Sueño 🔞 [AleBol] Finalizada

Parte Única

—Ahh~ m..mas despacio —gemía el boliviano al sentir como lo agarraba con fuerzas sus caderas—

—No sabes lo delicioso que estar dentro tuyo —susurra el sujeto para acercarse al cuello de este y proporcionarle una que otras mordidas—

Bolivia no podía articular ninguna palabra por las embestidas que este le generaba, no sabe en que momento todo se volvio tan lujurioso, ni mucho menos el porqué se ponía así con ese tipo que nisiquiera conocía.

—Adoro tu piel, tan fina y tan mía —susurra con picardía—

Bolivia abre los ojos agitado, observa su cuerpo y nota como siempre su desnudez y sus piernas completamente abiertas, pero nadie se encontraba a su lado.

—Que cosa pasa —susurra para sentarse con dificultad ya que le dolía su parte trasera— esos sueños cada vez me estan asustando más.

<<Uruguay>>

¿Bolivia?

—Necesitamos hablar ¿puedes venir a mi casa?

Claro, en 20 estoy en tu casa

—Gracias te espero, nos vemos.

Se levanta y se viste con algo de incomodidad ya que sentía que alguien lo observaba y eso no era posible ya que sus vecinos no tenían segundo piso.

Se dirige a la cocina para preparar unos huevitos fritos junto a un juguito.

En el transcurso a su cocina, siente una presencia a su atras y voltea asustado, pero no encuentra nada ni a nadie. Sus piernas tiemblan del miedo que siente, nunca había sentido tanto miedo como ahora.

Cuando era pequeño, Perú siempre lo asustaba con los fantasmas y esas cosas, pero nunca le hizo caso ya que le había dejado en claro al peruano que los fantasmas no existian y ni existen. Pero ahora estaba pensando todo lo contrario y verdaderamente pensaba que todo esto era obra de un fantasma o una simple broma que querían hacerle.

Gime al sentir como sus caderas son tomadas y entre sus nalgas algo rozaba, dandole a pensar al boliviano que era un miembro.

Cierra los ojos para pensar en otra cosa y que tal vez esas ocurrencias solo son alucinaciones de lo que reflejaba su cansancio.

Pero envés de encontrar calma, vio al sujeto de sus sueños, aquella sombra lo sujetaba de sus caderas y frotaba su palpitante pene entre las nalgas del boliviano.

—No me tengas miedo —susurra la sombra mostrando una sonrisa—

—S..Suéltame.

—¿Acaso no recuerdas lo que te dije? Eres mio pequeño.

Abre los ojos y se apoya en la mesa de la cocina, mira sus piernas y puede notar que su pantalon junto a su bóxer están entre sus pies. No sabe como es que se lo había bajado e incluso la pregunta que abundó su mente era si realmente él se lo había bajado.

Grita al sentir como algo se introducía en su interior y se abría paso en ella. Sus caderas se movian ante las pequeñas embestidas que le proporcionaban a su cuerpo.