Mi casa se encuentra en mitad de un bosque, a las afueras de la ciudad. A veces me gustaría vivir más cerca del centro, pero el alquiler por esa zona es demasiado caro... En fin, la economía. Tomé el coche y me dirigí hasta el trabajo. Son 45 minutos desde casa hasta allí, así que tenía un rato para pensar en mis cosas. Sobre todo el porqué de esos sueños tan raros, ¿y que quería decir con "empieza a vivir o muérete en silencio? Parecía como si me estuviese animando a cumplir mis metas, pero condenándome a morir si fallaba... Podría ser un buen eslogan para un anuncio, pero sería demasiado anti sistema.
A mitad de camino me topé con un pequeño atasco ya que había un cordón policial alrededor de la zona.
.+ ¿Qué ha pasado aquí? - Me pregunté en voz alta. Al parecer hubo un accidente por la zona donde tenía que pasar, así que eso me retrasaría un poco para llegar al trabajo.
Decidí llamar para informar que iba a llegar un poco más tarde.
+ Mis días son muy normales. -Dije irónicamente.
Tras hablar con los del trabajo, comencé a dar un rodeo por la zona ya que era imposible acceder por el camino principal, que estaba cortado.Sabía que iba a tardar más, pero al menos los alrededores estaban más o menos despejados. Eso me dio tiempo para reflexionar sobre ciertas cosas. Aunque bueno, fugazmente, ya que tenía demasiadas cosas que hacer: Trabajar, hacer la compra, ir al gym a entrenar un poco los brazos... Sep, toda esa guerra con seres de otros mundos me dejó hecho polvo.
Si, habéis leído bien. Si a mi me hubiesen dicho que existen otros mundos hace unos cuantos años habría pensado que esas personas están locas. Pero todas las teorías de los "multi-mundos" , si se les puede llamar así, se confirmaron cuando dos naves se estrellaron en la ciudad, y para colmo una de ellas cerca de donde yo estaba. ¿Bendita casualidad, no?Conocí a Thomas Catson, comúnmente conocido como Tommy, es un gato que es el príncipe del reino gatuno en su mundo. (Oye, ¿soy yo o esto se ha vuelto muy fantástico en un momento?) Al final se quedó en este mundo, luego hubo una guerra donde casi queda todo patas arriba, yo intervine dándole una tunda a los malos... Mi vida es muy extraña.
Volviendo al presente, cuando estaba ya más o menos cerca de llegar al trabajo, me encontré con dos amigos que llevaba un tiempo sin ver. Parecía que tenían un poco de prisa pero aun así decidí llamarlos.
+ ¡Heeeeeey! ¿A dónde vais con tanta prisa?
Ellos miraron hacia donde estaba yo y saludaron.
+ ¿Os llevo?
- Nos harías un favor, la verdad - respondió uno de ellos.
Ellos son dos hermanos gemelos que conocí hace ya unos cuantos años: El chico se llama Chim, y la chica se llama Mochi, son dos koalas muy majos.
+ ¿Vais con el tiempo justo otra vez? - dije riéndome.
- Díselo a Mochi, que se quedó dormida por estar viendo anime toda la noche - Dijo Chim
- ¡Oye, no es mi culpa que los animes sean tan interesantes, es culpa de quienes lo hacen! - Respondió Mochi
- ¿Pero que clase de excusa es esa?
-¡No es una excusa!
Empezaron una pequeña discusión y yo no sabía realmente si decir algo para que dejasen de discutir o quedarme callado... Al final me decidí a hablar.
+ Chicos... ¿A dónde os llevo? - Dije con una sonrisa forzada.
-Ah sí, lo siento, ¿nos podrías llevar al Ferguson's Restaurant? No hemos estado allí nunca y hemos oído que está bastante bien. -Respondió Chim
+ Ostras, yo también voy para allá, de hecho es que trabajo allí...
- ¿En serio? -Dijo Mochi
+ Sep - Le respondí al instante.
- ¿Y de qué trabajas exactamente? - Preguntó Chim
+ Cocinero y director de funciones y espectáculos -Respondí
- Ostras, eso quiero verlo -Dijo Mochi
+ Hoy tenemos función, ¿os apetece verla?
- ¡Va, va! , Respondió Mochi con ganas.
- Puede estar bien - Dijo Chim
+ Pues claro, os va a encantar.
Siempre me he fijado que Mochi es súper energética y alegre, Chim por su parte es algo más calmado, pero tiene su encanto. La verdad es que me caen genial los dos.
Después de un rato en el que el viaje se convirtió en un concierto de K-pop porque Mochi lo puso en la radio, llegamos al trabajo.
+ Por fin puedo estirar un poco las piernas - Pensé.
Cada vez que veo el restaurante me acuerdo de aquellos visitantes de otros mundos que pretendían acabar con todo... Al fin y al cabo lo convirtieron en un laberinto lleno de trampas y guardianes por los que me tuve que abrir paso, literalmente. Si soy sincero, a veces se me vienen flashbacks fugaces de esos momentos y me quedo en blanco. Fue tan extraño todo... Había pasado de llevar una vida medianamente normal a estar luchando contra seres de mundos ajenos al nuestro. De hecho, ellos conocían nuestro mundo como "NeverEverLand", algo así como, ¿el lugar que no existe? Perdona que lo diga, pero aquí estamos y existimos.
- ¿Sawn? ¿Sawn, sigues con nosotros? - Dijo Chim
+ Ah, si, lo siento, me quedé en blanco por un momento. Bueno, ¿entramos?
Entramos en el restaurante y allí estaban los trabajadores y algunas mesas estaban con gente ya sentadas. Tommy entró a recibirnos.
- Hola, señor Stark, bienvenido - Dijo Tommy
+ Mira que te he dicho mil veces que no me llames así, hombre, que tengo un nombre y tenemos confianza - Respondí con una sonrisa algo forzada.
- ¡Jajajaja, lo siento, no lo puedo evitar! - Respondió Tommy riéndose.
+ En fin, ¿me haces el favor de darle una mesa a estos dos clientes? Yo voy a cambiarme y a ponerme con los preparativos para el show.
- Claro, sin problema - Dijo Tommy
+ ¿El otro cocinero está hoy verdad? - Pregunté.
- Sí, no te preocupes - Respondió Tommy
Había sido una mañana un poco extraña, pero bueno, ya era prácticamente medio día y tocaba centrarse en trabajar. Aunque iba a ser difícil quitarme de la cabeza todos los pensamientos sobre los sueños que había estado teniendo, el tema del orfanato que había oído en televisión, y el hecho de estar recordando todo lo que me había pasado mientras tenía "Fake Love" metida en mi cabeza por más de 20 minutos. Entre eso y que mi travesía de 45 minutos se había alargado a 2 horas y media por culpa de un atasco, os podéis imaginar. Me podrían haber regañado en el trabajo perfectamente, suerte tengo que soy el jefe.
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Esta es la definición de todos los días de mi vida, al parecer.
