Capítulo III: Mí rareza

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Capítulo III. Mí rareza. Y nadie parece notarlo pero en el fondo me siento ajeno. Cuando me miro y cuando miro al resto. ¿Algo no anda bien en mí? ¿Dime por favor qué es? ¿Por qué ellos se ríen cuando dos niñas jugan a prometerse amor? ¿Y por qué se enojan cuando dos niños se despiden de beso? Tengo tantas preguntas, y mí reflejo no dice nada.



Sakura era una niña inteligente, al menos de esa forma la habian descrito en la academia, entre algunos compañeros y en casa. Aunque en casa solo su madre solía aclarar lo muy inteligente que ella era, porque su padre estaba más concentrado en hacer chistes, que en lugar de risa causan un sentimiento de humillación en ella.

Sin embargo, cuando se unió al equipo siete no espero que la describirán como la inteligencia del grupo. No pensó que Kakashi la veía así, ni que Sasuke lo hacía. Por lo tanto significaba un gran avance para su propósito de ser correspondida por Sasuke. Ah, Sasuke. Le gustaba desde que ingreso a la academia, ¿Por qué le gustaba?

Sasuke era inteligente, dedicado, estudioso, aplicado y muy atractivo. Destacaba de una manera sobresaliente en todo, Sasuke simplemente era perfecto. Y Sakura se había quedado prendida con esa ilusión.
Pero por más que lo mirara y suspirára por él, siempre quedaba en eso, en una niña más.

A veces cree que hizo cosas muy tontas solo para que Sasuke creyera que era genial. A veces, solo a veces piensa en Ino, y le duele un poco no poder contar con sus charlas, porque son sobre todas las cosas, mejores que los intentos de hablar con su padre.

Sakura ha estado mirando el techo de su habitación más tiempo del que debería, pero no tiene las fuerzas necesarias para poder levantarse. Han ocurrido cosas muy raras en los exámenes Chūnin. No puede olvidar las cosas que ocurrieron a Orochimaru, a la marca de Sasuke. Le prometió, como buena amiga que era que no mencionaría nada de eso a Naruto.

—¿Y si le digo? —interroga en voz alta, para si misma. Podría decirle a Naruto, descubrió de forma instantánea que Naruto tenía un don para solucionar las cosas. — Se enfrentará a Gaara...

El recuerdo del nombre le hace tener un escalofríos. Sakura era inteligente, pero esta vez no estaba segura de su decisión de guardar silencio. Sasuke la consideraba su amiga, había sido bastante difícil pasar de ser la simple compañera, pero en ese intervalo entendió algo que la dejo asombrada. Sasuke por los suyos, arriesgaría todo.
Con la imagen del chico que le gustaba, la niña se levantó de la cama, pensando en ir en busca de Sasuke antes de que el combate y quién sabe qué cosas no les dejará tiempo para juntarse.

Bastó que caminará una cuadra para encontrarse con el despistado y enano de Naruto. Ella sabía que a Naruto le gustaba, no era sorpresa él siempre lo decía y trataba de darle cumplidos, la defendía, causando en Sakura la confusión. Naruto era un buen niño, pero le era tan extraño el hecho de recibir tanto sin malas intenciones. O sin temer por arruinarlo.
Era algo mala con Naruto, pero necesitaba hacerle entender que solo podrían ser amigos si es que así se daban las cosas. Ella estaba más interesada en otro tipo de muchachos.

—Sakura. —el llamado proveniente de Naruto hizo que detuviera su caminata, haciendo que su plan de evitarlo no resultará. — ¿Ibas camino a ver a Sasuke?

La sonrisa tan brillante, tan pura y lejana de la codicia humana, hicieron a Sakura sentirse algo triste por algunas cosas. Pero solo pudo expresarlo con esa voz interior que siempre era lo que ella no podría ser.

—Sí Naruto. ¿Tú también quieres ir a ver a Sasuke?  —preguntó. Sabiendo la respuesta. Era algo extraño pero aunque fueran “rivales”, solía encontrar a Sasuke mirando a Naruto. Raro. Pensó.

Sasuke cayó en un trance. Alguien o algo había torturado su cuerpo y su mente. Donde a pesar del tiempo que paso la sensación seguía por todo su cuerpo. Él no quería matar a su hermano, no realmente, lo descubrió cuando el gritó de su aterrada compañera Sakura lo detuvo, volviéndolo a la realidad.
No quería causar dolor, porque el dolor era horrible. Pero estaba realmente muy molesto, demasiado, tanto que no sé creía capaz de perdón jamás a su hermano.

No era justo.

Se había llevado las vidas de todos los que quería, sin dar una miserable explicación. Llegó a pensar durante noches de desvelo que Itachi finalmente se había quedado trastornado después de haber iniciado una vida demasiado joven como ninja. Y si es que Itachi era un trastornado habrían otras formas de condenarlo, pero no sería con su muerte. No deseaba ese tipo de venganza.

Sin embargo su trance fue más grande, porque había una risa que hacía eco en su cabeza, durante cada día de cada tarde donde Kakashi lo entrenaba, ahí estaba, una risa escalofriante, que le daba miedo por una simple razón: Esa cosa sabía que le gustaba Naruto.
No entendía en qué momento, en qué situación pero había descubierto sus sentimientos por Naruto.

Por eso ese día necesitaba ayuda, mucha ayuda. Porque era un ser humano que ya no podía con todos sus secretos y porque en sí mismo jamás encontraba las respuestas que quería. Miraba a Kakashi con atención, con ojos calculadores —ojos de aguja según el maestro—, pensando si valía la pena o no.

¿Si Kakashi le decía que estaba mal, significaba que estaba mal? Porque sacando conclusiones los adultos deben saber más que los niños. Pero Sasuke recuerda que ha visto a muchos adultos tontos.

¿Y si Kakashi dice que está bien, eso equivale a una vida normal paralela a la de tener a su hermano con él? Esa respuesta le alegraría un poco. Porque según el señor del ramen, el amor jamás hace a la gente anormal.

—¿Sucede algo Sasuke? —preguntó Kakashi. Viendo que la concentración de su alumno se iba cuesta abajo.

—¿Crees que todos merecemos amar?

Kakashi pestañeo, soltando un pequeño ¿He? Para hacer desparecer por completo la electricidad de su mano.

—Claro. Digo, yo los amo a ustedes cómo si fueran mis hijos. —respondió sonriendo. — Además según sé, todos podemos amar. ¿Pero será que todos quieren ver a gente amando?

La pregunta quedó en el aire cuando un fuerte golpe se escuchó, alejando a los pájaros.

















N/A: Creo que este capítulo ha sido más una introducción respecto a como se sienten los personajes y como es el entorno que los rodea. También como para mencionar el "amorío" de los otros personajes, que podría parecer simple al creer que Sasuke se complica, por el hecho de que le guste otro niño, pero parece que en si, los sentimientos siempre serán complicados (?)

Ah, que me pongo poeta con esta historia, gracias por leer💕

𝗝𝘂𝗲𝗴𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗔𝗺𝗼𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora