Capítulo 6

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- ¡Despierten!- grita Matt.

Abro los ojos y Matt está enfrente de mi. Aún tengo la cara húmeda de lo que lloré hace rato.

-¿Estás bien?- pregunta él.

- Eso no importa- respondo yo-, ¿Michael está bien?

- Bueno, está mejor. Pero será mejor que no le hablemos.

- No tendrás que insistirme- le digo sonriendo, pero a punto de soltarme a llorar de la culpa otra vez.

Me pongo mi chaqueta y después la mochila. Mientras Rita se despierta y arregla, salgo del avión. Matt está unos pasos mas adelante sentado en una roca plana. Estamos en un tipo desierto lleno de rocas. Me siento a un lado de el pero no digo nada.

-Es bipolar ¿sabes?- me dice a mí hablando de Michael, pero está mirando al frente. No digo nada para que siga hablando- pidió el deseo en un enojo repentino, y ahora se arrepiente mucho, está mas sensible de lo que es- después de eso nos quedamos callados un rato.

-¿Y tu?- le pregunto mirándolo, pero el no voltea. Me quedo mirándolo. Sus ojos se ven mas claros con la luz del atardecer dándole de frente.

- Tenía 5 hermanas menores. Si ser hermano mayor es malo, ser el hermano mayor hombre es peor- no estoy de acuerdo, pero lo dejo hablar-. Mis padres no me hacían caso. Al principio quería llamar su atención siendo rebelde, pero no funcionó. Luego sacando buenas calificaciones pero tampoco funciono. Yo quiero mucho a mis hermanas, las amo, y esto lo hago mas por ellas que por mis padres.

En parte tiene razón. En realidad yo no estaba enojada con mis hermanos directamente. Tal vez un poco, pero la culpa era de mis padres que me comparaban con ellos, y eso no me gustaba. Debo dejar de pensar en tiempo pasado. Ellos todavía viven, lo se.

-¿Y tu?- me dice él, sonríe y por primera vez desde que salí del avión me mira a los ojos, pero yo me volteo y miro al frente.

- Por un entrenamiento de soccer- me río mirando hacia abajo.

- ¿Qué?- me dice riéndose.

- Bueno en parte fue eso- me pongo seria-. Es que después de tantos años de presiones y comparaciones con mis hermanos, que me obligaran a hacer deporte, y encima que fuera soccer, fue la gota que derramó el vaso. Se que suena tonto, pero simplemente ya no pude mas- levanto la cabeza y está mirándome.

- ¿Qué?- le digo.

- Nada- se rie- me da la mano para que me levante- será mejor que empecemos a caminar, hay que ir por los demás.

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Pienso en lo que le dije a Matt, en lo que pasó ayer y en que puedo morir intentándolo. Y aún tengo que recordarme porqué lo hago.

Cuidado con lo que deseasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora