SASUNARU...regalo de cumpleaños divertido

preparando el gran regalo

Veintitrés de julio, uno de los días más temidos por toda la Aldea Oculta de la Hoja, el cual se podía igualar perfectamente al día de los Santos inocentes o el día de Halloween y no era exactamente porque en cada esquina de la Aldea de la Hoja te podías encontrar una de las famosas bromas de nuestros queridos ninjas, no. Era mucho,mucho peor que eso. En cada esquina de la aldea, cada callejón sin salida o una calle desierta podíamos encontrar una muerte lenta, tortuosa y muy dolorosa, por eso, ese día la mayoría de aldeanos, hasta las mujeres pegajosas, los ninjas,los ANBUS, los niños... (Excepto la Hokage, por trabajo) intentaban no salir de sus queridas y amadas casas (único, [supongamos] lugar seguro).Y todos se preguntaran: ¿Por qué ese día era tan especial como para que nuestros queridos amigos dejaran las calles limpias de ninjas ? Sasuke.

 Uchiha Sasuke era una parte de la respuesta. El aniversario de nuestro amado vengador. (Información que no le importaba a un tal Uzumaki dudosa a que se acordara de eso o que lo supiera) ¿Por qué un día tan lindo , nadie lo celebraba? No se escuchaba ni el viento ni las aves.No se escuchaba a Kakashi riendo entre las frases de su libro pervertido.No se oían las risas de los niños correteando por las calles. No se oía a Tsunade borracha ni a Shizune desesperarse.Tampoco a ni una chica gritar por su amor platónico azabache.Los amigos de su edad (Hinata,Kiba, Shino, Sakura, Ino,Shikamaru, Chouji...)desaparecían No... Hoy la Aldea se encontraba en paz, armonía y tranquilidad, una cosa nada normal quedigamos. Volviendo al presente, Naruto se encontraba hiendo al Ichiraku (Ya que por suerte no cerraban o eso vamos a pensar) a tomar su desayuno, (digamos... Provisiones de ramen por todas unas semanas largas). Cuando entro al Ichiraku se encontró a algo sorprendente. Sakura y Sai sonriendo de manera tan tierna que daba escalofríos. Pedían comida a Teuchi y a su hija Ayame, quienes también sonreían muy extraño.Había algunos ninjas que parecían un poco alterados comiendo lentamente sus comidas y mirando a todos lados muy a menudo.

— ¡Sakura-Chan, Sai! – Exclamo alegremente el rubio mientras tomaba asiento.

— Entonces quedamos así. –Murmuro Sakura a Ayame sin que el blondo se diera cuenta ya que estaba hablando con Sai.

— Hola Naruto-Kun... ¿Cómo has estado? – Pregunto la chica con un tono nervioso.— Hambriento. Tengo hambre,ayer no pude venir a comer nada ya que llegué muy tarde de la misión encargada y bueno no pu... – No pudo terminar la frase ya que Ayame lo interrumpió con una carita muy inocente.

— Pobre Naru-Chan que no pudo comer nada... ¿Sabes qué? He conseguido un ingrediente nuevo y muy, muy caro y exclusivo, y como eres el que tiene el mejor paladar de todo Konoha quería que lo probaras, así que dime,Naru-Chan, ¿Qué quieres que te cocinemos?

— ¡20 tazones de ramen! – A sus acompañantes les cayó una gotita por la sien... ¿Cómo podía comer tanto ramen sin engordarse ni un pelo y que no le hiciese daño después?

— ¡¡Ahora mismito, querido Naru!! – Padre e hija comenzaron a trabajar con el ramen. Teuchi se mantenía callado... Solo esperaba que el pobre rubio estuviese bien,porque preocupado estaba.

— Por cierto... – Quien ya se estaba impaciente por devorar sus tazones de ramen – ¿Sabéis porque hoy esta tan desierto todo? Es julio, no sé, siendo verano hay muchísima gente en la calle y apenas os veo a vosotros y a esos de allí...

— ¡Ah! Es verdad, te olvidaste, seguro. De hecho, hoy salir de tu casa puede ser tu muerte sino te andas con mucho, mucho cuidado. – Sai no era de esos de expresar sus emociones, pero ahora en su rostro se mostraba una sonrisa un tanto macabra,entonces bajo su voz y se acercó al oído del blondo. – Es el cumpleaños de Sasu-Baka.

— ¿¡Qué!? ¡El cumpleaños de Sa...!– Calló al oír un grito aterrador (proveniente de afuera del restaurante) saliente de alguna calle alejada de Ichiraku. Era un grito de dolor puro. Parecía ser la voz de... ¿Ibisu-Sempai?Casi todos se tensaron y empezaron a comer muy muy muy deprisa, a una alta velocidad que al lado, Naruto parecía una tortuga y después salían del local dándole a los dueños cualquier billete y salían disparados como si les fuera la vida en ello o directamente ya salían por patas dejando sus platos a medias sin mirar atrás.Los pocos otros se desmayaron ahí mismo, blancos por el miedo.