Prólogo

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Yoongi acariciaba las oscuras hebras de mi pelo con una mano y mi abultado vientre con la otra. Nos acabábamos de despertar, los rayos del sol apenas entraban por la ventana y pronto, muy pronto, él se tendría que levantar de la cama para entrenar con su reluciente espada digna de un rey.

-¿Qué crees que será?-

-Mientras no nazca Bruja...-

Yoongi me apretó entre sus brazos. La pequeña posibilidad de que mi bebé sea bruja me llenaba de pavor.

-No te preocupes, amor-

Yoongi se levantó dejando a la vista su maravilloso cuerpo tallado por los dioses.

-Menos mal que no somos vampiros puros como el rey o estaríamos en problemas-

Solté una carcajada.

-Vistete. Como algún sirviente te pille aquí me mandarán a la hoguera y a ti seguramente te matarán a estacazos-

Se puso rápidamente sus prendas y escapó de los aposentos con el sigilo característico de los vampiros.

-Mi querido hijo, a los ojos de los Reyes, mis progenitores, tu padre no es Min Yoongi, tu padre es un soldado que murió en la guerra hace seis meses-

Unas pequeñas lágrimas brotaron de mis ojos.

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En otro lugar, lejos, lejísimos de la hermosa bruja con olor a Jazmín y membrillo, un pequeño hombre lobo de apenas siete años tocaba su mano izquierda con desesperación.

-¡¡Madre!!-

Ni él emperador ni su esposa más joven sabía lo que sucedía.

-¡¡Madre!!-

Aterrados observaron como en la pata de su pequeño aparecía un símbolo de color púrpura.

-Una bruja viene a por él ¡¡¡Diosa Luna lo salve!!!-

Dulce Pecado (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora