I'm so sad - 𝙺𝙾𝙾𝙺𝚃𝙰𝙴

CAPÍTULO 9

El día transcurrió con normalidad (en realidad no) fue a mucho lugares con jungkook e hicieron muchas actividades divertidas, el realmente podría definir ese día como el mejor día de su vida.

Cuando llego la noche simplemente vieron una película acostados en la cama, con la piernas enredadas entre sí y las mantas hasta el cuello.

La visita del castaño fue tan especial, fue un día especial sin problemas, ni estrés, sin nada, solo ellos.

Al siguiente día jungkook volvió a casa y todo volvió a la normalidad, no una normalidad como la que le daba jungkook, sino a su normalidad, pasaron varias semanas hasta que pudo volver a ver a jungkook, aunque solo fueron unas horas, ya que, esta vez no pudo quedarse a dormir, lamentablemente.

El realmente no supo en qué momento ver a kook cada dos semanas se le volvió costumbre, era como si necesitara su dosis de jungkook para poder encontrar su estabilidad, el peli-negro le hizo realmente bien.

Todo parecía mejorar a su alrededor (aunque en realidad nada lo hizo) veía las cosas de otra forma, se sentía distinto.

El realmente no se dio cuenta en que momento sus sentimientos por jungkook cambiaron, dejó de verlo como el tierno amigo y él... él solo dejó de verlo así.

Cuando decidió confesarle sus sentimientos a jungkook era un 14 de febrero, jueves para ser exactos, a las 2:30 de la tarde si queremos ser más exactos. El estaba preparado para todo, para un rechazo, para ver una cara de asco y para palabras feas, insultos, de todo, realmente de todo, menos para lo que recibió.

Una bella sonrisa, un tierno sonrojo y unos preciosos ojos brillosos que portaban el universo entero en ellos.

El se perdió, y se enamoró más. Juro que en Jeon Jungkook encontró al amor de su vida.

Estaba perdidamente enamorado de él, de su hermoso chico de ojos avellana y sonrisa de conejo. Todo marchaba tan bien que daba miedo.

Su primer beso fue mágico, el se encargó de llevarlo a uno de los lugares más hermosos de daegu, lo llevó hacia la torre de radio que poseía  83 pisos con una parte superior en forma de octágono, el mirador, aunque también tenia restaurante y una cafetería. Era un lugar hermoso, ahí pudo darle su primer beso con la luz del atardecer golpeando en sus rostros.

Tan mágico.

Incluso su primera vez juntos lo fue, el y kookie en su mundo, enredados entre sábanas profesando su amor.

Aquellos meses con su jungkookie (que se sintieron como días) fueron como el nacimiento de una supernova, tan brilloso que podías vislumbrar a kilómetros y con solo una mirada la felicidad de aquel joven, que hace meses atrás no parecía más que un muerto en vida.

Pero, ¿Por qué siempre debe existir un pero?, ¿Por qué no puede ser todo perfecto? ¿Poseer la felicidad de forma ilimitada es tan imposible?

Lamentablemente, como la luminosidad de una supernova es la felicidad, esta destinada a no ser eterna, a durar unas horas, días, meses y con un poco de suerte años, pero, recordemos que Kim Taehyung jamás fue una persona con suerte.

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Sin editar al final y con los últimos detalles agregados yyyyy se acerca el final.