"Permítame Olvidarle" [✓]

Obscuro

*Nada podría importarme menos que lo que tú quieras*

Carcajadas mentales por ahora. Ya que no podría reírme de una manera tan cínica en público

Cautelosamente dejé mi asiento, que estaba justo enfrente de Olivia y pasé a tomar el que estaba a su lado. Puse mi mano en su pierna derecha y apreté, mientras susurraba a su oído:

"Quién decide cuándo se acaba esto soy yo"

Hizo un gesto de dolor y quito mi mano de su pierna

-No te equivoques Millán. Ya presenté la demanda de divorcio con tu abogado-

¿Es real Olivia?

-¡Bien! Vete de la casa entonces-
-No creo que sea así de fácil-
-¿Porque no lo sería? ¡Te aseguro que lo es! ¡Es más! Puedes irte hoy mismo-
-...¿Y Banelope?-

No podía verme. Pero estoy seguro de cómo mi mirada se endureció al instante y de como ella la notó

Con una sonrisa de oreja a oreja le hablé

-Sobre Banelope no hay nada que decir. Ella se queda conmigo-
-¡Antes muerta!-

Sonreí y tomé de mi jugo verde

-No me facilites tanto las cosas Olivia-

Me miró con cara de incredulidad. Yo solo me limité a guiñarle el ojo

Pero eso que dije....eso era real. Yo sería capaz de todo por mi hija. Jamás permitiría que la alejaran de mi. Ni Olivia ni nadie

-Básicamente tienes una oportunidad...-
-Eres un idiota Caruso- Me encogí de hombros. Pensaba contestar con más amargura su insulto pero entonces llegó corriendo a mis brazos Banelope. La discusión había acabado

***

-Sr.Caruso, tenemos noticias importantes-
-Todo es importante Cinthia ¿De qué se trata?- Solo respondí así y continúe viendo la pantalla de computador, eso hasta que soltó una bomba en mi mente
-Es sobre. La señorita Penélope-
Quedé helado ¿Quién le dijo a Cinthia que quería saber sobre aquella mujer? En estos años he ignorado todo lo que tenga que ver con ella. Es más. Nisiquiera he querido saber qué ha sido de su vida
-No quiero saber nada-
-Sr... Es importante-

Mi cólera estalló en ese momento ¡Soy Caruso! Si yo digo que no importa. No me importa maldita sea!

-¡He dicho que no! -
Cinthia permaneció inmóvil unos segundos. Después le hice una seña con la mano para que se fuera

Me levanté de la mesa y caminé hacia mi bar. ¿Whiskey a las 11 a.m? No...por Penélope jamás Caruso. Aquel vaso terminó estrellado en la pared y yo salí de la oficina.

-¡Señor Millán!-

Salí tan deprisa que no me dí cuenta de que había alguien que me esperaba afuera de mi oficina. Un hombre viejo que llevaba un anticuado maletín color café

-¡¿Que!?-
-Vaya modales para alguien de su estatus-

No tenía ni idea de quién era ese hombre y sinceramente tampoco me importaba. En ese momento no tenía el mejor carácter...era obvio que me desquitaría con la primera persona que se me pusiera enfrente

-Mis modales no son problema suyo ¿Que quiere?-
-Soy el abodago de su esposa, la señora Olivia Caruso-

Dejé de lado mi postura agresiva. Retomé mi caminar y me dirigí hacia aquel hombre.

La diferencia de tamaño es evidentemente. Este hombre se mira tan insignificante delante de mi. Mi cuerpo ahora se tornaba amenazante

-Pase a mi oficina-

***

-Sr. Millán...la cosas no deben de darse así-
-Soy un Caruso...que no se te olvide-

Vaya abogaducho se fue a conseguir mi esposa. Tiene todo mi dinero a su disposición y fue a contratar a este esperpento ¿Así crees ganarme Olivia?

***

-¡Eres un idiota!-
-Yo también te quiero cariño-
-¿Porque lo hiciste? ¿Porque lo haces?-
-El porque es muy sencillo y es porque puedo-
-Amenazar a mí abogado es muy bajo-
-Mas bien muy fácil y suerte con encontrar a otro...dudo que alguien quiera arruinar su carrera-
-Solo dame el divorcio Millán-
-...No-
-¿Porque?-
-Nuestro matrimonio es real. Y será hasta que la muerte nos separe Olivia. Mi hija no verá a sus padres separados -
-...Solo quiero rehacer mi vida-

¡¿Rehacer su vida?! ¿Que significa eso? Es que acaso ...

-¿Estás viéndote con alguien?-

Olivia no contestó...

Por un momento llegaron a mi mente muchos recuerdos

Cuando nos conocimos
Cuando estuvimos juntos
Cuando esperábamos ansiosos por Banelope
Cuando nos casamos

¿Acaso ella ya está con alguien más?

-¡Contéstame Carajo!- La sujete por los hombros y la sacudí un par de veces. No estaba preparado para lo que escucharía
-Si...he conocido a alguien- Mi sangre comenzó a hervir en cuanto ella abrió la boca
-¡Eres mi maldita esposa! ¡Eres mía!-
-Soy tu esposa por compromiso y lo sé...me lo has hecho saber-
-No me dejaras en vergüenza con nadie-
-¡No he hecho nada Millán!-
-¿No aún?-
-Sé bien que soy tu esposa... Pero ya me dejaste claro que yo no te importo ni me quieres. Quiero y puedo hacer a alguien feliz ¿Porque me lo negaría?-

¿Tenía razón? No lo sé. Pero no quiero que se vaya. No así. No para correr a los brazos de alguien más.

-Si te quiero- Olivia permaneció delante de mí y no dijo nada. Yo la volví a tomar pero está vez la apreté contra mi. Al principio no quiera que lo hiciera, pero después aceptó mi beso

-¿De verdad?-
-No mentiría...no quiero perderte. Arreglemos todo Olivia-
-No sé porque no te creo-
-Estoy mostrándome para ti...-
-Tu eres obscuro Millán-
-Cambiame, te doy permiso-

Terminó en mis Brazos.

¿Y así me quieres decir que quieres estar con alguien más? Ay Olivia. Tu eres mía hasta que yo me canse de que sea así.

*NOTA DEL AUTOR*

¿POR UN MOMENTO CREYERON EN LA PALABRAS DE MILLÁN?

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