~20CM~

4.6K 445 298
                                    

⚜️
La historia contiene alteraciones en la altura de los personajes.

Hemos estado juntos desde que éramos niños
y pasó un tiempo desde aquel cálido verano en que te ví,
ahora soy mucho más alto que antes y mi voz también ha madurado”

Sus párpados se apretaron y luchó contra la rendija de sol que se filtraba por su ventana, odiaba cuando eso sucedía más sin embargo, era mucho más la pereza de ir y poner unas cortinas para evitarlo.

Escuchó movimientos fuera de la puerta de su habitación, por lo que supuso su perrito Holly era quién insistía en rasgar la puerta. Soltando un suspiro, se estiró para así tener las fuerzas para levantarse, arrastró sus pies y su mano apretó el cerrojo de la puerta mientras soltaba un bostezo.

-- ¡YoonGi, levántate y alimenta a Holly y debes ir a la escuela!. -Gritó su madre desde abajo.

Sus ojos se encontraron con los del cachorro y sonrió sin poder evitarlo ante el silencioso pedido de éste. Se agachó en su eje y tomó entre sus brazos al perrito, para así bajar hacía la cocina en busca de su alimento.

-- Dios YoonGi, ¿Que te he dicho de andar descalzo por la casa?. -Su madre le miraba seria desde su lugar, sosteniendo un bol con mezcla dentro.

-- Buenos días para tí también mamá.

Sí, su humor no era el mejor por las mañanas.

-- Como sea, alimenta a Holly y ve a alistarte, sabes que no puedes estar faltando a cada momento.

Con un suspiro pesado, arrastró sus pies hacía la escuela, odiaba la preparatoria, pero no podía hacer nada contra las insistencias de su madre.

Sentado escuchando la voz del profesor de historia, su mente se expandió y pensó en cuánto quería ir a la biblioteca de la escuela, amaba estar ahí, sobre todo cuando los libros nuevos llegaban y él podía tener más para leer.

-- Pueden salir.

La gloriosa oración para cualquier estudiante fue dicha y así todos -Como era costumbre- corrieron sin despedirse del maestro, en busca de llegar primero y tomar su comida preferida.

-- Hola YoonGi ¿Seguirás con el mismo o quieres otro para leer?.

-- Preferiría el mismo.

La mujer sonrió feliz y le entrego el libro que apesar de ya estar desgastado y viejo, seguía cumpliendo su función de dar una buena lectura.

Como era costumbre, se escabulló entre los estantes llenos de libros y se resguardo en las mesas más apartadas, no había nadie ahí y es que nadie además de él preferirían quedarse a leer que ir por algo de comer.

Estiró sus piernas y se acomodó, las hojas seguían siendo cambiadas al pasar de los minutos, el sonido era tan tranquilizante que aveces olvidaba que estaba en la escuela.

-- Hola mamá. -Saludó en susurro.

Sin esperar respuesta corrió escaleras arriba con el cachorro pisando sus talones; al parecer su perro sabía que día era, puesto que le miraba desde su cama con la lengua de fuera y su cola reboloteando de un lado a otro.

20CM ; YoonMin/윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora