ᴇsᴛᴜ́ᴘɪᴅᴀ ᴀᴘᴜᴇsᴛᴀ [ɪɴsᴛᴀɢʀᴀᴍ] ≈ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ

Epílogo

—¿Estás despierto, Minnie?—una señora no más que de treinta y cinco años apareció en la habitación de su hijo—es hora de levantarse, bebé

Un quejido sonó debajo de la sábana

—Vamos Jimin, se te va a hacer tarde—acarició el cabello castaño del pequeño

El cuerpo que estaba en la cama se removió un poco mientras se quitaba la sábana de su rostro dejando ver sus ojos ya despiertos

—Buenos días, mamá—bostezó

—Ya levántate de ahí, SeokJin está desayunando abajo y tú sin salir de la cama

—¿Qué hora es?

—Las ocho y cinco

—¡¿Qué?!—salió disparado de la cama llendo directo hacia su baño

—Tan despistado, Jimin—rió un poco

El menor se encontraba quitándose el pijama de su cuerpo dejándola en un colgador y adentró sus pies en la ducha

—Estaba calentito—hizo un puchero—no no, eres valiente Park Jimin, tú puedes

Miró con duda la manija que estaba frente a él, con sus brazos cubría su cuerpo mientras suspiraba

Tomando más valor acercó su mano hacia la manija y lentamente la abrió haciendo que el agua fría le cayera en su cabello

—¡Mamá, de nuevo está fría!

—¡Voy Jimin!—dejó la ropa del menor lista en la cama antes de entrar al baño y ver a su hijo sentado en el suelo cubriéndose su cuerpo con sus piernas mientras las abrazaba

—E-está helada

—Ven Jimin, te bañaré de nuevo

El pequeño se levantó y se acercó a su madre dejando que mojarse su cabellera

Después de diez minutos la señora Park y su hijo menor ya habían salido del baño, la mayor sobando su cabello húmedo y el menor poniéndose su pantalón Jean

Con ayuda de colocó la camiseta blanca y el chaleco gris encima, tomó sus botines favoritos y se los metió en piecitos levantándolos dando a entender que querían que le amarran las agujetas

—Sabes amarrarte, cariño

—Por favor—hizo un puchero

—Bien, Jimin, pero anda secándote el cabello

—De acuerdo—tomó la toalla amarilla y la pasó varias veces por su cabellera

—Ya está—caminó hacia el tocador y agarró un peine—ven a sentarte, Minnie

—Oh, claro—bajó de la cama y corrió hacia la silla

Su madre es un amor de persona para Jimin, aparte de ser hermosa por fuera también lo era por dentro, lo trataba como si fuera un bebé. Sabe que es el menor pero a sus diez años pensaba que ya era todo un hombre

Un hombre que jamás dejaría nesecitar y querer a su madre

—Ya estás listo—acarició la mejilla del menor—ve abajo que yo me encargo de tu mochila

—Gracias mami—le dió un cálido abrazo a la mujer antes de salir de su habitación

La señora Park sonrió, Jimin siempre sería su bebé