Tú: Sensei Yuta!~
El de verdad que tenía experiencia con el sexo, besaba mi cuello y lo lamía, mordisqueaba mis pezones y estimulaba mi cuerpo, sin la nececidad de tocar mi vagina, y aún así, sentía mi vagina chorrear líquidos y mi clítoris palpitar.
Bajo sus besos desde mis pechos hacia mi vientre, siguió bajando y llegó hasta la altura de mi intimidad, tomó una de mis piernas y la alzó suavemente con su mano, dejando a su completa disposición mi vulva.
Yuta: me encanta que tu vagina este tan rosadita y suave.
Empezó a dar caricias en mi pelvis recién depilada y siguió bajando hasta llegar a mi monte de Venus, con su dedo corazón lo masajeo en círculos y luego empezó a dar besos en mi clítoris. El solo con hacer eso, hacia que me convirtiera en un cúmulo de gemidos y jadeos.
Yuta: Linda, eres muy ruidosa, haz un poco de silencio, podrían escucharnos desde afuera.
Asentí con la cabeza y traté de no gemir, era completamente imposible, el era muy experimentado en el sexo, sabía que puntos estimular para hacerme gemir como loca.
Yuta: ¿Es tu primera vez?
Tú: S-si...
Yuta: Lo haré suave, solo trata de no pensar en el dolor.
Lo dejé seguir con su trabajo, el me llevó hasta un sillón de una tela muy suave, donde me recostó y me abrió las piernas. Empezó a lamer toda mi vagina, puso bastante saliva en mi entrada, me hizo lamer dos de sus dedos, el anular y el corazón, los lamí con gusto, mientras masajaba por encima de su pantalón su pene. Luego sacó sus dedos de mi boca dejando un hilo de saliva entre estos y mis labios, me besó y introducio uno de sus largos dedos en mi vagina, solté un gemido en su boca y el por su parte soltó una pequeña risa.
Empezó a mover su dedo con facilidad, aunque estaba apretado, la saliva que anteriormente había dejado, le permitía moverlo con facilidad, se separó de mi y bajo a mi vagina, aún con sus dedo en mi interior.
Mientras lo movía, lamía mi clítoris, introdujo un dedo más, y de nuevo mis grandes gemidos se hacían presentes. Realmente agradecía que afuera estaban en receso y el ruido era fuerte.
Bajé mi mirada y pude verlo masturbando su pene, que por cierto era bastante grande, sus gemidos y la escena me hizo pensar un millón de perversidades, cosa que me llevó a casi tener un orgasmo, si no fuese por el profesor Yuta.
Yuta: Oh no cariño, no te vas a correr aún, no antes de que mi pene esté dentro de tí.
Se levantó y se terminó de desnudar frente a mí. Acomodó su pene en mi entrada y empezó a moverlo en círculos, sin penetrarme.
Yuta: seré delicado.
Me dedicó una dulce sonrisa y abrió más mis piernas, introdujo su pene suavemente y lentamente. Con una de sus manos estímulo mi clítoris suavemente, mientras besaba mis pechos para no perder la exitación, se quedó así por un momento, y luego empezó a mover su grueso y duro pene dentro de mi vagina.
Al principio me dolía pero conforme pasaba el tiempo, el dolor se convertía en placer.El al notar mi expresión de placer empezó a moverse más rápido y a embestirme salvajemente.
Tú: ¡Ah! Sensei! ¡Sea más delicado!
Yuta: lo siento, pero no puedo parar, me vuelves loco.
Siguió penetrandome mientras manosea a mi cuerpo y dejaba chupetones en mi cuello, y de vez en cuando, ¿me daba amorosos y románticos besos?
Luego de muchos minutos, y de varias posiciones, estábamos a punto de llegar al orgasmo. Estaba en cuatro, por lo cual Yuta, al darse cuenta de que me venía, se acercó a mi oído y empezó a decir cosas obscenas. Cosa que hizo que un orgasmo llegará en camino. Un rato después el se vino y lleno mi útero de su caliente semen, el notando que aún no me venía, bajo una de sus manos y estímulo mi clítoris rápidamente mientras me seguía penetrando, unas pocas estocadas más después de su orgasmo, llegó el mío.
Se recostó al lado mío en el sofá y deposito un beso en mis labios.
Yuta: te amo. Eres mía, yo soy el único hombre en tu vida, soy el único que te mira, el único que te toca, el único que te hace llegar a las nubes, solo debes mirarme a mí. Yo todo en tu vida, ¿Ok?
Asentí con la cabeza y me recosté en su pecho, al poco tiempo el recibió una llamada y se paró a contestarla, al ver el número, se alarmó y contestó rápidamente.
📞En la llamada ( lo que TN escuchaba )📞
Yuta: Hola
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Yuta: estoy en la universidad atendiendo un problema
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Yuta: si, si ya voy
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Yuta: Sí yo también te amo!
El se había cambiado rápidamente, al igual que yo, me levanté del sofá y le dí una cachetada, el me miró extrañado pero al darse cuenta de lo que pasaba, trató de explicarme, pero yo ya había salido de su oficina, azotando la puerta.
Corrí por el pasillo llorando, el trató de seguirme pero yo ya tenía ventaja. Tuve suerte de que el pasillo estaba desierto, me las arreglé para salir de la universidad desapercibida.
Llegué a la avenida y pedí un taxi hacia mi apartamento.
Entré y corrí hacia el baño a llorar, me sentía sucia, no puedo creer que el me haya utilizado e ilusionado de esa forma, me quité la ropa y me metí en la bañera.
Continuará.