No, no lo hizo a propósito. Denki puede ser un poco torpe, y usualmente su buena suerte le salva de malos ratos pero no esta vez. Todavía no sabe qué lo delató.
Esta vez definitivamente estaba arruinado... Jamás había estado tan nervioso, excepto por el examen de ingreso a UA. Quizá porque el resultado final de ambas ocasiones moldearía su vida de forma permanente. En el examen era su futuro de héroe lo que estaba en riesgo, y en este caso, su futuro en general.
Bakugo me va a matar... Mamá, Papá, los quiero mucho. Por favor no revisen los archivos de mi computadora, ew. Tengo algunas cosas que pueden vender, les servirá para costear los gastos del funeral y ...
BOOM.
Entre todos los sonidos posibles fue una explosión lo que retumbó en el pasillo. Luego llegaron las pisotones, y en cuestión de segundos la puerta se abrió.
Mierda, olvidé ponerle el seguro... Ja, como si un seguro fuera a detener a ese bruto. Sí, esa palabra le queda muy bien.
No es que Denki pensara mucho al respecto, pero en el dado caso en que tuviera que describir a Bakugo, las primeras palabras que vienen a su mente son grande y fuerte. Si en el primer año su físico había sido justo lo necesario para empezar su formación heróica, en el último año de preparatoria ese maldito ya parecía uno de los profesionales. No le había bastado crecer casi diez centímetros, también había perdido hasta el más mínimo rasgo infantil que tenía, sus músculos eran perfectos, su porte había mejorado, todo en él gritaba "héroe profesional". Y por mucho que le costara admitirlo, eso a Denki le encantaba.
Ni siquiera siente envidia de su bien formado cuerpo, al contrario, lo admira. Aunque sí le molesta que su cerebro insista constantemente en apreciarlo de una forma que los amigos no harían.
Dicho amigo cerró la puerta tras de sí, con seguro, y tomó asiento en la silla del escritorio, con el respaldo contra sus infames pectorales.
—No pediste permiso para entrar, Bakugo. ¿No sabes que eso es de mala educación?— preguntó con falsa picardía. Aún con esas dos distracciones Denki realmente quería evitar esta conversación. Se removió en donde había tomado asiento en su cama.
—Cállate y escucha, Pikachu. Sé que lo viste.
Directo al grano , eh...
Denki no respondió. Sabía que estaba minando lentamente en la paciencia de Katsuki, y aunque había hecho un muy buen progreso en dos años, también sabía que no debía molestarlo en exceso.
Empeorando aún más sus nervios, Katsuki sonrió con tranquilidad, divirtiéndose con la escena.
A Denki se le aceleró el corazón.
Katsuki se retiró con felina agilidad del respaldo de la silla y se puso de pie. Denki cerró los ojos con fuerza. Si se permitía echar un vistazo, terminaría babeando con la boca abierta.
Le tomó tres movimientos a Katsuki pararse justo frente a Denki y hacer que su corazón palpitara como caballo desbocado. No podía verlo pero no hacía falta con semejante presencia.
—Mírame, Denki. Vine aquí por ti— con la punta de sus dedos tocó ligeramente su barbilla y alzó su rostro en su dirección. Casi podía escuchar su sonrisa.
Hola, Dios. Soy yo de nuevo.
Primero le habla por su nombre, luego lo toca y le sonríe, definitivamente hoy es su último día de vida. No hay otra explicación.
No quiere abrir los ojos. Si los abre y mira a Katsuki, se convertirá en piedra.
Siente que los dedos en su rostro empiezan a acariciar su mejilla. Su corazón está a punto de estallar. ¿Causa de muerte? Explosión de corazón. Sonaba cool.
—Ba-Bakugo, lo siento por haber visto esa foto, juro que no fue mi intención, es más, hagamos como que nunca la vi, ¿de acuerdo? Si no recuerdo no pasó— soltó Denki, estaba dispuesto a rogar por su vida con tal de quitarse a Katsuki de encima. Su presencia estaba ejerciendo mucha presión sobre su pobre cuerpo, y no creía poder aguantarlo por mucho más tiempo.
Katsuki se ríe con burla. Bueno, entonces su futuro está decidido. Fue una buena vida.
—Dije que mires, Denki.
Oh Dios ¿Por qué tuvo que usar ese tono? Si Denki no estuviera tan asustado juraría que Katsuki lo estaba seduciendo.
Entonces Denki se rindió. Abrió los ojos y se encontró con la mirada de Katsuki fija en él. El chico sonrió acercándose.
—Bien, Denki. Buen chico. Ahora, ¿quieres decirme por qué estamos aquí?— su rostro estaba muy cerca. Casi podía sentirlo vibrar en la reducida distancia. O quizá era él quien vibraba de miedo. ¿Era miedo lo que sentía? No estaba seguro.
—Pues... Estábamos estudiando en la biblioteca, y te pedí los apuntes de la clase en la que me quedé dormido...— Denki se detuvo para analizar el rostro de Bakugo. Seguía sonriendo. Casi complacido—. Le tomaste foto a tu apunte y me prestaste tu celular para que lo cargara mientras lo usaba, pero al abrir la galería no encontré las fotos que recién habías tomado y no quise molestarte entonces las busqué y... Lo siento mucho Katsuki—. Hizo amago de bajar la cabeza pero el agarre en su barbilla no lo permitió.
—¿Exactamente qué viste, Denki?— el muy descarado sonrió aún más y esa fue la gota que derramó el vaso.
—Pues tus fotos desnudo, imbécil. Quiero pensar que las tomaste tú, ¿O no?—Denki también era valiente. Después de todo, la mejor manera de recibir la muerte es de frente.
Katsuki se carcajeó.
Hazlo reír. Sip, hazlo reír a carcajadas.
Denki supo que estaba jodido pero de repente ya no le importaba. Si Katsuki estaba de buenas o no no era su problema.
—Acertaste, desgraciado— sin dejar de tocarlo, sus dedos bajaron a su cuello y lo cubrió con su mano. Sintió cómo le acarició con su pulgar. No apartó su mirada ni un segundo.
Qué. Carajo. Está. Pasando.
—Tienes dos opciones, Denki—Katsuki se lamió los labios y sonrió levemente con sorna. Escuchar su nombre viniendo de su amigo le afectó más de lo que podía permitir—. Puedo irme y nunca hablaremos de esto, o—Denki podría jurar que sus ojos tenían fuego en el interior porque relucían como nunca lo había visto en él—, puedo quedarme y pasar un buen rato juntos.
Apretó con poca fuerza su cuello, y no sólo su corazón estalló sino también su pobre cerebro.
¿Cómo iba a responder a eso?
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A Bakugo le gusta jugar sucio
Acak«A unos días de finalizar el tercer año del curso de héroes en la UA, a Denki le pasa algo... Muy extraño. Rebasa los límites de su imaginación y su realidad, porque ¿en qué maldito momento iba a pensar que Katsuki le iba a ofrecer ser su amigo con...