- Berlín -
Movía de lado a lado su cuchara dentro de una pequeña taza de café; el sonido del metal golpeando suavemente el vidrio le tranquilizaba y lo alejaba del acostumbrado barullo citadino de una cafetería cualquiera. Su pierna, inquieta por naturaleza no paraba de moverse, de arriba a abajo en segundos, y estaba claro, estaba nervioso, lo cual era entendible, estaba a punto de traicionar a Rusia.
La silla frente a él se movió y en ella un país más bien alto se sentó sin decir nada.
—Tengo un par de preguntas—exclamó acomodando sus lentes—¿puedo?
—Puedes.
—¿Por qué quieres traicionar a Rusia?—USA colocó ambos brazos en la mesa, con tal de acercarse a Corea y poder estudiarlo mejor—
—Pasaron un par de cosas—respondió a secas y bebió un pequeño sorbo de su café—creí… más bien, fui muy débil.
—¿Podrías ser más específico?—el americano se sentía intrigado, sin duda—
Corea le miró algo fastidiado.—Sé cuáles son las razones por las que está guerra inició—su voz era calmada, aunque por dentro quisiera estallar—, sé también, los sentimientos que ustedes comparten.
Estados Unidos tragó saliva, él sabía bien que aquello era un secreto a voces.
—Esta es la última—dijo en un tono más bajito—¿alguien te lo dijo? Y si es así ¿quién?
Corea sonrió de lado.
—Nadie me lo dijo, USA—contestó con voz victoriosa moviendo aún su café—era algo deducible, además, Rusia es algo obvio algunas veces.
USA frunció el ceño.
—Bien, habla, ahora.
- Caracas -
—Bien—habló México colocando sus manos palma a palma sosteniendo su barbilla—¿querías hablar?
Canadá desvío la mirada con algo de pena.
—Quiero que esto termine lo más pronto posible—su voz era calmada y su tono genuino, México, que tenía dudas no podía ni siquiera pensar que Canadá lo traicionara, él, de los tres era el más... inocente—tengo una idea.
—Te escucho, maple—el contrario sonrió por el apodo—
—Necesitan hablar—tragó saliva pero estaba decidido—necesitan verse cara a cara, si van a golpearse al menos nadie más saldrá herido.
México dudó de su amigo.
—Sabes que esa no es buena idea—hubo un silencio ya que el canadiense le dio la espalda para mirar por la ventana—¿no, Canadá?
Él permaneció unos segundos en silencio.
—Dime cómo ves a Venezuela—respondió severo—
—Canad…
—Dime—insistió con dureza, haciendo suspirar al mexicano—
—Entiendo tu punto—trató de calmar al contrario—, pero esa idea es arriesgada no sabes qué puede…
—¡No me importa si uno de los dos muere, México!—le gritó con enfado dándose la vuelta de golpe—¡entiende! USA es un imbécil obstinado y Rusia un maldito sin corazón—sus ojos estaban cristalinos—no los necesitamos…
México se acercó para darle un caluroso abrazo.
—Sé cuánto te duele, Canadá—exclamó con voz suave—a todos nos duele pero—un pesado suspiro salió de sus labios—veré qué puedo hacer.
—¿En verdad?—un tierno y alegre brillo se reflejó en la mirada del más alto—
—En verdad—México se separó del canadiense y esbozo una sonrisa—hablando de Venezuela, voy a verlo, seguro no se tragó lo que le traje—Canadá alzó una ceja—no es el fan número uno de las chalupas ¿sabes?
Con una sonrisa amable abandonó la oficina del venezolano, mientras Canadá se quedaba pensativo, sacó su teléfono y tras colocar un número se lo colocó en la oreja.
—Más vale que tengas razón—exclamó severo—sí, sí, irá también, sólo te pido que te comportes un poco—se quedó en silencio—¡me importa una mierda estar en personaje! ¡Ya te dije qué sí! sí te voy a seguir el juego, idiota, ajá, sí, sí muérete ya adiós.
Canadá bajó su teléfono y miró la puerta.
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• Por Tercera Vez • Contry Humans
FanfictionLa tercera guerra mundial se inicia, los dos enemigos el ruso y el americano, quizá inició por una burla, tal vez una amenaza, probablemente fue por amor, amor a un gracioso latino. ¿Quién sabe? Todos hablan pero nadie actúa. Los países, algunos se...