iv. Jeans y faldas.

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(III)
Sensibilidad.

Quería escribir "odio los..." pero me di cuenta que mis entradas anteriores comienzan igual o similar, he.

Empecemos otra vez: me desagradan los jeans, los blue-jeans o como quieras llamarlo. ¿Por qué? Bueno, razones hay varias, como que mi piel no soporta determinadas texturas; me enciendo en rojo, me pica e incómoda demasiado.
No recuerdo a qué edad inició esta "manía", sin embargo, no existe forma ni manera en yo me ponga un pantalón de jean —me da grima verlos de por sí—, unos leggins, camisas de manga larga y la lista continúa.

Pero por ejemplo, si uso un pantalón, este tiene que ser de algodón, suave o proveniente de mis pijamas. Si no, pues nada. De resto, soy feliz con mis vestidos y faldas, los adoro; ellos abundan en mi guardarropa. Desde siempre me enamoran las faldas y vestidos largos —♡—, aunque, a veces, he terminado con algunos por encima de la rodilla. Pero son de un diseño muy específico y color para gustarme y que yo acceda, y continuar estar cómoda con ello.

En resumen: me encanta la ropa suavecita y limpia, eso también.

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