Luego llego él...

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Sintió un dolor en el pecho, quería ir tras el. Pero el no volteo.
Para que correr atrás de una persona que no tiene ni una pizca de arrepentimiento en su rostro. Para que correr a un caso perdido, a una decisión ya tomada.

Mientras pasaba el tiempo, descubrió que la tristeza hace cosas que no imaginas, te consume, te vuelve otra persona.

El tiempo no se detenía, era desesperante esperar que todo sanara. La tristeza fue desapareciendo, descubrió que reír con amigos te sana, descubrió que charlar contigo mismo te sana.

Todo había pasado!

*Luego llego él

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