I'm so sad - 𝙺𝙾𝙾𝙺𝚃𝙰𝙴

CAPÍTULO 8

En picada.

Todo se estaba leyendo al carajo. El podía sentirlo, estaba jodidamente podrido, herido, roto... como un puto juguete.

Su cabeza se encontraba apoyada sobre la gran pared verde del centro comercial, no tenía la menor idea de cómo había llegado ahí, solo sabía que no sabía un carajo.

Tenia el labio sangrante, la ceja partida y unos cuantos gramos de cocaína en el sistema, lo suficiente drogado como para no sentir el fuerte dolor en sus costillas.

Estaba sentado con las piernas estiradas, los brazos entre sus piernas y su cabeza apoyada en la pared, de sus ojos brotaban pequeñas lágrimas que rodaban por sus mejillas y caían por su barbilla, si le preguntan, tampoco tenía idea en qué momento había comenzado a llorar.

Paso un buen rato solo sentado y derramando lágrimas involuntariamente cuando su celular sonó ocasionando un fuerte ruido en aquellas desoladas calles. Con pereza saco de su bolsillo el aparato y sin mirar el remitente, contestó.

"¿Aló?" Su voz salió temblorosa y ronca por el llanto.

"¿T-tae?" Una dulce voz se escuchó del otro lado de la línea y la mente de Taehyung rápidamente se iluminó.

"¿Kookie? oh bebé" sollozo bajito. "Te necesito" hizo una leve pausa "tanto, tanto"

"¿Tae estas bien?" Preguntó, la preocupación en su voz siendo palpable.

"Por supuesto, ¿Por qué no debería de estarlo?" Dijo sin gracia.

"Tae..." se escuchó un suspiro del otro lado.

"Perdón, perdóname bebé" se disculpó rápidamente. "Yo no lo estoy, supongo que no"

"¿Supones?"

"Si, supongo" dijo cortante. "¿Cómo has estado?"

"B-bien, lo de siempre"

"Mmh..."

"Y-yo Tae" titubeó. "Quería decirte algo" se echó otro "Mmh" de parte de Taehyung como respuesta y el peli-negro volvió a titubear. "¿R-reecuerdas lo que hablamos la otra vez?, ¿Lo de visitarte?"

"Si, lo recuerdo"

"Bueno, yo le pregunté a mamá si podía viajar a Daegu y bueno tal vez mentí un poco p-pero ¡adivina qué!" Se escuchó la voz emocionada del otro lado y Taehyung sonrió ya imaginando lo que vendría, sintió pequeñas cosquillas en su estómago.

"¿Qué?" Pregunto con una sonrisa en los labios haciéndose el desentendido.

"¡Tienes que adivinar Taehyung!" Reprocho el peli-negro, con seguramente, un puchero en sus labios.

"Mmh... ¿Tal vez irás de excursión?" Dijo sonriendo chiquito con el corazón a mil.

"¡No! Voy a visitarte Tae" respondió emocionado "¿No es genial? ¡Al fin vamos a conocernos en persona!"

"Por supuesto que lo es, bebé" dijo suavemente. "¿Cuando vendrás?"

"Mañana, seguramente llegue en la tarde casi noche, por lo que me quedaré a dormir" dijo de forma natural, como si realmente no fuera nada quedarse a dormir y llegar de un día para el otro.

"¿Q-qué?" Exclamo sorprendido. "Y-yo no me lo tomes a mal" "uff carajo, solo me sorprendió" escuchó ui na débil risa del otro lado. "Tranquilo, está bien"

"¿Entonces,  ¿cual es la hora exacta de tu llegada?"

"Aún no tengo conocimiento Sir.Kim" dijo como un tono exageradamente formal, sin poder evitarlo, soltó una pequeña risa al final.

"Dios" río Taehyung cubriendo su cara. "¿sonó demasiado idiota?"

"Para nada" respondió el contrario de forma juguetona mientras llevaba su su mano hacia su cabello pasado descuidadamente los dedos por las hebras de su cabello, mientras se sentaba sobre su cama.

"Suena mejor si digo ¿a qué hora llegarás, amor mío? ¿Mi dulce julieta?" Cuestiono entre risas.

"Oh basta" dio leves golpes contra la almohada que reposaba sobre sus piernas flexionadas. "Eres un idiota" afirmó. "Pero por pensar que yo sería julieta, cariño, definitivamente sería Romeo"

"Eso veremos dijo el ciego" dijo con una sonrisa ladina dandose un golpe mentalmente por el chiste malo que acababa de soltar.

"Me tengo que ir ahora, Taehyung"

"Fue lindo hablar contigo" suspiro, levantando su trasero finalmente de aquel (probablemente) sucio suelo, emprendiendo camino hacia su hogar. "¿Te veo mañana?"

"Por supuesto, yo te aviso la hora a la que llegaré" suspiró. "Te quiero"

"Ok" se mantuvo en un silencio por algunos segundos hasta que por fin soltó un suave 'Te quiero' con la voz ronca y corto la llamada.

Camino por un largo tiempo hasta llegar a casa donde se duchó rápidamente y tomó un largo tiempo más para arreglar su desorganizada habitación, luego de asegurarse (obviamente) de que el día de mañana no iba a estar nadie es casa (de milagro).

Al terminar simplemente suspiro agotado, rogando que nada fuera de lugar suceda el día de mañana, y después de largos minutos pensando logró caer en los brazos de morfeo.

Candy