Capitulo 2

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-Te guste o no vas a ser mía, ya sea por las buenas o por las malas. ¡Tu eliges princesa!
-Pues a las malas mijo.
-Por que buscas que te haga daño, cuando es lo que no quiero hacer.
-A ver, no te conozco. Te apareces en la puerta de mi cuarto como si nada diciéndome que voy a ser tuya me guste o no y quieres que reaccione lindo. ¡VETE A LA MIERDA! -exclamo ya cansada-.
-Perdona, a veces no se como reaccionar ante algunas situaciones, creo que empezamos con el pie izquierdo Mica. Me presento... Soy Caleb. -dijo bastante tímido-.
-Micaela -dijo extendiendo su mano en forma de saludo- Pero para la próxima, procura no asustarme de esa manera y por lo menos presentarte en un lugar que no sea mi casa.
- Si discúlpame, es que vi la ventana abierta y pues me dieron ganas de verte y que al fin pudieras conocerme.
-A que te refieres con que al fin te pudiera conocer, acaso ¿de donde me conoces tu a mi?.
- De ningún lado -dijo con evidente nerviosismo el chico-
-Aja, hagamos que te creo Caleb. Pero ahora te invito a retirarte de mi casa, y por lo visto ya tienes hasta mi número telefónico, que por cierto no se quien se creyó en el derecho de dártelo.
- Simplemente lo conseguí, nadie me lo dio.
-Cada vez te me haces más raro.
-Lo siento princesa -dijo tomando la mano de Micaela y dándole un beso- te hablo luego.
-¡Nos vemos, Caleb!
-Chau mica.

Narra Caleb:

Es difícil ver crecer al amor de tu vida, sabiendo que ella es humana y que nunca tu amor podrá ser correspondido, es difícil ver cuando da su primer beso y no es contigo, es difícil verla hacer su vida sin que sepa absolutamente nada de tu existencia pero más difícil es cuando te das cuenta que no puedes vivir sin al menos mirar sus ojos de lejos, yo siempre voy a estar para cuidarla y protegerla, por más que ella nunca me viera yo siempre estaría ahí.
Estuve cuando se cayó por primera vez, cuando los niños le hacían bullying y le quitaban sus juguetes, cuando su mamá la dejaba sola en el parque porque tenía "cosas más importantes" que hacer.
Fui yo quien se agarró a los golpes con uno de sus compañeros de grado porque la maltrataba siempre fuera del colegio y le decía "no te quiere ni tu mamá" .
No había cosa que me molestara más que ver sus ojos llenos de lagrimas por lo que le decían constantemente, ella no se merecía ni un mínimo de ese dolor que siempre le hacían sentir.

Narra Micaela:

Este hombre si que es raro, y hasta miedo me dio.
Primero me manda mensajes, después se aparece en la puerta de mi cuarto y me dice que voy a ser de el quiera o no, después se arrepiente de haberme asustado y al fin me deja en paz.

-¡Micaela baja a comer! -mi tía gritó irrumpiendo mis pensamientos.-
-Ya voy tía. -dije bajando las escaleras de dos en dos-
-¿Que te ah pasado? Tienes una cara como si hubieras visto a un fantasma.
-Nada tía, simplemente que me estaba quedando dormida.
-Dormida ¿tu? Y a estas horas.
-Si, estoy muy cansada.
-Pues come y te acuestas.
-Gracias tía.

Después de la comida, me disculpe con mi tía y subí a mi cuarto.
Caleb me dejo mi cabeza dando vueltas y pensando de donde lo conozco.
Por qué si, se me hacía conocido, a estas alturas ya pienso que estoy delirando. ¡De donde voy a conocer yo a una persona más blanca que el papel!.
-Parece un Vampiro, me dijo mi subconsciente-.
¡No Micaela, mira lo que estás pensando!. Mejor me
Voy a dormir, a ver si así aclaro mis sentimientos.

Narradora:

Caleb llego a su casa y como es de costumbre fue directo a la cocina a ver si su mamá estaba ahí y que estaba cocinando esta vez. Y también para poder contarle lo vivido con Micaela y que lo pudiera ayudar.

-Hola mamá, ¿cómo estás?
-Caleb hijo, aquí cocinando -dijo la señora cortando la cabeza de murciélago y poniendo el resto a cocinar.-
-Que rico mami -dijo Caleb cabizbajo-
- ¿Que pasa amor? Te noto triste.
-Nada mami, es Micaela.
-Hijo ya hablamos del tema, Micaela es humana y tu un vampiro.
-Y acaso es mi culpa haberme enamorado de una humana y no de una vampiro, llevo más de mil cuatrocientos años buscando una vampiro que me llamara la atención, y cómo puedes apreciar ninguna lo hace.
-Lo se Caleb, pero no puedes privar a Micaela de lo básico de la vida. Ella tiene que enamorarse, casarse si así lo desea, tener hijos. El sueño de toda mujer Caleb y tu no puedes prohibirla a eso.
-Yo lo se mamá, se que jamás podré darle hijos o una vida normal, pero entiende que es el amor de mi vida y siempre lo será.
-¿Aunque algún día envejezca?
-Claramente mamá, aunque sea una viejita toda arrugada yo supe desde que la conocí que era el amor de mi vida. Y ahora tiene 20 años, la edad que tenía yo cuando me convirtieron, me puedo acercar a ella así sea solo para protegerla y poder ser su amigo.
-Y tu crees que soportarías que ella te contara cómo se enamora, como ama a otra persona que no sos tu. Y sobre todo soportarías cuando ella te diga "Caleb estoy embarazada". Serías capaz de soportar todo eso solo por poder estar a su lado.
-Si mama, podría soportar hasta que me clavaran una estaca en el corazón, jamás voy a poder enamorarme de nadie como me enamore de mica, ella es diferente a las demás y algún día ella podrá saber que soy un vampiro. Así sea el día que ya no respire más.
-Lucha por ella entonces mor. Si tanto así la amas quien soy yo para hacerte desistir a ese amor.
-Muchas gracias por escucharme mama -dijo Caleb abrazándola muy fuerte- Necesitó mucho de tus abrazos.
-Venga mi niño, vamos a sentarnos en el sillón.
-Gracias, por siempre estar mama.
-no tienes nada que agradecer mi niño.
-Tu niño de mil quinientos años -dijo en tono burlón Caleb-
-Vas a ser siempre mi niño, al igual que tus hermanos.
-Sigo insistiendo que no fue muy buena idea morder a Fabricio con 5 años, va a ser insoportable por el resto de la eternidad -dijo ya riendo-
-Bueno, más respeto que hablas de tu hermanito -dijo también riéndose- Me alegra poder sacarte sonrisas hijo, así de feliz tienes que estar siempre.
-Te amo mamá.
-Yo más.
-Me voy a acostar en el ataúd, necesito pensar un poco todo. -Dijo caminando a su habitación-

Narra Caleb:

No puedo dejar de pensar en ella, quiero concentrarme en cerrar los ojos y descansar y solo se viene a mi cabeza la imagen de la belleza que tiene mica.
Ya se y me dirán ¡Caleb los vampiros no duermen! Y claro que no dormimos, pero cuando estamos frustrados cerramos los ojos e intentamos no pensar en absolutamente nada.
Pero en estos momentos se me está haciendo imposible no pensar en nada, porque aunque trate de hacerlo los ojos de Micaela están siempre en mi mente.

EL GRAN AMOR DE MICAELA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora