A quien me pregunte por el color del amor que se fije en el tono de tus ojos, ese marrón tan puro como la tierra aborigen, tan exquisito como el café recién hecho en las mañanas, ese café que solo tus manos saben hacer.
Y tus manos, esas que me aprietan fuerte, benditas manos que me acarician haciéndome diosa en un instante, nuestro lazo está en ellas, en el tacto de percibes de mi piel Morena, tostada por el sol del trópico, esa piel que consumes como elixir, el elixir que nos lleva a las nubes.
A quien me pregunte como luce el amor, le diría que se fije más allá de lo terrenal, que cierre un poquito sus ojos y deje expuestos sus sentidos, el amor luce como tú, con tus cicatrices y lunares que recorro como un mapa, luce como esos temores que te hacen tan frágil, y aún así te atreves a contarme, es la carcajada después de un mal chiste, el color del amor es el marrón de tus ojos y todo lo que hay detrás de ellos.
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Viviendo
PoetryLa vida en soledad, sus matices, el desamor y el camino hacia el amor propio, los sueños rotos y las tragedias de un diario vivir
