Capítulo 7

117 21 0
                                    

Una vez más Eren se resguardaba en su habitación, le daba vueltas a aquellas palabras una y otra vez, "me das asco". Era todo en lo que pensaba, era lo que le importaba. Entre los llantos  sentia la sensación de ahogo que de inmediato debía calmar, sus ojos estaban ya rojos y sus brazos y piernas llenos de rasguños que él mismo se generaba. Pero aquel dolor que tanto sentía no se debía al rechazo, sino su odio a sí mismo por no lograr enamorarlo, por hacerlo sentir asqueado, ni siquiera alcanzó a tomar un poco de su cariño.

Sentía impotencia por querer sentir sus labios una vez más y su cuerpo contra el suyo, pero era mayor al saber que desagradaba a Levi. Quería escuchar su voz, volver a repetir cada húmedo sonido al jugar con sus labios, pero su propia voz era incómoda para el Ackerman.

Todo lo que quería era ser su amante, porque no necesitaba que alguien se lo dijera, bien sabía Eren que lo había sido en el pasado, no podía recordarlo, pero podía percibir esa sensación y si entonces así había sido, ¿Qué hizo mal esta vez para fallar?

Añoraba estar a su lado, incluso si a los ojos del público fuera su tutor, solo él necesitaba saber cuales eran sus verdaderos sentimientos. Aún creía que podía complacerlo con lo que pidiera, porque el dinero no sería un problema y su cuerpo y mente estarían siempre a su disposición.

Clavaba una y otra vez sus uñas a su piel y después las arrastraba, dejaba un camino rojo y en ocasiones pequeñas heridas en donde sangraba, pero este dolor apenas si se comparaba con el de su pecho. Apenas había cumplido diecisiete años y ya experimentaba uno de los mayores dolores, siquiera tenía una persona con quien hablar, porque entonces también sería juzgado...

¿Cómo no había pensado? La misma idea de amar a otro hombre era por si sola asquerosa, y él había sobrepasado esos límites. Había llevado toda su vida haciéndolo.

Abrazó a una almohada que juntó contra su pecho, la sostenía con fuerza y sumergía su cara dentro de esta, no se había percatado del dolor que sentía en su cabeza de tanto llorar. La sensación aún persistía, pero las lágrimas salían con menos fluidez. De repente escuchó a la puerta, la misma voz de quien ahora lo dañada.

–Eren, ve a cenar, tu padre te está esperando.

Sus manos temblaron una vez más, su corazón se detuvo por unos segundos, el dolor se había mezclado con el temor que le generó aquella frase que volvió a ser repetida por Levi al no obtener respuesta. Su padre jamás cenaba en su compañía, jamás había tiempo para hacerlo, algún propósito debía tener esta cena y la idea de que Ackerman había hablado con él no escapaba de su cabeza.

No sé esforzó en limpiar sus lágrimas, tampoco en cambiar su ropa por alguna que cubriera sus heridas. Abrió la puerta y su mirada fue directo hacía su tutor, en ese mismo instante la mano de este se aferró al brazo de Eren y le impidió seguir.

–¿Qué le pasó a tu brazo?– Apenas se había fijado en el que sostenía, pero era suficiente motivo para interrogarlo.

–No lo sé.– Se encogió de hombros y se soltó de su agarre. Mientras más tiempo estuviera en su presencia sería más propenso a volver a llorar.

Llegó con su padre, le esperaba sentado en la mesa tal y como Levi le había mencionado. Dos empleados los acompañaban en el comedor, se encargaban de servirles la cena y después de retirar sus platos. Por minutos el silencio reinaba en la habitación, su padre le miraba en ocasiones, pero no se atrevía a hablar.

–Grisha.– Le llamó el más joven, dejó el tenedor sobre el plato y alzó su mirada hasta llegar a la de su padre.

–No me llames por... - Mientras hacía saber su queja el menor le interrumpió, no tenía ánimos de escuchar a un padre ausente, poco le importaba ahora lo que pensara.

No me olvides | Eren ˣ Levi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora