"Él me quería..."

150 7 0
                                    

Algunas semanas mas tarde cuando Erik regresó del trabajo Raven le tenía una noticia.

-Charles llamó- dijo mientras se levantaba de la silla (cosa que le costaba cada vez mas debido a su abultado vientre) -Dijo que vendría de visita, quiere vernos y también a su futuro sobrino. 

Erik se quedó algo sorprendido. Charles no había llamado ni una vez para preguntar por el estado de Raven en todos estos meses y de repente decidía hacer una visita. Se encogió de hombros, su cuñado era raro y su relación con Raven siempre había sido complicada. 

Raven ordenó la casa para que estuviera presentable y preparó la cena. Fue a cambiarse de ropa, se miró el espejo y le hizo una mueca a su reflejo. La ropa le dejaba de quedar muy rápidamente. 

Pasó una hora, luego otra. Charles no llegó. Intentaron llamarle pero las llamadas saltaban inmediatamente a buzón. Cenaron, paso otra hora mas. Raven se quedó dormida; era mas de medianoche. 

***

Al día siguiente Raven despertó en su cama. Sonrió pensando en como se las habría arreglado su esposo para trasladarla a la cama. Luego recordó a su hermano. 

Encontró a su esposo en la cocina, estaba pálido y demacrado.

-Amor ¿Qué sucede?

Él no respondió, se quedó callado por varios minutos y finalmente se lo dijo.

-La policía llamó hace un rato- hizo una pausa -hubo un accidente en la carretera. 

Raven suspiró de alivio. Eso explicaba la tardanza de Charles, el accidente de seguro había obstruido el paso en la carretera. “Al menos pudiste llamar” pensó. Pero había algo mas, lo supo al ver el rostro de Erik y algo mas “¿Por qué la policía llamaría a mi casa?”

-La descripción coincide con el auto de Charles- continuó. -Y hallaron un cuerpo.

“No” sintió que la respiración se quedaba atorada en sus pulmones y los ojos se le llenaron de lagrimas. Erik no podía estar hablando de Charles. No era posible. 

-Lo siento mucho, cielo.

-No, no no no.  Por favor dime que no es verdad.

-Raven yo…

-Por favor…

-Discúlpame pero no sabía como decírtelo. Sé cuanto lo querías.- Una breve pausa.- Y sé cuanto te quería él a ti.

-Si, e-él me quería…

*Flashback*

-¡Suéltalo!- le ordenó un niño de cabello café a su hermanita mientras cada uno tiraba del extremo de un muñeco.

-¡Por favor Charles!- le suplicó la pequeña de rizos rubios mientras jalaba con insistencia -Tienes muchos juguetes, préstamelo

-Tu tienes uno igual- le espetó el pequeño Charles, inflexible.

-No es verdad, tu me lo rompiste- le reprochó Raven. -Así como rompiste todos mis juguetes.

Charles no cedió a pesar de las súplicas de Raven . Esta recurrió a sus padres quienes le dijeron que podía tomar prestados los juguetes de su hermano si prometía cuidarlos y devolverlos a su lugar cuando terminara de jugar. Así lo hizo.

Al día siguiente él la había visto abrazando al muñeco por el que había empezado la pelea. No dijo nada, sólo se acercó a ella y le dio un empujón. No habría sido tan grave sino se hubieran hallado al borde de la gran escalera de la mansión.

Después de aquello Charles no puso objeción a que ella se quedara con el muñeco, es mas, ni siquiera pareció importarle. Pero eso no había sido ningún consuelo para Raven y su pierna, que se había roto al rodar por las escaleras. 

***

Años mas tarde Charles había empezado a beber y consumir drogas, y su relación ya de por sí difícil con Raven había empeorado.

Llegaba de madrugada aprovechando las largas ausencias de sus padres y siempre parecían terminar discutiendo. Durante esas peleas él siempre le repetía lo mucho que la odiaba y la insultaba de todas las formas posibles. A ella le dolían sus palabras pero conforme se repetían una y otra vez, aprendió a  no hacerle caso mientras se decía a si misma que él no hablaba en serio, que eran incoherencias causadas por sus vicios y que muy en el fondo su hermano la quería. 

Finalmente sus padres intervinieron y Charles fue a rehabilitación. Ella hubiera querido marcharse lejos a la Universidad pero la enviaron a la misma universidad que Charles, encargada de vigilar que su hermano no volviera a caer en sus adicciones. El papel de niñera de Raven no agradó a ninguno de los dos hermanos y sus asperezas se acentuaron aún mas. En la Universidad optaron por mantenerse tan alejados como era posible. Fue ahí donde conocieron a Erik, ella en sus clases de Ciencias Sociales, él en el Club de Ajedrez. Se enamoraron de él. Ella de forma abierta, él en secreto. Erik se enamoró de Raven y parecía llevarse bien con Charles hasta que este descubrió que estaba saliendo con Raven, entonces todo el encanto se esfumó. Confrontó a su hermana sin revelar sus verdaderos motivos.  Trató sutilmente de separarlos en incontables ocasiones, sin lograrlo. Finalmente rompió todo contacto con su hermana. Ella, que siempre consideró su actitud como celos de hermano se desconcertó por su actitud pero consideró que tal vez su hermano necesitaba distancia tal como ella una vez lo había querido así que lo dejó alejarse y no volvieron a hablar hasta que se anunció el compromiso. 

Y él había estado en su boda, había bailado con ella. Le había mostrado su apoyo por primera vez desde que eran niños. Y había querido conocer a su sobrino. 

Pero eso ya no importaba. 

***

Raven sufrió mucho tras la muerte de Charles pero tuvo que superarlo con el paso de los meses por su bien y por el bien del bebé.

Cuando se cumplieron dos meses del embarazo de Charles y 7 meses del embarazo, Raven acudió a hacerse una ecografía. Fue ahí donde le dijeron que estaba esperando gemelos y por primera vez desde la muerte de su hermano Raven se sintió verdaderamente feliz y cuando Erik se enteró ella creyó que él se volvería loco de alegría. 

Finalmente llegó el día en que nacerían los bebés. No se sabía quien estaba mas nervioso si Raven o Erik. Ella deseaba poder tener a alguien de su familia que la apoyara en eso momentos difíciles hasta que Erik le acarició suavemente el cabello y le aseguró que todo estaría bien. 

Lo siguiente fue confuso; recordaba vagamente el horrible dolor y sus propios gritos le resonaban con fuerza en los oídos. Alguien le gritó que pujara. El dolor crecía y crecía hasta que todo terminó. Le pareció que le ponían a sus bebés en brazos y distinguió sus caritas rojitas y dormidas. Luego despertó como de un sueño. Preguntó por sus bebés, una enfermera con mucha suavidad le explicó lo que había pasado. Sus bebés habían nacido muertos. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 16, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Maldición, rencor y venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora