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Cerré la puerta y me senté a la orilla de la cama, mirando directo a la ventana. El bosque ya estaba a oscuras, pero la luz de la casa iluminaba un poco.

Me gustaba estar aquí, me gustaba estar así de alejado de las personas y quisiera creer por completo en la palabra de Alisa de que el tiempo no importa aquí, de que es infinito e interminable, pero mi realidad es que solo tengo un mes... no estoy seguro si sería bueno quedarme todo el mes, no quiero molestar por tanto tiempo, pero no quiero irme a otro lado.

Estaba en mi casa, en esa pequeña casa, pero... había ruido en la cocina y en la sala, por lo que me levanté de mi cama y salí de mi habitación.

Olía a comida y se escuchaba un programa de comedia, por las risas que se escuchaban, pero también había voces.

-¿Más sal? –dijo una voz femenina

-Sí, un poco más –le contestó un hombre

Caminé con lentitud, no era muy grande así que solo me tomó pocos pasos hasta que llegué al final del pasillo.

-Buenos días, Felix–me saludó la mujer... mi madre

Con su sonrisa de siempre, en pijama y el cabello atado en una coleta.

-Buenos días, hijo –dijo papá, en pijama también, mientras preparaba el café

-Estoy haciendo huevo revuelto con tocino

Hace años que no escuchaba sus voces, miraba sus rostros todo el tiempo por la foto que guardaba en mi mesa de noche, pero sus voces, era como escuchar una hermosa canción.

-¿Qué te parece si vamos al lago? A las lanchas –preguntó papá –¿Te parece bien?

-S-Sí... me gustaría mucho

-¿Qué haces parado? –preguntó mamá con una sonrisa –ven a sentarte o tu desayuno se enfriara

-B-Bien

Caminé a la mesa y me senté, mientras ellos lo hicieron tiempo después. Mamá era la de siempre, sonriendo y bromeando, mientras papá le seguía el juego, después de mucho tiempo, sonreí, me divertí y la pase bien.

-Ve a cambiarte de ropa –ordeno mamá

-Sí

Caminé a mi habitación, pero antes de abrir la puerta, mamá me llamó.

-Felix, te esperamos –sonrió

Me giré y abrí la puerta.

Abrí los ojos y de nuevo la pesadez cayó sobre mi pecho. Llevé mi brazo a mis ojos para cubrirlos y sentí como la tela de mi camisa se humedecía por las lágrimas.

-Los extraño tanto

Me quedé en silencio por un buen tiempo en mi cama, tratando de regresar a dormir y volver a encontrarme con ellos, pero al final no pude.

Después de darme un baño ya me sentía mucho mejor.

Bajé a la cocina donde los tres ya estaban preparando el desayuno, menos el padre.

-Buenos días –dijo Alisa en cuanto me vio

-Buenos días –saludé

-¿Cómo dormiste?

-Bien, gracias

Me quedé de pie al no saber qué hacer, no sabía si debía ayudar o simplemente sentarme.

-Puedes sentarte, Felix –dijo ella –el desayuno ya está listo

Nicolas puso los platos en la mesa y se sentó delante del suyo, mientras ella le daba una charola con comida a Isabel y ella fue directo a las escaleras.

Alisa se sentó a un lado de mí.

-Hoy iremos a nadar ¿Quieres ir con nosotros?

-Claro, suena divertido

-Bien, prepararé algunos bocadillos

Después del desayuno, Alisa preparó bocadillos rápido, mientras que Nicolas metía una manta a la cajuela e Isabel estaba con su padre, supongo que dejándole las cosas listas en caso de que necesitara algo, mientras que yo, buscaba algo que ponerme para meterme a nadar, aunque no me dieran muchas ganas nadar pero de todos modos preparé una pequeña maleta con todas mis cosas.

Bajé y metí mi maleta a la cajuela junto con las demás y de ese modo pudimos irnos.

Los dos hermanos iban atrás mientras que Alisa iba manejando y yo de copiloto.

Condujo por un tiempo, hasta que llegamos a un pequeño río con corriente casi nula, pero era un lindo lugar y parecía demasiado tranquilo.

Los hermanos bajaron las cosas y lo prepararon todo, mientras que ella y yo solo mirábamos desde lejos.

-Debe ser divertido ver lugares nuevos ¿No? –preguntó

-No salgo mucho, no puedo decir mucho

-Pero lo has hecho, nosotros nunca hemos salido de este pueblo

-¿Por qué no?

-Desde pequeños hemos vivido aquí, Isabel era muy pequeña y mis padres querían que fuera un poco más grande para que disfrutara el viaje, pero después... papá fue a la guerra y luego mamá murió, papá ahora es diferente y dudo mucho que logremos salir en algún momento

-Entonces ¿Cómo te ves en el futuro?

Se cubrió la boca con la mano cuando sonrió y después me miró.

-No pienso en el futuro... no hay mucho futuro en este pueblo –miró a sus hermanos –es como el país de las maravillas. Todo es muy loco, extraño, demente y confuso

-A veces no entiendo lo que dicen –susurré, pero eso solo le causo gracia a ella

-No te preocupes, las cosas se entenderán conforme pasen

-Sigo sin entender

-No pienses mucho en eso... mejor ¿Sabes cocinar?

-Sí... algo

-Pasado mañana es el cumpleaños de Isabel ¿Podrías ayudarme a cocinar un pastel y comida? No vendrán invitados, solo nosotros, pero es un día especial, un gran festín es apropiado

-Claro que sí

Miré a mi lado donde estaba el auto estacionado.

-¿Por qué tienes auto si no sueles ir al pueblo?

-Porque suelo ir a pasearme, a ver las novedades que los turistas traen, venir aquí o al campo que está más adelante

Después de eso ella y yo nos tumbamos sombre la manta y miramos con atención como sus hermanos jugaban en el agua.

My Wonderland (LeeFelix - Stray Kids)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora