudicial para su salud y/o reputación. Es por eso que mis creaciones los mantienen obedientes y amenazados~ —Ríe suavemente—. El problema es que hay un par que no se siente intimidado por ellas. Uno es Reborn, obviamente, que les causa miedo fácilmente a las chicas como para que ellas lo obliguen a hacer algo que no quiere. Otro ejemplo podría ser Verde, cuyo paradero en estos instantes es desconocido. —Suspira—. A los demás se los puede manejar bastante bien sin que sus personalidades se desvíen mucho de Cannon. Bueno, Xanxus se la pasa todo los capítulos durmiendo, pero tampoco es que se niegue a hacer nada...

El león está atento a la hermosa situación que presentaba el ask y está atento a sus palabras. Se frota la barbilla pensando un poco en lo que ocurre y luego asiente con seriedad, captando la situación.

—Vaya... Una pena que gente se pierda la diversión de ese modo, además quitándole la hermosa gracia de un ask. Usted lo que tiene es un caso serio de un par de definitivos maleducados. Eso es complicado, sabiendo sus actitudes y comportamientos que llevan, y lo he visto bastante desde donde estoy —replica explicando un poco la situación—. La única manera es usando mi método, al estilo como lo hacíamos en el juego de la matanza. Siendo muy duros con ellos a tal grado que sientan su propio arrepentimiento de sus obranzas, y no les quede otra que trabajar por su bendito bien.