Niall Horan no sabía por qué la empresa de transportes en la que trabajaba insistía tanto en tener siempre la última y mejor electrónica en la oficina. El año pasado, todos los equipos se habían actualizado a la nueva versión de Windows y durante semanas, nada parecía funcionar bien. Las facturas a los clientes no fueron enviadas, los certificados de embarque desaparecieron, los envíos se quedaron colgados a la espera de una autorización que nunca llegó. En el momento que parecía que todo volvía a funcionar bien, el sistema de correo electrónico había cambiado y dejó de funcionar correctamente. A continuación el programa de contabilidad se actualizó y fue también, kaplooey.
Algunos días se preguntaba si no se estaba haciendo demasiado viejo para toda esta mierda. Podía recordar que los certificados de embarque habían sido escritos a mano por triplicado. Claro que la copia de color rosa del fondo a veces era demasiado difícil de leer, pero, al menos, el documento no desaparecía en el ciberespacio. Se mantenía en un archivo en algún sitio por la eternidad.
Pero no duró mucho. Todos sus viejos documentos se habían escaneado o se reintrodujeron en el ordenador. No podía ir al archivador, sacar una caja y abrir la carpeta en busca de una vieja factura o albarán. No existían. O más bien, lo hacían, pero en forma de códigos binarios de bits en un disco duro en algún lugar, con una contraseña cifrada que había que cambiar cada semana, y a pesar de que recibía una actualización a través del correo electrónico del departamento de informática cada semana, nunca recordaba la larga combinación de números y letras que necesitaba para abrir sus archivos.
La semana pasada, anunciaron que todos los equipos de la empresa se iban a actualizar de nuevo. Pero no iba a ser Windows esta vez, serian cambiados a Mac. Niall no estaba seguro de lo que eso significaba en realidad, pero la vista rápida que les dieron del nuevo sistema le hizo daño a su cerebro. En cierto modo, parecía similar, ciertamente, pero los chicos del departamento de informática presionaron en la necesidad de aprenderse los atajos de teclado y Niall no podía conseguirlo. ¿Qué había de malo en usar el ratón? “muy lento” le contestaron. ¿Siguiente pregunta?
Demasiado lento, mi culo, pensó. A los cuarenta y tres años, le gustaba pensar que todavía estaba en la flor de su vida. Se mantenía activo después del trabajo, pasando sus tardes en el gimnasio y los fines de semana hacía senderismo o rafting. Cada vez que salía con sus amigos, su robusta belleza todavía llamaba la atención. Nunca se quedaba en casa un viernes o sábado por la noche. Vestía bien y disfrutaba de las comodidades de la vida. ¿Cuántas veces un camarero de un restaurante le había escrito su número de teléfono debajo de su factura? Niall tonteaba con hombres y mujeres y ninguno había conseguido atarlo aún. Así que ¿Cómo iba a ser demasiado viejo para encontrar el modo de hacer su trabajo?
Cuando llegó a trabajar el lunes por la mañana, su nuevo Macbook Pro estaba en su escritorio. Se veía tan… tan pequeño. Dejó su maletín en su silla y miró la delgada hoja de aluminio brillante. Parecía insustancial y cuando lo levantó parecía que flotaba ¿Cómo iban a reemplazar su enorme ordenador de escritorio, que se ponía debajo de la mesa para que no ocupara demasiado espacio, con esta cosa? No había cables de conexión con nada, no había ratón, nada. ¿Funcionaria?
Con cuidado, puso su MacBook a un lado y abrió su maletín. Dentro estaba el portátil más grueso, con Windows, que usaba cuando tenía que llevarse trabajo a casa. Sacó el enredado cable de corriente y se metió debajo de su escritorio para enchufarlo a la regleta, pasó el cable por detrás de la mesa antes de conectarlo al portátil. Había un pequeño ratón en la cartera que se conectaba con el portátil antes de encenderlo. Puso el MacBook a un lado, sin cuidado. Utilizaría esa cosa cuando sus manos estuvieran frías y muertas.
Por desgracia, cuando Niall encendió su portátil, supo de inmediato que algo iba mal. Para empezar, tardaba demasiado tiempo en arrancar. Pasaron dos minutos, luego tres y el logo de Windows parpadeó un par de veces, pero no desaparecía. Se quedó mirando durante cinco minutos completos, Niall mantuvo la mirada en la pantalla y luego miraba encima de su escritorio para volver a mirar la imagen de inicio. Finalmente la imagen desapareció, únicamente para ser substituida por… nada.
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Tentation. {Ziall Horalik/One Shoot}
Ficção AdolescenteAdvertencias: Está obra es de contenido homoerótico, contiene escenas sexuales explicitas entre hombre/hombre (M/M) y su contenido puede resultar ofensivo para algunos lectores. Además su contenido no es apto para cardíacos. Autor: J.M. Snyder. Adap...