Precio De Sangre [➕🔞]

Capítulo 9/2, el capitán.

Pov's Vladimir

Soy Vladimir mis amigos me llaman Vlad, tengo dieciséis años y vivo con mis padres, estos me han inculcado valores y algo muy importante es ser empático.
Mi vida ha sido muy aburrida en el sentido que nada llama mi atención, soy excelente estudiante, me gusta leer, el quipo de fútbol americano está bajo mi mando.
Y muchas chicas han intentado robar mi corazón pero no miento cuando digo que ninguna de ellas lo ha logrado.

Tengo un grupo de amigos y con ellos salgo y me divierto pero al llegar a casa y no estar ocupado en nada me siento realmente vacío es como tipo me hace falta algo.

Hoy el reloj marcaba como la cinco de la mañana y es raro ya que no tengo por costumbre levantarme esta hora.

Pero entro al cuarto de baño y dejo que el agua se lleve todo a su paso.
Pasados unos minutos salgo y busco que colocar en mi cuerpo, me decido por unos jeans de mezclilla una camisa negra y un abrigo largo del mismo color acompañado de unas militares negras en los pies, el día de verdad está muy helado hoy, lo normal en Rusia, ya saben.

Bajo y tomo mi desayuno y luego de eso bajo al garaje para coger mi carro e irme al instituto hacer lo mismo de siempre.

(...)

Yendo por el pasillo en busca de mi casillero mi pecho impacta con algo o más bien con alguien, al abrir un poco los ojos veo a la chica más hermosa que mis ojos hayan visto.

Está tumbada en el suelo y por Dios que estupido soy, pero la vida me ha presentado a mi futura novia ¡y de que manera!

Mi cuerpo siente una sensación extraña, comienzo a sentir el corazón a mil, es más casi si se me quiere salir.
Las manos me tiemblan y mis ojos no se apartan de los suyos, veo como la niñata frente a mí arruga la frente y baja una ceja es señal de que se ha enojado.
Le brindo la mano y ella la acepta, yo me disculpo y sinceramente soy un imbecil.
Lo único que puedo decir es
Yo-o lo siento.

Se me dificulta hablar con claridad me he puesto nervioso.

Pero esta chica es todo lo que he esperado toda mi vida, el corazón y el cerebro me lo han hecho saber.
Es una de esas sensaciones donde el cuerpo y todo tú quedan pasmados sin saber que hacer y el miedo de hacer algo porque sientes que la cagas.

Ella es alta, de piel muy blanca, parece un copo de nieve, tiene cabello largo y rizado blanco, sus ojos son verdaceos muy profundos, es verdaderamente preciosa.

Me llamo Vladimir.

Dejo esos pensamientos porque hay una segunda niñata, ésta es castaña quien suelta una risilla y logra decir "como de película"

Yo me presento como pude.
Me despido y salgo de su vista casi corriendo, la verdad no me gusta parecer un completo idiota delante de una niñata.

Entro como de costumbre al salón de clases y me siento en mi lugar.
Esperando al tutor de clases de Filosofía.

Pero al abrirse la puerta después de unos minutos entra ella y sus ojos chocan con los míos, su mirada es dominante y ahora que veo más con claridad en ellos hay una gran tristeza. Ella es el tipo de persona que es misteriosa. O no me quiero adelantar a los hechos.

Amo que esté en mi clase, así la puedo tratar más, ella es la mujer de mi vida, y si la torpeza que me entra cuando ella está cerca me deja en paz haré todo lo posible para ser más que un amigo.

(...)

Dejo esos pensamientos porque entra el tutor.

Como siempre que hay un estudiante nuevo lo mandan al frente y este comienza hablar.

Hoy tenemos a una nueva estudiante con nosotros la cual es MENOR DOS AÑOS QUE USTEDES.

Mis ojos se abren de sobremanera al escuchar eso, no puedo creer que tenga solo catorce años, se le mira de mi edad, en su rostro hay madurez y su altura pues le aumenta los años.

Ella comienza a hablar y deja a todos boquiabiertos, "celos" no puede ser a penas si la veo el día de hoy.

Sin palabras ante su presentación con que Ruso-Colombiana.
Por eso es tan hermosa.
Ups esta chica como lo supuse no es de esas a la que abundan por aquí.

Lo supe desde el principio que ella es el tipo de mujer demasiado inteligente, mal mirada y con intereses exclusivos, dijo de una buena vez que no le interesa ser amiga de nadie. Eso me gusta, solo será para mí. Deja de ser iluso Vlad.

Se sienta junto a una pelirroja conocida por mí desde hace años Angelique.

Se hizo la hora del almuerzo y como mi mejor amigo y mi grupo me esperan para comer voy directo hacia ellos, pero como el destino tenía otros planes para mí, derramo y vuelvo a chocar con la peliblanca de hace algunas horas.

Interrumpe la pelirroja y pues bla bla de su parte mis ojos están en ella y en el desastre que hice.

En algo la pelirroja tiene razón debo darle mi polera a la Peliblanca ya que la he cagado con ella dejando un bello adorno en su camisa.

Nos dirigimos a los vestidores y en ese lugar me despojo de mi polera y se la doy.

Ella se dirige adentro de uno de los cuartos y Angelique comienza a interrogar sobre todo.

Le doy como respuesta es que de seguro la peliblanca piensa que soy un completo idiota porque las veces que hemos tenido contacto es un golpe de mi parte.

Romina sale del vestidor y la pelirroja se la lleva casi corriendo de mi presencia.

Y yo quedo ahí tonto por esa niñata Peliblanca que me trae peor que niño goloso cuando mira una golosina.

Si de verdad quiero tener algo con ella debo empezar por dejar la torpeza. Cosa que sale naturalmente a su lado.

Entro un poco atrasado a mi siguiente clase porque esperé que Dimitry mi mejor amigo me trajera una polera que poner en mi parte superior.

La miro disimuladamente, ella no se intimida con nada y yo tengo hasta el alma tensa por solo su presencia... ¿desde cuándo el capitán y sin sentimientos se deja intimidar? ¡Y más por una niñata menor que yo! una risilla se hace en mi interior y me digo para mí mismo así se siente el amor.

(...)

Las clases se dan por terminadas y las últimas horas no supe más de ella, pero a penas sonó el timbre salí corriendo al garaje del instituto para buscarla, pero mis intentos fueron perdidos no la encontré.

Me subo en el auto ya vencido en dirección a casa.
Se abren las grandes puertas y allí está ella y la pelirroja.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro y me marcho, a menos le volví a ver.

Doy una última mirada y mi corazón se tranquiliza al saber que a partir de hoy nuestros días de instituto no serán los mismos.

Nos volveremos a ver Romina.