ÚLTIMO CAPÍTULO
-¡Kendall!-Lo llamé con todas mis fuerzas, con el grito más fuerte que pude. Incluso diría que mi garganta iba a estallar por momentos.- ¡Kendall! ¡Kendall!
Mi miedo crecía por segundos. Corría hacia él, pero sabía que no llegaría a tiempo. Él no podía oírme, no sé que le pasaba, estaba como en un trance. Estaba justo al borde de la terraza, la parte delantera de sus pies ya ni siquiera tocaba el muro. Se balanceaba. Yo estaba segura de que si el viento jugaba un poco más en su favor, Kendall caería al vacío.
-¡Kendall!-Grité de nuevo, derrumbándome a unos metros de él. Las lágrimas no me permitían ver, los oídos me pitaban a causa del viento y sabía que no podía escuharme. Maldición, ¿Por qué me estaba ignorando?- ¡Kendall!-Insistí.
Mis esperanzas se acabaron del todo cuando se inclinó un poco más hacia fuera. Pero entonces paró, y sin mirar atrás, bajó los brazos y pareció incorporarse. Sabía que estaba llorando.
-Márchate, Carol, no tienes el por qué de ver esto.-Le escuché sollozar.
-No lo hagas.-Supliqué.- Por favor. No lo hagas. Te lo ruego.
-Ya no hay vuelta atrás. He sufrido demasiado y no quiero sufrir más, menos ahora que mi padre se ha escapado de la cárcel. Te he causado muchos problemas y creo que ya es hora de que descanses. Ambos descansaremos.
-¡No!-Grité.- ¡Sabes que yo no descansaré! ¡Lo sabes! ¡No podré vivir sin ti!
-Podrás. Te lo he dicho miles de veces, podrás. Acabarás olvidándome, que es lo que quiero. Debes encontrar a un hombre que te merezca.
-Tú me mereces.-Rogué de nuevo. Kendall volvió su vista hacia mí, y pude ver a través de la ventisca, sus ojos cristalizados y llenos de pena.
-Basta. No me distraigas más. Acabemos con esto.
Se inclinó todo lo que pudo, noté cómo hacía todo lo posible para no mirar atrás, pero simplemente, ya ni siquiera podía detenerlo. No podía moverme, mis rodillas y pies estaban congelados al suelo, y si él lograba tirarse, entonces me quedaría en esa azotea para siempre. Si él se tiraba, yo me tiraría con él, ambos tendríamos el mismo final.
-¡Espera!-Grité de nuevo. Escuché un bufido de su parte.- Si lo haces, yo también lo haré.
-¿Qué?
-No quiero un mundo sin ti, Kendall...-Murmuré.- Has pasado a ser una de las cosas más importantes de mi vida, y sé que no podría soportarlo si no estás a mi lado. Así que para evitarme ese dolor, me lanzaré contigo si tú te lanzas.
-No lo harás.
-¿Quieres apostar?-Dije con ironía. Él se limpió una lágrima.- Te amo. No dejaré que te mates. No dejaré que te mates.-Repetí.
Me levanté para subirme al muro de la azotea, pero un fuerte sonido me sobresaltó. Por un momento pensé que Kendall se había tirado, y mi corazón se paralizó un momento. Pero no. Kendall seguía ahí, al borde de la muerte.
Me giré unos instantes hacia las escaleras, donde un hombre de uno noventa, rubio, grande y con un gran parecido al ojiverde, entraba con una pistola en alto. Oh, Dios. El padre de Kendall estaba aquí.
-Vaya, hijo.-Su potente y sarcástica voz me hizo estremecer.- Cuánto tiempo sin verte, ¡Incluso te estaba echando de menos! ¿Cómo te va?
-¡P-Padre!-Se impresionó Kendall bajando rápidamente de ahí e interponiéndose entre ese hombre y yo.- La policía te busca.-Gruñó haciéndome retroceder junto a él.
ESTÁS LEYENDO
Warm Winter {Kendall Schmidt}
FanfictionTodo empezó cuando me topé con él. Le tiré mi café sin querer en su camiseta y nuestros ojos se encontraron. Suspiré en modo de disculpa y él quedó inmóvil. -Lo lamento. -Solo es un accidente-murmuró, y una bella sonrisa apareció en su rostro. Ese f...