-¿por que nunca sonries?- pregunto ella tan tierna y dulce como es despues de todo lo que paso
-por que el mundo me hizo asi y lo unico que me hace sonreir de verdad son los seres que amo- respondi con toda sinceridad.
- oohh ¿y que soy yo para ti...
Con Elizabeth. Había estado llorando toda la tarde hasta quedarme dormida bajo el arbol y cuando desperté note que era de noche y todo estaba oscuro incluso la casa. Me levanté como pude para caminar hacia la puerta para entrar y al abrirla todo está oscuro.
Elizabeth:- que raro, siempre algunas luces están prendidas.
Cuando estaba caminando vi como había una pequeña luz en la sala, caminé hacia ahí tratando de no llevarme algo por delante y entre, vi que había velas por la mesa y en casi toda la sala pero formando un camino hacia las escaleras. Estaba por subir las escaleras cuando vi una nota sobre la mesa, me acerque y leí.
"Mí dulce Elizabeth: espero que estés bien y no te allá pasado nada al caminar en la oscuridad, se que hice algo imperdonable esta mañana, que cause lágrimas en tus preciosos ojos... Y Quiero que sepas perdonarme y para eso te tengo sorpresas. Espero que te guste.
Meliodas"
Elizabeth:- meliodas....
Dejé la nota en la mesa y seguí el camino de las escaleras hacia arriba, cuando pasaba los pasillos mí corazón latía a mil ¿Tanto tiempo dormí para que preparara todo esto?, Las velas me dirigieron a la habitación donde compartía meliodas conmigo y en la cama había una caja amarilla con un liston azul presioso, con pétalos rojos alrededor y una nota.
"Quiero que te pongas lo que hay en esta caja,y por si te lo preguntas lo eligio gelda ya que mí gustos son muy exagerados nishishi... Luego baja que te estará esperando zeldris para llevarte al lugar donde te espero princesa
Meliodas"
Oh por dios, lleve esa nota hacia mi pecho mientras suspiraba con amor, este hombre me enamora mas, luego la deje de lado para voltear a ver la caja, me acerque hacia ella sacándole el listón azul que tenía para luego destaparla y agarrar lo que alla dentro y.... ¡Oh por dios! ¡Es un vestido negro pecioso!. Empecé a desvestirme con ansias para luego ponerme el vestido.
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¡Me encanta!, Me dirijo al tocador que había en la habitación para peinarme asi convinaria con el vestido, pero mis manos temblaban de la emoción que no pude hacerme la gran cosa así que deje mi cabello largo ondulado con dos trenzas como corona. me puse los zapatos rojos que me habia regalado y sali de ahi, cuando llegue a la puerta vi a gelda esperándome fuera del auto.
