Imagina tener solo 5 años, no haber ido nunca al colegio y no haberte aventurado apenas fuera de los confines de tu barrio, en una ciudad de la India de la que no conoces ni un nombre. Imagina perder de vista a tu hermano mayor en la estación entra...
Mis primeros recuerdos son los días que pasaba cuidando a mi hermanita pequeña Shekila, con esa carita de bebé sucia me sonría jugábamos a cucú-tras También recuerdo las noches largas y calurosas de los meses mas cálidos del año. Mi familia indú estaba formada por mi madre y mis dos hermanos. Mi madre se llamaba Kamla , mi hermano mayor Guddu al que admiraba, y mi hermana pequeña Shekila. Mi madre era hindú y mi padre musulmán : un matrimonio fuera de lo común en aquella época y que no duró mucho. Como mi padre pasaba muy poco tiempo con nosotros (más tarde descubrí que tenía otra esposa), mi madre tenia que criarnos sola. Aunque no nos educaron en el islam, mi madre se trasladó a la zona musulmana de la ciudad, donde pasé casi toda mi infancia. Mi madre era muy guapa, esbelta,con el cabello largo y brillante... La recuerdo como la mujer más bella del mundo. Además de mi hermano mayor al que admiraba. Tuvimos dos casas, la primera era donde nací y que compartíamos con otra familia indú, la segunda casa estábamos solos, pero en un espacio más reducido. Nuestra vivienda era una planta baja de un edificio de ladrillo rojo y, teníamos el suelo de barro. Nuestro barrio era uno de los más pobres de la ciudad, los niños jugábamos en las calles.
Mi hermano Guddu aquel al que admiraba mucho, tendría unos 15 años en ese entonces. Mi madre solía trabajar en la mina con las piedras y mi hermano mayor robando carbón, yo siempre le decía de acompañarlo le solía insistir. Mi recuerdo regresa a esos días.
Me encontraba en un vagón, vigilando en la puerta para que no se asomase nadie y mi hermano estaba arriba de él intentando robar carbón del vagón
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Nos encontrábamos en el tren que estaba en funcionamiento arriba de él
-Guddu! Guddu! Mira que gran trozo llevo! - Portaba un saco donde acumulaba el carbón que solíamos robar El me dio su sonrisa humilde y pacífica con su rostro sudado por las horas expuestas al sol y duro trabajo y mi rostro sució de carbón.
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El portaba una bolsa en su hombro izquierdo y se dirigió a mi -Muy bien Saroo - El me enseño todo el carbón que habia conseguido-Ya podemos regresar. De repente se hizo oscuro estábamos pasando por el túnel Y yo pegue un grito del susto Ahhhhhh!!-El túnel era largo
