Capitulo 2

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No tengo amigos. No porque no sea sociable, sino por que simplemente no se en quién confiar. Y han traicionado mi confianza muchas veces.

No voy a mi casa, porque ¿quién quiere estar ahí? Así que voy al parque a leer. Veo a gente que esta con sus amigos, gente que no es demasiado rica como para desconfiar de su propia sombra. Quisiera simplemente un día regalar todo el dinero de mi familia para ver como reaccionarían. Seguro que seria de una manera muy egoísta. Después de diez minutos levanto la vista y veo a una chica llorar, debe de tener unos diez años. Me acerco a ella.

-Hola- le digo amablemente.

Voltea a verme con algo de miedo.

-Tienes bonitos ojos- me lo han dicho muchas veces, porque tengo ojos verdes y cabello rubio, pero vamos, todo el mundo se fija en eso. Creo que ella no. Algo en sus ojos se me hace muy familiar, no la conozco, pero me siento muy identificada con ella.

Le sonrío. Le pongo una mano en la espalda a modo de consuelo.

-¿Que pasa?- le pregunto.

-Mi madre volvió a gritarme- susurra conteniendo el llanto y con los ojos cristalizados- dice que no tiene dinero para mantenerme y me sacó de la casa.

-Tranquila- le digo despacio, sonriendo- ¿cómo te llamas?

-Rita Lerner.

-Heather Walker. Mucho gusto- le digo mientras saco mi cartera y le doy casi todos los billetes que tengo, sólo me quedo con diez dolares, me mira como si fuera un pedófilo y se niega a aceptarlo- no, en serio. Tomalo. No lo necesito- toma los billetes y los mira con un brillo en los ojos que me dan ganas de llorar-. Tratare de hablar con tu mamá. Vamos- le digo y le ofrezco la mano, ella duda un momento, pero luego la toma muy fuerte.

Llegamos a una casa muy chica de dos pisos, como de unos 12 metros cuadrados cada uno, pero no hago cara fea, como mis padres. Toco la puerta.

Sale una señora, se ve amable, pero en cuanto ve a Rita hace una mueca.

-¿Qué haces aquí?- le pregunta como si yo no estuviera aquí.

-Heather quiere hablar contigo- dice Rita, y su cara asemeja la de una niña mas pequeña de lo que es

-¿Si?- casi grita, y se acerca mucho a mi cara. Retrocedo un poco y aprieto a la niña contra mi.

-Mmm...- comienzo, nerviosa- señora Lerner, usted hechó de su casa a su hija, pero creo que no lo pensó bien, ya sabe, tal vez actuó por impulso- ¿que dije? Creo que acabo de arruinarle la vida a esta niña. La señora se queda pensando.

-Claro, ya lo pensé bien- me dice la señora- Rita, entra- Rita me mira y entra. Mierda, si algo le pasa, me sentiré culpable para siempre.

Llego a mi casa y en cuanto cierro la puerta, mi hermano, el de en medio, Josh, sale de la sala.

- ¡Hermanita! ¿Como te fue en la secundaria?- Dice mientras con su brazo gigante me rodea la cabeza y lo pone sobre mis hombros.

Como si te importara pienso. Ellos solo quieren ser el centro de atención, pero bueno, ya están acostumbrados. No respondo y me encamino a la cocina a hacerme un sándwich.

- Nada importante- le respondo para que se caye. Se ríe. Mi hermano es muy guapo, por eso todas las chicas tontas de su universidad están a sus pies, ya ni hablar de su novia.

- Bueno, pues si tu no quieres hablar, yo si- habla entusiasmado y se pone a platicar de sus aventuras es la escuela y de que anotó un home run, o como se diga. Me tiene harta después de cinco minutos. No lo escucho, solo me hago mi sándwich lo mas rápido que puedo. En eso llega mi padre pero ni si quiera detiene para saludar. Esta muy apurado por asuntos de trabajo. Como siempre.

Quiero irme pero mi hermano no deja de hablar.

- ¡Mira, Jhonsson hizo una carrera!- grito apuntando hacia la sala. Josh se voltea y corre a ver la pantalla, en eso aprovecho para dispararme hacia arriba, mientras mi hermano, al ver que era mentira, comienza a gritarme groserías. El chico me cae mal, pero es muy tonto a veces y es divertido hacerlo bromas. En especial con el béisbol.

Abro la computadora para hacer la tarea, y mi madre me llama justamente.

- Heather, ven a hacerle la comida a tus hermanos- ¿Que? ¿Porqué esos inútiles no pueden hacer su comida solos?

- Trato de hacer la tarea, ¿pueden dejarme en paz un momento?- grito desde la puerta.

- No, ven aquí y sirvenos- dice mi hermano mayor, Logan, seguido de las risas de mi madre y de mi otro hermano.

- Mamá, se una maldita adulta y cocina- le grito a mi madre, comenzando a enfadarme. Pero ya no me escuchan, mi mamá se hipnotiza o algo parecido al ver a mis hermanos. Son los niños de sus ojos. Odio eso de ella. No les hago mas caso y cierro la puerta de un portazo. Me dispongo a hacer mi tarea. Termino y son las cinco de la tarde, voy hacia mi cama y tomo una siesta. Me despierto y me pongo a jugar en el celular. En eso alguien toca la puerta.

- Hola- es mi padre, que raro que no tenga trabajo.-Es muy tarde- susurra, como si no quisiera despertar a alguien. Reviso mi reloj.

-Papá, son las 9:00 p.m.- digo en voz muy alta, haciéndolo quedar en ridículo.

-Haz tu tarea, y duermete temprano que te inscribí a un entrenamiento de soccer.

-Si claro la tar... ¡Que hiciste qué!- volteo pero se ha ido. ¡No puedo creer lo que hizo! ¡Odio los deportes y lo sabe! Bien. Ahora odio todo ¡TODO! Y no puedo negarme porque simplemente no puedo con todas estas presiones. Esto es todo.

Cierro la computadora azotandola, no me importa que se rompa. Me quito mi pantalón de mezclilla y me pongo un short cómodo. Me quito la blusa que llevaba y me pongo una sudadera de la universidad de mi hermano. Es de una de las pocas cosas de mi familia que amo. Me recojo el cabello en una coleta, me llega debajo de los hombros así que es fácil recogerlo. Voy a mi cama y tomo mi celular para jugar los juegos que tengo en el. Pasa un rato y me da mucho sueño. Ya iba a apagar mi celular para dormir y me di cuenta de que eran las 11:11.

Cuidado con lo que deseasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora