school - ym

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El último año de yoongi en la secundaria había comenzado, y no había cosa que lo alegrase más que eso. Quería terminar de una vez por todas con esa etapa de su vida, y no es que detestase en sí el colegio, pero se sentía cansado de esa rutina y estilo de vida, algo que posiblemente en el futuro añoraría. Estaba ansioso de comenzar su vida adulta, comenzar a estudiar aquella carrera que tanto le había costado elegir. Por supuerto que esos mismo le producía un gran miedo, estaba aterrado, pero aquello no disminuiría su entusiasmo.

Pensar en eso lo ponía ansioso, y Yoongi era una persona que se consideraba bastante racional. Sabía que seguirle dando vueltas al asunto no serviría de nada por ahora, así que solo trataría de concentrarse en el presente y ver, a fin de año, que rumbo tomaría su vida. Un rumbo obviamente ya planeado.

A pesar de su ansias por acabar quinto año, había una gran desventaja para Yoongi cuando esto ocurriese, porque significaria que ya no podría ver a jimin todos los días como lo venía haciendo desde hace un año. Y es que con el muchacho no tenía más que una siempre relación de conocidos. Las veces en las que habian entablado algun tipo de charla era gracias a Hoseok, y no eran más que pequeñas conversaciones de cortesía o siemples pregunta como; "¿Has visto a hoseok? Tengo que hablarle sobre las clases". Así que era muy consciente que luego de que él ya no estuviese más en el colegio dejaría de tener contacto con Jimin, y no quería eso. En el verano tuvo tiempo de analizar a profundidad sus sentiemiento y se dio cuenta de que la futura ausencia de ese chico en su vida lo ponía bastante triste.

Yoongi no creía ser alguien "no atractivo", en realidad no le importaba demasiado catalogar su apariencia fisica dentro de estandares sociales. Solo sabía que se sentía a gusto con su aspecto físico, no con todo por supuesto, pero cosas como sus ojos finos y pequeños, su también pequeña nariz y labios tiernos, eclipsaban sus inseguridades por su altura y tono de piel. Porque toda su vida habia resibido comentarios sobre lo bajo que era, o sobre lo blanco que se veía siempre, y no es que todas aquellas obvservaciones hayan sido en mala intención, pero le fue imposible dentro suyo no crear un pequeño complejo.

Aun así, se sentía bien, sentía que su apriencia era totalemente normal, y con eso estaba más que bien. Pero cuando observaba a Jimin, dudaba. Dudaba de si Jimin podría encontrarle algo atractivo o interesante, si le llamaria la atención. Y se sentía tan tonto en pensar en algo tan superficial como eso, pero no lo podía evitar.

Unos dias antes de comenzar las clases, en una noche de peliculas y juego de cartas en la casa de Hoseok, hablo con este sobre ese tema que tanto le incomodaba.

 —Bueno Yoongi, yo creo que es totalmente normal lo que sentis.

Comenzó a acomodar las cartas para una nueva partida, mientras por su parte, Yoongi comía papitas y observaba a su amigo esperando algún tipo de ayuda para afrontar su inseguridad.

—Se que es "normal"—Remarcó esto ultimo creando una comillas con sus propios dedos. —y que es muy bobo, pero me limita un montón a la hora de querer acercarme a él.

Hoseok notó la frustración en el tono de voz de su amigo, al igual que el verdaderon interes, en su rostro, por querer solucionar la cuestion. Así que mientras terminaba de repartir las ultimas cartas le dijo:

—Mira, vos sos alguien fachero, lindo y se de varias personas a los que volves loco —Yoongi rio timidamente y nego con la cabeza ante esa afirmación. —Pero eso realmente no importa, porque la belleza es totalmente subjetiva, y vos mismo me enseñaste eso. A mi no me parece para nada fuera de lo común o negativo tu altura, pero para vos si. Bueno con Jimin puede que pase lo mismo, pero nunca lo vas a saber si no te acercas a él.—Dejo de mirar a yoongi y termino de repartir el mazo. —Y si no te encuntra atractivo... Bueno creo que debería cambiar su defición de belleza, porque estaría totalmente equivocado.

  Yoongi un poco aliviado, rio ante esto último.

—¿No qué la belleza era subjetiva?— dijo en tono burlo, para molestar a su amigo.
—Bueno si, es lo mismo, vos me entendes —contesto, sacuediendo la cabeza y ambos rieron.

Comenzaron por fin el juego, pero Hoseok seso el momento de diversión.

—Dios mio Yoongi, te dije mil veces que no comas eso —Señalo el tarro de papitas en la mesa.—mientras jugamos, nos vez que engrasas las cartas.—Su tono de remproche caricaturesco era caracteristico en él.

Se paro en busca de servilletas para las sucias manos de su amigo, y mientras sucedía esto, Yoongi no puedo evitar sentirse la persona más suertuda del mundo al tener a alguien como Jung Hoseok en su vida.