Parte 2

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Un día, al regresar al apartamento donde ahora vive, ve que la luz de la cocina ha quedado encendida, aunque él no recuerda haberla dejado así. Se adentra al lugar suponiendo se la ha olvidado prendida, pero se da cuenta que alguien más estaba allí. Un vuelco en su corazón le anuncia que aún sus sentimientos hacia ese hombre no han sido olvidados ni superados a pesar de los meses que han pasado desde ese trágico día en que lo vio por última vez.
-L…Louis… -balbucea Harry, temblando como un papel-.
-Hazz…necesito explicarte… -le dice el ojiazul, mirándolo fijamente a los ojos-.
-No…no…por favor no me mates –le pide el rizado, cerrando sus ojos con pavor-…Te juro que no le diré a nadie lo que vi, no lo he hecho hasta ahora y no lo haré…pero por favor no me mates…
-Jamás te haría daño –le asegura, tragando saliva-.
-¿Entonces qué haces aquí? –pregunta, tomando un poco de valor y enfrentándolo con su mirada, creyendo en parte tan solo estar viviendo una pesadilla con quien antes solía ser el hombre de sus sueños-.
-Vine a explicarte cómo son las cosas realmente… -reitera sus intenciones, mordiendo su labio levemente, extrañaba poder verlo, escucharlo, extrañaba todo de Harry, pero entiende que lo había arruinado por ocultarle toda la verdad-.
-No quiero verte ya Tomlinson, no me interesa… -le advierte, y el castaño siente como su corazón vuelve a sentirse presionado como si fuera a romperse en cuestión de segundos-. No quiero saber nada con un asesino…Has lo que viniste a hacer y listo… -le sugiere, suponiendo que no es solo a eso a lo que ha venido. Si ya ha matado antes, ¿por qué no lo mataría a él también? Vuelve a cerrar sus ojos y espera el impacto de una bala, pero eso no ocurre-.
Por el contrario, escucha unos pasos que se dirigen hacia él y siente cuando Louis toma su mano y coloca una especie de papel sobre su palma. Pero el rizado continúa sin abrir sus párpados por el miedo, la sorpresa, y la ansiedad que le produce volverlo a sentir tan cerca.
-Si en algún momento quieres saber lo que realmente ocurrió ese día…Lee ésta carta lo sabrás… -le sugiere, suelta su mano y se marcha sin decir más nada-.
Harry abre sus ojos momentos después, cuando Louis ya no se encuentra allí. Mira el sobre que le ha dejado, sin saber qué hacer, si leer la carta que contiene o no. Quisiera saber la verdad, pero también teme por lo que podría encontrar entre esas palabras allí escritas.

(...)

De regreso en la que era su casa al siguiente día, Louis empieza a rociar todo el lugar con gasolina, esperando a que lleguen por él. Sabe que su vida corre peligro, y en parte se alegra de que Harry se haya alejado, así se mantendría a salvo.
Un grupo de hombres entra al lugar y lo encuentra en medio de la sala, con un arma en una mano y un encendedor en la otra.
-¡Cobarde, soplón del FBI! –le grita el líder de ese grupo con desagrado e ira en su voz-.
-Ya es tarde para todo…Y yo igualmente estoy muerto de todos modos… -prende el encendedor y lo deja caer sobre la gasolina cerca de esos hombres para que no puedan alcanzarlo e impedirle lo que hará.
La casa empieza a arder en fuego en pocos momentos, varios de esos hombres comenzando a quemarse también.
-No hay escapatoria, todos moriremos aquí… -les asegura el castaño, apunta el arma hacia su sien y dispara, cayendo al suelo inerte de inmediato-.
Algunos de esos hombres logran escapar del fuego, pero no de la policía que estaba esperándolos muy cerca. Prontamente todos son capturados, los que no están ardiendo en el incendio.
El lugar empieza a llenarse de bomberos que intentan apagar el fuego y paramédicos que sacan algunos cuerpos que han caído atrapados por el intenso humo.
(...)

Harry, que había leído la carta finalmente, tomó el primer vuelo hacia allí y se encuentra con tal escena desesperante. La casa en la que su amado Louis vivía estaba siendo consumida por el fuego de un terrible incendio. Se queda totalmente paralizado al ver como los paramédicos sacan un cuerpo sin vida cubierto con esa bolsa negra, y lo introducen en una ambulancia de la morgue.
-Disculpe… -se acerca a consultar con uno de los paramédicos-. ¿Qué ocurrió aquí? -interroga estupefacto-.
-No se sabe aún… -le responde con pesar en su voz-, pero de los que estaban dentro ninguno sobrevivió… -le dice extra oficialmente-.
-Louis… -murmura, observando la casa, con la esperanza de que él no haya estado allí dentro en ese momento, aunque sabe que nadie más vivía aquel lugar-.
Pero prontamente es informado por las autoridades de esa noticia que nunca hubiera querido escuchar. Cuando le dieron la noticia se negó rotundamente a que sea verdad, no pudiendo creer que Louis hiciera algo así, después de lo que en esa carta estaba escrito.
-Me dijo que todo estaría bien… ¿Qué bien si él se mató? ¡Es un idiota! –reclama con lágrimas incesantes que ruedan por sus mejillas rojas, antes de de dirigirse al entierro del hombre que aún ama y que probablemente siempre amaría-.
A nadie se le permitió ver el cuerpo de Louis, ni siquiera sus familiares más cercanos, solo sus compañeros del FBI pudieron verlo y reconocerlo. Aludían que no era una imagen muy agradable de ver por cómo había quedado el cuerpo.
Había visto a Louis por última vez y no le dio la oportunidad de explicarle, y ahora tan simplemente lo había perdido. Comienza a caer en una profunda depresión luego de ese fatídico día.

OS: "21 Guns" (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora