DxD

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Dolly Junior Quería saber qué fue lo que sucedió en la vida de esta can y le preguntó a Dylan.
—Tío Dylan, ¿quién es el perro que escribió esto y quién es su amado?
Dylan no sabía que decir a Junior, que el diario era de Dolly, pero él no tenía forma de decirle la verdad.
—Lo siento Junior, pero no sé de quién es el diario —dijo Dylan mintiendo.
Dylan se va de la habitación con rumbo a la puerta principal de la casa, cuando de pronto alguien le habló.
—Dylan, ¿a dónde vas?
—Hola Dolly, voy de paseo al parque —Respondió Dylan con una mentira, sin embargo, los nervios se hicieron presentes.
Dolly sabía que Dylan era malo para mentir, ella sabía que algo ocultaba.
—Sabes que fui algo más que tú hermana, así que vamos al ático dónde nadie nos escuche —respondió Dolly.
Dylan aceptó; los dos fueron al ático dónde nadie los escucharía.
—Bien habla.
—Es algo delicado, pero está bien. Junior encontró tu diario, la verdad ahora sé cuánto me amaste —dijo Dylan avergonzado.
Dolly al oír esto se molestó, pero a la se sonrojo no iba a dejar a Dylan así, Dylan intentó salir del ático, pero tenía seguro Dolly sabía que no había causas sin consecuencias, entonces tomó a Dylan del collar. «¡Perruna suerte!, ¡perruna suerte!, ¡Perruna suerte!» eran los gritos de Dylan.
—Ven perrito traidor —dijo Dolly.
Dolly somete a Dylan contra el piso y lo besa con una pasión que sorprendió al dálmata, pero al final correspondió el beso duraron 5 min. Besándose para después separarse por falta de aire.
—Pero se ve que aún me amas —dijo Dylan confundido.
—Nunca deje de amarte, pero tú sabes lo que sucedió, pero si alguien más se da cuenta de que no son tus sobrinos, si no tus hijos aunque tú me haces falta —dijo Dolly con miedo.
—Lo sé, pero estarían muy molestos con nosotros, aunque yo los amo como mis hijos —dijo Dylan con tristeza.
—¿En serio papá? —preguntó alguien.
—Dash, ¿qué te hemos dicho de esconderte entre las sombras? Ya te pareces a Dante cuando era un cachorro —dijo Dolly molesta.
—En primera, no me esconda entre las sombras para asustar a los demás. Y en segunda, no me parezco en nada al tío Dante. Papá dile que no me castigue —dijo Dash.
Dolly ve a Dylan con ojos de pistola, Dylan tenía miedo de Dolly, pero no le importo.
—Está bien, puedes seguir haciendo esto, pero asustes a nadie, por favor —dijo Dylan.
—Dash, ¿puedes dejarnos a solas a tu padre y a mi? —dijo Dolly a su hijo.
—Ya te entendí, mamá tú y papá van a trabajar en mis nuevos hermanos —dijo Dash guiñando el ojo con malicia.
Los dos adultos se miraron de reojo y sonrojados al saber que su hijo los había descubierto en aquel momento intimo.
—Mejor vámonos todos de este lugar —dijo Dolly preocupada.
Los dos dálmatas se van del sitio sin saber que Dash iría con su hermana Junior para decirle algo que perjudicaría a Dylan y Dolly
—Hola hermanita, ¿quieres saber algo de papá?
—¡Si! —exclamó Junior de la emoción.
—Hay alguien que le conocía.

El Diario De MamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora